El 6 de enero de 1941 el Presidente Franklin D. Roosevelt pronunció un discurso ante el Congreso de los Estados Unidos de la América del Norte, y entre otras cosas dijo que los Estados Unidos esperaban un mundo fundado sobre cuatro libertades esenciales:
I. Libertad de palabra.
II. Libertad de cultos.
III. Libertad de trabajo.
IV. Libertad de eludir el temor.
En otras palabras:
I. Libertad para expresar sus ideas.
II. Libertad para adorar a Dios en la forma preferida.
III. Libertad para elegir la forma de trabajar a fin de no padecer necesidad.
IV. Libertad de evitar todo aquello que haga que la gente sufra algún temor.
Libertad: Es una palabra que vale oro y rompe cadenas cuando se ejecuta sin distinción de personas.
William Allen White dijo: “Libertad es la única cosa que usted no puede disfrutar a menos que usted se la dé a otros”.
Ernest Benn dijo: “Libertad es ser libre de las cosas que no nos gustan para convertirnos en esclavos de las que nos gustan”.
Es fácil hablar de Libertad pero que difícil es dárselas a otros. Y el mejor lugar para dar y enseñar libertad es en el Hogar. ¿Estás ya compartiendo, estimulando y produciendo libertad en tu familia? Hoy es un buen día para empezar.
Así ustedes podrán vivir entre nosotros y el país quedará a su disposición para que lo habiten, hagan negocios, se muevan con libertad, y adquieran terrenos. Gen 34:10
Me diste libertad; ¡me libraste porque me amas! Sal 18:19
Dios da un hogar a los desamparados y libertad a los cautivos; los rebeldes habitarán en el desierto. Sal 68:6
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