jueves, 24 de marzo de 2011

LA ALEGRÍA


AMIGOS:

Buscando la felicidad he comprado de todo, simplemente porque creí que con cada cosa nueva lograría la tan ansiada felicidad que me prometían en la publicidad. Buscando la felicidad me vendí y vendí a los que amaba porque pensé que subiendo de puestos o con mejores condiciones laborales la obtendría, lo único que logré fue frustrarme por no llegar nunca a ella. Caí en los vicios intentando alcanzarla pero mientras mas parecía que me acercaba mas lejos quedaba esa felicidad tan escurridiza. Los pecados como consecuencia de esa búsqueda a lo ciego fueron llegando de poquito en poquito, hasta que invadieron todo y la felicidad nunca apareció.

Un día sentado en la mesa de mi casa, en el almuerzo de un domingo cualquiera, con mi esposa y mis hijos, descubrí la felicidad. No necesitaba nada, no quería nada, no me tenia que meter en nada, ese sencillo momento era todo. Simplemente me sentí feliz, sin razones concretas externas, mas que sentirme amado y sentir que amaba. No le di mucho pensamiento, hasta la siguiente Eucaristía, cuando el sacerdote en la homilía dijo que descubriéramos la felicidad de sentirnos hijos.

¡Hijo! que lindo es sentirse hijo amado. ¡Que fácil es para un niño ser hijo y que difícil es serlo para el adulto!. Viendo a mis hijos, repasando lo que sentí ese día en que la felicidad fue palpable en mi vida, descubrí que en el fondo la felicidad no es otra cosa que entrar en la humildad de ser hijo. Porque solo cuando se vuelve a ser niño, a tener la condición de hijo, se experimenta la tranquilidad de no tener ansiedad por nada.

Un niño no esta ansioso por el mañana, ni se esta muriendo por los remordimientos del ayer, simplemente vive el HOY, vive un hoy que lo es todo. Mis hijos descansan en mi como papá, si hay un peligro corren hacia mi por protección, pero no andan permanentemente preocupados por peligros reales o imaginarios, simplemente viven su día en la alegría y confianza que otro es el que se preocupa por ellos. Es más, quizás ni tienen clara la idea de eso, sencillamente viven confiados. Cuando he logrado vivir así, confiado en Dios, es que he logrado vivir esa felicidad tan hermosa que nunca hubiese podido conseguir en el mundo.

¿Que es la cuaresma sino Dios mismo enseñando a su pueblo a entrar en la condición de hijos? ¿Para qué llevar un pueblo entero al desierto si no es para mostrarles que sin Él de nada vale todo lo demás porque en el fondo están indefensos? Cuarenta días para comprender y entrar a la pascua como se tiene que vivir: como la fiesta de los niños. La fiesta de los hijos que se alegran por tener un Padre amoroso que les protege y que dio a su propio Hijo por la salvación de todos.

Pero a uno de adulto se le hace tan difícil entregar el timón. Ninguno de mis hijos pequeños se ha planteado jamás pedirme que me quite del timón del auto para conducir ellos, porque saben que no pueden y que el que mejor puede conducir soy yo. Sin embargo, yo si intento quitarle el timón de mi vida a Dios, porque pretendo creer que yo lo haría mejor que Él y cuando lo quito y empiezo a conducir hago destrozo y medio porque en el fondo no puedo manejar mi propia vida.

Veo a mis hijos mientras conduzco y no van pensando Debería meter el freno en este momento o yo hubiera tomado esa curva de otro modo, simplemente van disfrutando el viaje, viendo las cosas que pasan, hablando conmigo o entre ellos. ¡Si yo pudiera confiarme así al Señor! simplemente dejaría que Él conduzca y me dedicaría a disfrutar este viaje que no es otra cosa que mi vida en dirección al cielo.

La felicidad, ese estado tan deseado con el que el mundo nos chantajea, no se puede alcanzar si no se pasa por una puertecita bien chiquita, una puerta hecha a la medida de un niño, y esa puerta es: la humildad de saberse hijo. ¡Animo! que en la Pascua el Padre nos espera.

La Paz de Cristo este Contigo.
Victor Meza Vargas

"Quien medita cada día la sagrada ley divina con esta meditación a la gloria se encamina".

"Quien medita cada día las Sagradas Escrituras verá la mano de Dios en todas las criaturas".

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