Un hombre llamado Serge François, reparador de televisores.
Sucedió en 2002, el Comité Médico lo investigó desde 2003; Serge François sigue sano de manera inexplicable. Es oficial y lo han anunciado el obispo de Lourdes, Jacques Perrier, y el obispo de Angers, Emmanuel Delmas: en 2002 un hombre llamado Serge François, reparador de televisores, peregrinó a Lourdes, rezó, bebió agua de la fuente, sintió un calor en su pierna paralizada por una hernia discal y de inmediato pudo caminar con normalidad. El Comité Médico de Lourdes, compuesto por veinte facultativos, ha constatado su «súbita curación funcional, sin relación con terapia alguna y mantenida hasta la actualidad, 8 años después». François incluso fue andando a Santiago de Compostela, 1.570 kilómetros a pie, en agradecimiento.
Aunque el Comité tiene datos de 7.000 curaciones inexplicables desde 1884, la Iglesia solo reconoce 67 casos como milagrosos (68, con este). En 2008, se anunciaron 5 nuevos casos sucedidos en el siglo XXI y confirmados por la medicina moderna, como la desaparición de un linfoma mieloblástico o una hernia inguinal. Hernia discal tras dos operaciones. Serge François, de 56, residente en Angers, había perdido prácticamente la movilidad en la pierna izquierda por una hernia discal aparecida por complicaciones quirúrgicas ligadas a dos operaciones. Peregrinó en 2002 a Lourdes y se curó instantaneamente. Además, creció su vida de fe y de oración, y hoy reza mucho por otros enfermos. Volvió a Lourdes en 2003, informó de su caso al Comité Médico y empezó el proceso de estudio del caso.
El obispo de Angers, Emmanuel Delmas, afirma en la página web del santuario que "esa curación puede considerarse una donación personal de Dios para ese hombre, un acto de gracia y una señal del Cristo Salvador". Delmas no quiere usar la palabra "milagro". Su portavoz, Vincent de Crouy-Chanel, afirma que "la palabra ha perdido algo de su valor, se usa en la vida corriente sin entender su significado". Por eso el obispo prefiere hablar de "signo de Dios".
Cinco casos del siglo XXI.
En 2008 el obispo de Lourdes presentó cinco casos producidos y estudiados en el siglo XXI. Se trataba de cuatro mujeres y un hombre, entre los 40 y los 70 años de edad que, de un modo científicamente inexplicable, se habían curado de su enfermedad. El primero de los casos era el de una mujer de 40 años que padecía una esclerosis desde abril de 1993. La enfermedad fue degenerando su salud, hasta que se le hizo necesario el uso de una silla de ruedas. El 20 de mayo de 2004, tras una peregrinación a Lourdes, la mujer en cuestión, que no era creyente, constató la desaparición de la inmovilidad en sus piernas. Otra mujer sufrió tras la infancia una astenia que la relegó a una silla de ruedas. Acudió en seis ocasiones al santuario francés. Tras concluir su sexta peregrinación, en el año 2004, recuperó milagrosamente la salud. El hombre, de 62 años, padecía hernia inguinal. Se sometió a dos operaciones entre 1993 y 1997 que sólo lograron empeorar su situación. En el año 2002, durante una peregrinación a Lourdes, sintió una impresión de bienestar. Desde entonces lleva una vida normal, sin necesidad de tratamiento, e incluso (como luego haría Serge François) realizó una peregrinación a pie a Santiago de Compostela. La cuarta curación inexplicable correspondía a una mujer de 69 años. Le fue detectado un linfoma maligno, por el que recibió varias sesiones de quimioterapia. A esta enfermedad se le unió una neuralgia y una leucemia mieloblástica que le llevaron al coma. Todo desapareció tras su visita al santuario. El último caso lo experimentó también una mujer: tras 21 años de parálisis provocada por un traumatismo del raquis cervical derivado de un accidente de tráfico, visitó Lourdes y recuperó totalmente su salud el 15 de agosto de 2004.
Pablo J. Ginés/La Razón
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