BASTONES DE MANDO

BASTONES DE MANDO DE MARISCALES DE CAMPO


En este blog, he dedicado un cierto número de posts ha analizar los símbolos de la autoridad sacra. Hoy os pongo un símbolo de autoridad militar, dos bastones de mariscal de campo de la época del III Reich.

Este símbolo existía también en el ejército de España desde la época imperial de Carlos V. Hay óleos en que algunos nobles aparecen con este tipo de bastón. También existía en el ejército francés, pues su origen se retrotrae a los legados de la Republica Romana. Más sorprendente me resultó encontrar un cuadro inglés con el mismo elemento.

Desde un punto de vista estético, qué duda cabe que es muy bello. Además, cada bastón de mando alemán era distinto y se entregaba en un estuche.

Estados Unidos puede afirmar con orgullo que la mayor parte de los bastones de los mariscales de campo de la Alemania nazi están en poder de sus museos. Y están allí no comprados o adquiridos por cesiones, sino por derecho de conquista. Para apoderarse de cada uno de esos bastones fue necesario derrotar a varias divisiones, y cada división no tiene menos de diez mil soldados.

¿Por qué he tocado este tema hoy en el post? Pues por una razón eclesiástica, como explícaré.

LOS SÍMBOLOS

Sigue del post de ayer. El ver cómo los ejércitos, cómo todas las sociedades en todas las épocas y en todos los lugares del mundo, han cuidado tanto sus símbolos, nos enseña el por qué la Iglesia cuida tanto sus propios símbolos eclesiásticos.

He dicho símbolos eclesiásticos, es decir, aquellos que se refieren a la jerarquía eclesiástica. No estoy refiriéndome a los símbolos religiosos en general. Sino específicamente a los relativos a los rangos dentro del episcopado.Y es que los símbolos han sido cuidados tanto por los regímenes de derechas como de izquierdas, por ateos como por creyentes, por amantes de lo antiguo como por amantes de lo moderno. Los símbolos deben ser cuidadosamente preservados.

Viendo esos símbolos, incluso la gente sencilla percibía desde antiguo la importancia de ciertos rangos eclesiásticos.

Todo obispo debe tener un bonito anillo. Puede ser sencillo y sobrio, de metal, pero que respire dignidad. Incluso yo sugeriría tener otro más precioso con una piedra para las celebraciones litúrgicas importantes.

También debe cuidar el diseño del escudo episcopal. La heráldica constituye un lenguaje por sí mismo, con sus propias reglas. El escudo debe estar esmeradamente pensado. En esto, como ya he dicho otras veces, los obispos anglosajones suelen ser los mejores.

Por último, el obispo debe tener vestiduras corales para las grandes ocasiones. Vestirse mejor en una determinada ocasión es un modo de honrar a aquellos a los que se va a presidir.

PUBLICADO POR PADRE FORTEA