La lucha con la esclavitud sexual llega a un avance cuando un hombre finalmente tiene un asidero en el plan de Dios para su vida y cuando esta visión dada por Dios se ha hecho parte de su pensamiento.
Sin embargo valores fuertes deben moldear los cimientos de esta visión, para que él triunfe en momentos de experimentar el fracaso interno debido a las presiones sexuales despiadadas.
Estando Alertas a Nuestros Límites. Pedro declaró que, a nuestra fe básica tenemos que añadir no sólo el buen carácter y el conocimiento espiritual sino también la disciplina alerta y la paciencia apasionada. Ésta es la fotografía de un hombre, que bajo la intensidad de pasiones o emociones involucradas en una situación, perseveraba con sus convicciones. Es una fotografía de integridad bajo presión.
La idea de Pedro de paciencia apasionada tiene que ver con enfrentar valientemente los juicios y las tribulaciones que la vida nos trae, porque hemos captado la vista de algo mucho más grande que la inmediatez del momento. Es una fotografía de integridad en la mitad del dolor personal. Es estando alerta a nuestros límites y no yendo solo o fingiendo ser más de lo que nosotros somos.
El Alto Costo de dividir nuestra vida. Dividir nuestras vidas en cuartos para no verla como un todo permite que nosotros sujetemos valores conflictivos y finjamos que nada está equivocado. La integridad que proviene Dios es cuando nuestros salones internos están en armonía con nuestras creencias más profundas. Cuando llevamos nuestras vidas con integridad, Dios es el cimiento de nuestra morada, no una habitación reservada para visitar en nuestros momentos más espirituales. La integridad es la clave para reconstruir la confianza que la esclavitud sexual ha devastado con su engaño.
Cuestiones Más Profundas.
1. Impaciencia. El esperar es una de las herramientas más grandes de Dios para nuestro crecimiento. La paciencia desarrolla fuerza de carácter en nosotros. La integridad, o el desarrollo del carácter, comienzan con el esperar. Nuestra habilidad para retrasar el placer es una señal de madurez espiritual. Es en momentos ordenados por Dios de esperar que los propósito y el plan de Dios son revelados (Romanos 5: 3,4).
2. Frustración. A menudo cuando Dios nos habla en nuestras frustraciones, Él rara vez comienza con la cosa que más nos molesta. Más a menudo Dios nos desafía a que comprendamos su propósito en la mitad de nuestra frustración (Jueces 6: 11,12). Para comprender nuestro llamado dado por Dios, debemos primero mirar a nuestras frustraciones.
3. Derrota. La derrota causa sentimientos de que Dios terminó con nosotros. La experiencia de la derrota puede ser experimentada como un profundo sentimiento de fracaso de que no importa que tan duro uno lo haya intentado, el cambio nunca perdura. La derrota es una herramienta poderosa en el arsenal de satanás, donde los sentimientos de desesperanza y derrota contaminan nuestro sueño dado por Dios. La derrota a menudo precede el lanzamiento lejos de su integridad con desesperación de un hombre. El cambio duradero y la nueva vida son posibles cuando nosotros somos capaces como Pedro (Lucas 5:1, 2, 4, 5), ante nuestra decepción y derrota de decir, “No obstante”. No obstante me levanto y sacudo el polvo de mis vestidos y comienzo de nuevo.
Dios está en el trabajo de establecer valores en nuestra vida interna que dan fuerza a la visión de Dios para nuestra vida. Pongamos todo lo que somos y todo lo que tenemos en la mano de Dios.
Estando Alertas a Nuestros Límites. Pedro declaró que, a nuestra fe básica tenemos que añadir no sólo el buen carácter y el conocimiento espiritual sino también la disciplina alerta y la paciencia apasionada. Ésta es la fotografía de un hombre, que bajo la intensidad de pasiones o emociones involucradas en una situación, perseveraba con sus convicciones. Es una fotografía de integridad bajo presión.
La idea de Pedro de paciencia apasionada tiene que ver con enfrentar valientemente los juicios y las tribulaciones que la vida nos trae, porque hemos captado la vista de algo mucho más grande que la inmediatez del momento. Es una fotografía de integridad en la mitad del dolor personal. Es estando alerta a nuestros límites y no yendo solo o fingiendo ser más de lo que nosotros somos.
El Alto Costo de dividir nuestra vida. Dividir nuestras vidas en cuartos para no verla como un todo permite que nosotros sujetemos valores conflictivos y finjamos que nada está equivocado. La integridad que proviene Dios es cuando nuestros salones internos están en armonía con nuestras creencias más profundas. Cuando llevamos nuestras vidas con integridad, Dios es el cimiento de nuestra morada, no una habitación reservada para visitar en nuestros momentos más espirituales. La integridad es la clave para reconstruir la confianza que la esclavitud sexual ha devastado con su engaño.
Cuestiones Más Profundas.
1. Impaciencia. El esperar es una de las herramientas más grandes de Dios para nuestro crecimiento. La paciencia desarrolla fuerza de carácter en nosotros. La integridad, o el desarrollo del carácter, comienzan con el esperar. Nuestra habilidad para retrasar el placer es una señal de madurez espiritual. Es en momentos ordenados por Dios de esperar que los propósito y el plan de Dios son revelados (Romanos 5: 3,4).
2. Frustración. A menudo cuando Dios nos habla en nuestras frustraciones, Él rara vez comienza con la cosa que más nos molesta. Más a menudo Dios nos desafía a que comprendamos su propósito en la mitad de nuestra frustración (Jueces 6: 11,12). Para comprender nuestro llamado dado por Dios, debemos primero mirar a nuestras frustraciones.
3. Derrota. La derrota causa sentimientos de que Dios terminó con nosotros. La experiencia de la derrota puede ser experimentada como un profundo sentimiento de fracaso de que no importa que tan duro uno lo haya intentado, el cambio nunca perdura. La derrota es una herramienta poderosa en el arsenal de satanás, donde los sentimientos de desesperanza y derrota contaminan nuestro sueño dado por Dios. La derrota a menudo precede el lanzamiento lejos de su integridad con desesperación de un hombre. El cambio duradero y la nueva vida son posibles cuando nosotros somos capaces como Pedro (Lucas 5:1, 2, 4, 5), ante nuestra decepción y derrota de decir, “No obstante”. No obstante me levanto y sacudo el polvo de mis vestidos y comienzo de nuevo.
Dios está en el trabajo de establecer valores en nuestra vida interna que dan fuerza a la visión de Dios para nuestra vida. Pongamos todo lo que somos y todo lo que tenemos en la mano de Dios.
Dr. Ted Roberts
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