LA REVOLUCIÓN Y LA EXALTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Todo anuncia una intervención extraordinaria de la Santísima Virgen.
¿Quae es ista? ¿Y quién es esta mujer?
Es la Madre del Creador del Cielo y de la Tierra. Es la única Mujer fecundada por Dios. No hay que temer exagerar en tener confianza en honrar y amar a María Santísima, porque el ejemplo nos es dado por la Santísima Trinidad: Dios Padre, confiándole el Verbo, Dios Hijo, honrándola como Madre, Dios Espíritu Santo, amándola como Esposa.
Ahora, si la Teología atribuye al Padre la Creación, al Hijo la Redención, al Espíritu Santo la difusión de la Iglesia, la teología siempre atribuye a la Santísima Virgen el papel de aplastar la cabeza de la Serpiente y sus obras: la Revolución.
Después de las últimas grandes apariciones de la Santísima Virgen en Lourdes, en La Salette, en Fátima, la atención de los católicos es atraída por la Providencia sobre el papel histórico de la Santísima Virgen.
¡Que venga el Reino de María anunciado por S. Luis Grignon de Monfort!
¡Maria vincit! ¡Maria regnat! ¡María imperat!
Padre Giulio Maria Tam
viernes, 16 de agosto de 2013
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