MARIJA PAVLOVIC VISITÓ MADRID, BARCELONA Y SEVILLA
Más de 5.000 personas conmovidas con el mensaje de la vidente del pequeño pueblo de Bosnia-Herzegovina visitado por más de 30 millones de personas. Habló de los amores, secretos y anhelos de la «Gospa».
Marija Pavlovic, una de las seis videntes de Medjugorje, visitó España desde el viernes 28 de mayo y hasta el domingo 30 para ofrecer su testimonio ante más de 5.000 personas que acudieron a diversos actos en las ciudades de Barcelona, Madrid y Sevilla.
Después de haber reunido el viernes a más de 1.500 personas en la parroquia barcelonesa de Santa María de Jesús de Gracia, la vidente se trasladó a Madrid para reunirse al día siguiente con alrededor de 2.000 personas en la capilla del colegio Nuestra Señora de las Maravillas. Allí, tras el rezo del Santo Rosario, Marija ofreció un estremecedor testimonio acerca de su vida y de los amores, preocupaciones, secretos y anhelos de la «Gospa» (Virgen).
Una de las seis videntes.
Marija Pavlovic, nacida en Bijakovici el 1 de abril de 1965, tenía dieciséis años cuando comenzaron las apariciones. Ella no se encontraba entre los chicos que vieron la aparición la primera tarde. Estaba su hermana Milka, pero el día siguiente la mamá de ambas, asustada ante lo que contaba su hija pequeña, prefirió que ésta no fuera. Sin embargo, Marija sí que acompañó al grupo de chicos, entre los que estaban sus amigas Vicka e Ivanka.
Fue además la primera en tener una aparición ella sola, independientemente del grupo, aquella primera tarde. Desde entonces hasta hoy asegura tener apariciones de la Virgen María todos los días, a la misma hora.
La elección de los seis.
Al inicio de su intervención en Madrid se refirió a las apariciones de la Virgen. Cuando «le preguntamos a la "Gospa" ¿Por qué Dios nos escogió a nosotros?», María les respondió que «Dios le permitió escoger y ¡Ella nos escogió a nosotros seis!».
«Nos enamoramos de su belleza y le preguntamos por qué era tan bella. “Eso es porque amo”, nos contestó».
Los mensajes principales.
Más adelante dijo que al comienzo de las apariciones la Virgen les pidió que rezaran siete Padrenuestros, siete Avemarías y siete Glorias, pero que, sin embargo, hoy pide tres partes del Rosario al día. El rosario es Su oración preferida, exclamó.
La vidente explicó a los asistentes las «cinco piedrecitas», es decir, lo que principalmente pide la Virgen: oración, confesión, eucaristía, lectura de la Biblia y ayuno.
Poner a la Eucaristía en el centro de nuestra vida.
Marija insistió continuamente en la importancia de la oración resaltando que «sólo en Dios está nuestra paz».
«Éramos católicos y nos mantuvimos en el comunismo a través de la oración», agregó.
La Virgen, añadió, confía en nuestra propia conversión e intercede por nosotros. Por ello pidió poner a Dios en el primer lugar, exhortando a que el centro de nuestra vida sea la Santa Misa y que recemos siempre por los que no conocen el amor de Dios.
«No es necesario ir a Medjugorje, Cristo es el centro, Cristo en la Eucaristía. Y María siempre es el camino hacia Jesús», agregó.
La familia, el primer grupo de oración.
Marija se refirió también a la importancia de formar grupos de oración, y que el primero de ellos debe ser la familia.
Habló del grupo de oración que habían formado al comienzo de las apariciones en el que rezaban por los jóvenes que se divertían de manera equivocada. Comentó que mientras muchos jóvenes estaban en la disco, los de su grupo rezaban por aquellos durante toda la noche.
Vieron el cielo, el purgatorio y el infierno.
En otro momento de su alocución, Marija relató cómo Vicka y Jakov, otros dos de los videntes de Medjugorje, fueron llevados en cuerpo y alma a ver el cielo, el purgatorio y el infierno.
Según Marija, en el paraíso estaban muy alegres e iban con vestidos color pastel. «Yo no habría querido ir al cielo pues no habría querido volver», bromeó.
En el purgatorio estaban como detrás de una nube y no podían ver a Dios, al que anhelaban. Destacó la importancia de orar por ellos, que tienen un gran sufrimiento en el alma. Se hacen nuestros amigos y pueden interceder por nosotros, precisó.
En el infierno había un fuego enorme. Veía una mujer muy bella que entraba en ese fuego y se convertía en animal.
Tras describir esta experiencia, la vidente destacó la importancia de la libertad del hombre de escoger entre el bien y el mal y de que recemos siempre.
Al final de su testimonio, Marija subrayó que la Virgen «nos llama a la santidad y nos pide que seamos Sus manos extendidas para los demás».
Preguntas... y sorprendentes respuestas.
Finalizado el momento testimonial, la vidente de Medjugorje respondió a diversas preguntas de los asistentes.
