CARTA DE UN PECADOR A DIOS PADRE... TODOS SOMOS PECADORES

Con todo el respeto que te mereces. Te hablo con el corazón.

En una parte de las Escritura dices - a través de tu Hijo - que tu Reino no es de este mundo. Me pregunto: ¿Por qué te empeñas en serlo? A este mundo nadie lo va cambiar... cada día está peor. Creo que deberías llevarte a los tuyos a tu mundo, a tu Reino, y dejar que éste se siga pudriendo o desaparecerlo... para eso eres Dios.

Todos nos vamos a morir tarde o temprano, unos se irán a tu mundo, otros al que decidieron.

No concibo en mi cerebro humano que Tú y tu Santísima Madre sigen sufriendo por los que nunca van a cambiar. Los asesinatos se incrementan día a día, las violaciones, los abortos también, los homosexuales están ganando terreno a nivel mundial, siguen los robos, la prostitución a nivel mayores y niños, la esclavitud a pesar de que estamos en el siglo XXI continúa, y para remate, fisicamente la Tierra se está modificando, terremotos, huaicos, ciclones, etc., ¿por qué tengo yo que, todos los días trato de convencer a la gente que no está en tu camino, que deben acercarse a Ti si no me hacen caso, ni lo van a hacer?

Yo te pediría que acabes con esto de una vez por todas... los que están Contigo – porque Tú sabes quienes son – al cielo, y los que no, Tú como Dios debes decidir si los dejas hasta que ellos mismos se acaben o los acabas.

Creo que, a pesar de ser Dios, tuviste un error: “Dejar que cada uno escoja su destino”. Si nos querías a todos para Ti no debiste habernos dado libertad; en este mundo la libertad significa “libertinaje”. ¡No creo que sea un masoquismo Divino!, en el "Perfecto" no existen estas cosas... tendras tus razones que no las sabemos, por eso no te entendemos.

Me da mucha pena la forma como te atacan y atacan a los que están Contigo, la forma como atacan a nuestra Madre Santísima, a los misioneros, que a estas alturas, no deberían convertirse en mártires.

Sé que ya falta poco para que todo esto termine, porque nuestra Madre Santísima nos lo ha dicho muchas veces en nuestras reuniones de grupo. El fin del mundo para cada uno en particular es la muerte, que ha de llegar en cualquier momento... ¿por qué esperas eso? ¿Por qué sigue sufriendo el cielo por los que nunca van a cambiar?

Señor, Tú sacrificaste a tu Hijo, y el aceptó el sacrificio pensando que el mundo lo seguiría, que el mundo iba a cambiar.... creo, sinceramente que no valió la pena. Este no es tu Reino, Tú mismo se lo diste a Satanás... ¿Por qué te empeñas en quitárselo? ¡Déjaselo!... solito se le va acabar. Su reino sólo es de enfermedades a causa del pecado y tarde o temprano se van a eliminar unos a otros. Sólo te pido que salves a los que están Contigo, a los que Tú llamas simbólicamente las 144 tribus de Israel.

Te digo sinceramente que si yo no estoy entre tus elegidos, inclusibe parte de mi familaes no lo está, es por nuestra culpa, y si no nos salvamos, de todas maneras soy persistente en mi pedido. No es posible, que después de haber hecho todo lo que has hecho, la mayoría no quiera seguirte.

Sé, por nuestra Madre Santísima, que falta muy poco para que esto acabe, pero te digo de corazón, que los que están Contigo "están" y "siempre estarán", y los que no... nadie los va cambiar.

Decide Tú como Dios... esta es sólo una humilde opinión ¡porque no hay derecho a hacerte sufrir siendo Tú tan bueno y misericordioso!

¡Deja que se abran todos los sellos!

José Miguel Pajares Clausen