A veces soñamos ser y tener lo que no podemos ser ni tener.
Esto nos impide disfrutar de lo que tenemos. Deberíamos dar gracias a Dios de lo que tenemos. Muchas personas tienen menos que nosotros.
Dios podía haberles dado a ellas lo nuestro y a nosotros lo de ellas. Deberíamos ser agradecidos y no quejarnos.
No es que sea malo aspirar a más.
Pero los sueños no deben privarnos de disfrutar de la realidad.
Jorge Loring, S.I
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