Al ser preguntada sobre cómo compagina su vida cotidiana con las apariciones que experimenta diariamente, Marija señaló que lo hacía «con el anhelo de eternidad, y el deseo de que la Gospa se quede más tiempo conmigo» subrayando que Ella «está realmente presente en nuestra oración».
Marija también se refirió al «momento más perfecto en nuestra oración» diciendo que está «en nuestro sufrimiento. Dios habla más en esos momentos de mayor dolor, del desierto espiritual… Y que en esos momentos la oración tiene más valor aun». Es muy importante orar para conocer la oración del corazón, añadió. «Recemos en nuestra vida cotidiana, cuando estamos tristes Dios está con nosotros».
«El aborto es peor que cualquier guerra»
La vidente también respondió a preguntas sobre temas de especial actualidad como el aborto. Interrogada sobre cómo frenar este crimen contestó que «el aborto es peor que cualquier guerra y que sólo se frena con nuestra conversión personal».
Marija compartió asimismo que la Virgen María le había transmitido que «los ancianos son los pilares de nuestra vida de fe» y resaltó que «los abuelos mantuvieron la fe, y su oración para toda la familia». «A la Virgen le da pena cuando no se valora su oración», añadió.
Al concluir esta parte del encuentro, y antes de que los asistentes rezaran un segundo rosario, esta vez con la participación de Marija y participaran de la Misa y adoración eucarística, la vidente señaló que entre tanto mal que hay en el mundo, ella ve algo positivo: «La presencia de la Virgen entre nosotros es lo más positivo, Ella esta aquí para llevarnos por el camino de la salvación»
Finalmente dijo que la Virgen María es Reina, y al mismo tiempo, Madre y pidió que la sigamos e imitemos.
Marija, esposa y madre de cuatro hijos.
Marija realizó algunas experiencias de discernimiento vocacional en diferentes comunidades, más o menos intensas, y finalmente se decidió por el matrimonio, casándose con Paolo Lunetti, un médico italiano al que conoció en el Podbrdo. Ambos viven en Monza, cerca de Milán, con sus cuatro hijos, pero a lo largo del año pasan largas temporadas en Medjugorje, sobre todo en verano.
Marija conoce nueve de los diez secretos, y su intención especial de oración son las almas del purgatorio, aunque ha sido escogida también por la Virgen como depositaria de los mensajes que da regularmente para la parroquia primero y para la humanidad después.
Los mensajes de la Virgen.
En diálogo con Jesús García, recogido en su libro “Medjugorje” (Libroslibres), Marija relata que los mensajes para la parroquia comenzaron en marzo de 1984. Tres años después de comenzar sus apariciones, cuando los videntes ya tenían una asiduidad de trato con ella, la Virgen María comienza a explicar al mundo su programa a través de esa parroquia. «Queridos hijos: He escogido esta parroquia de manera especial y mi deseo es guiarla. Yo la protejo con amor y deseo que todos sean míos. Gracias por haber venido aquí esta tarde. Deseo que cada vez sean más numerosos los que están conmigo y con mi Hijo. Cada jueves os daré un mensaje particular para vosotros. Gracias por haber respondido a mi llamada»
El 1 de agosto del año siguiente, continuó explicando Marija, le fue dado otro mensaje que señala la elección de la Virgen de esa parroquia: «Queridos hijos: Les quiero decir que yo he escogido esta parroquia y que la guardo en mis manos, como una pequeña flor que no desea morir. Os invito a abandonaros a mí para que yo pueda ofrecerlos a Dios limpios y sin pecado. Satanás se ha apoderado de una parte de mi plan y quiere hacerlo suyo. Oren para que esto no suceda, ya que yo los quiero para mí para poder ofrecerlos a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamada»
La serie de mensajes de los jueves cesó el 8 de enero de 1987 con el siguiente: «Queridos hijos, quiero daros gracias por vuestra respuesta a mis mensajes, especialmente, queridos hijitos, gracias por todo el sufrimiento y oraciones que me habéis ofrecido. Queridos hijos, de ahora en adelante quiero daros mensajes, ya no más cada jueves, sino el 25 de cada mes. Ha llegado la hora en lo que lo que mi Señor ha querido, se ha cumplido. De ahora en adelante, os daré menos mensajes; pero yo estaré con vosotros. Queridos hijos, os ruego que escuchéis mis mensajes y los viváis para que pueda guiaros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!».
A partir de entonces y hasta hoy Marija recibe y transmite los mensajes para la parroquia. El último ejemplo de ello se produjo en noviembre de 2008: «¡Queridos hijos! Hoy también os invito, en este tiempo de gracia, a orar para que el pequeño Jesús nazca en vuestro corazón. Que Él, que es la misma paz, done la paz a todo el mundo a través de vosotros. Por ello, hijitos, orad incesantemente por este mundo turbulento sin esperanza, para que vosotros os convirtáis en testigos de paz para todos. Que la esperanza comience a fluir en vuestros corazones como un río de gracia. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!».
Enrique Rivera/ReL
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