Ante las legislativas del 2 de noviembre.
Las elecciones de mitad de mandato renuevan toda la Cámara de Representantes, más de la mitad del Senado y 37 gobernadores.
Los sociólogos y analistas congregados esta semana por el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Católica de América, sita en Washington, son concluyentes en un punto: el patrón de voto de los católicos se parece en líneas generales al del conjunto de la población, y donde las diferencias son cada vez mayores es entre el electorado más joven y el de mayor edad, y entre los votantes hispanos y los blancos.
Las encuestas cara a las “midterm elections” [elecciones de mitad de mandato], que tendrán lugar el próximo 2 de noviembre, reflejan esa tendencia. Ese día se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 37 del Senado, 37 gobernadores de Estados y 88 cámaras estatales. Se prevé una amplia victoria republicana, tras el espectacular hundimiento de la popularidad de Barack Obama.Que es particularmente significativa entre los católicos. En 2008 votaron mayoritariamente por el actual inquilino de la Casa Blanca, salvo en el sector de los católicos blancos que van a misa más de una vez a la semana. Ahora su derrota, según los datos que ofreció Gregory A. Smith, del Pew Forum on Religion and Public Life, será segura entre los católicos blancos en general, que se inclinarán en un 50% por los candidatos republicanos, hasta un 53% en el caso de los católicos que van a misa semanalmente.
Según recoge Catholic News Service, asuntos como el aborto o el matrimonio homosexual serán relevantes para, respectivamente, un 31% y un 23% de los votantes católicos, quienes señalan entre sus preocupaciones principales las mismas que el resto del electorado: la economía, el paro y el terrorismo.
Sin embargo, esa proporción entre un cuarto y un tercio del electorado católico puede ser decisiva para decidir muchos cargos en juego. El fenómeno del Tea Party, que no tiene orientación confesional concreta, produce simpatía entre los católicos más comprometidos en los debates públicos. De hecho la estrella emergente del Tea Party, Christine O´Donnell, que ganó recientemente las primarias republicanas para optar a un puesto de senadora por Delaware, es católica, posteriormente vinculada a grupos de “cristianos renacidos”, y activa militante provida.
Por su parte, Robert Jones, presidente del Instituto para la Investigación de la Religión Pública, aportó datos interesantes sobre la diferencia con que ven Estados Unidos los católicos anglosajones y los hispanos.
El 57% de los católicos anglosajones consideran que EE.UU. ha sido y es una nación cristiana, y un 12% creen que no lo ha sido nunca, frente a porcentajes de un 43% y un 19%, respectivamente, entre los católicos hispanos.
C.I./ReL
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