EL BUEN PASTOR
¡HIJOS PREDILECTOS, SENTÍOS ORGULLOSOS DE SER SACERDOTES Y DE PORTAR LAS VESTIDURAS SAGRADAS!
6 DE AGOSTO DE 2013 – 8:25 A.M.
LLAMADO DE MARÍA ROSA MÍSTICA A SUS HIJOS PREDILECTOS
Hijos predilectos hoy me dirijo a vosotros y os pido de corazón que volváis a utilizar el cleriman, para que os distingáis de mis hijos laicos. Acordaos que vosotros sois ministros de Dios y debéis vestir las vestiduras propias de este ministerio. El mundo y sus placeres están haciendo perder a muchos de vosotros, la inmensa mayoría de mis sacerdotes y ministros han optado por vivir relajados como hombres de mundo y se han olvidado que son elegidos del Padre, con la misión de pastorear el rebaño de Dios.
¡Oh, cuántos sacerdotes y ministros de la Iglesia se me están perdiendo por la comodidad y falta de compromiso al Evangelio de mi Hijo y doctrina de la Iglesia!. Un sacerdote es un representante de Dios aquí en la tierra, un sacerdote es la imagen de mi Hijo, Sumo y Eterno Sacerdote; un sacerdote es un ser espiritual en el cual Dios ha puesto sus complacencias. Es tan grande el ministerio sacerdotal que el mismo Dios se hace vida en medio de su pueblo, a través de la consagración hecha por las manos consagradas de un sacerdote en la Santa Misa.
Hijos predilectos, ser sacerdote es un privilegio, es la bendición más grande que Dios envía al mundo; es el oficio más dignificante que puede existir; un sacerdote es un enviado del cielo cuya misión es guiar al pueblo de Dios por el camino de la salvación. Hijos predilectos, sentíos orgullosos de ser sacerdotes y de portar las vestiduras sagradas. Vosotros sois los pastores del pueblo de Dios, vestid pues como pastores, acordaos que ya vosotros no sois de este mundo; Dios os ha elegido entre muchas naciones para que también vosotros seáis: Camino, Verdad y Vida, para los hijos de Dios y alumbréis las tinieblas de este mundo llevando la Palabra del Señor a todos los rincones de la tierra.
De todas las profesiones que hay en este mundo la más grande y sublime es ser sacerdote. Hijos predilectos, el pueblo de Dios os necesita, caminad con el Señor y sed testigos de Dios ante los hombres. Llevad con orgullo las vestiduras sagradas y no salgáis a la calle vistiendo como hombres de mundo, porque estas vestiduras no son las apropiadas para un Ministro de Dios. El cielo llora conmigo por la pérdida de tantos de mis predilectos que se dejaron llevar por los placeres del mundo y se olvidaron del compromiso que tenían con el Evangelio de mi Hijo.
Los pecados de la carne están llevando a la muerte espiritual a muchos sacerdotes y ministros de Dios. Este mundo y sus placeres están desviando del camino a muchos pastores de la Iglesia de mi Hijo. Muchos ya no cumplen con sus votos sacerdotales de: Obediencia, Pobreza y Castidad. Mi adversario los está sacando de la vida sacerdotal y los está conduciendo por la vida fácil y la comodidad, para luego robarles el alma. La falta de compromiso sacerdotal y la oración están llevando al abismo a muchos sacerdotes y de paso muchas almas se están perdiendo por el mal ejemplo de algunos de mis predilectos.
Hago un llamado urgente a todos mis hijos predilectos que se han desviado, para que retomen cuanto antes su compromiso sacerdotal y vuelvan a ser luz y camino para el pueblo de Dios. Hijos míos, orad por mis predilectos, adoptad espiritualmente a mis sacerdotes, no los abandonéis; la soledad de la vida sacerdotal está haciendo que muchos se desvíen, no los juzguéis, porque sólo Dios puede hacerlo. Ayudadme con vuestras oraciones, súplicas y ayunos, para que juntos rescatemos a mis predilectos que se han desviado del camino.
Vuestra Madre, María Rosa Mística.
lunes, 12 de agosto de 2013
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