Hoy Cristo quiere entrar en nuestra historia, quiere ser el centro de nuestras vidas.
Me acuerdo de un famoso slogan que hace mucho tiempo estuvo en que decían: “Pepsi es lo de hoy”. En el mundo de los anuncios es fácil percibir la intención del mensaje detrás de cada slogan. En este caso, Pepsi buscaba convencer al consumidor que era un producto para jóvenes, una bebida actual. A la vez que se afirmaba como un refresco “juvenil”, atacaba sutilmente la competencia insinuando que aquella no era una bebida para gente joven.
Si Pepsi es lo de hoy o no, no lo sé (dejo el juicio a cargo del lector), pero lo que sí sé es que este slogan puede ser usado mucho mejor de otra forma, que a continuación propongo: “Cristo es lo de Hoy”. Jesucristo es aquél que no envejece nunca. Hace más de dos mil años unos humildes pastores escucharon de algunos ángeles: Hoy os ha nacido en la ciudad de David un salvador, que es Cristo el Señor.
Y es que después de tanto tiempo, Jesús todavía se encuentra entre nosotros y siempre estará presente porque, de hecho, Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
Si abrimos el Nuevo Testamento en cada uno de sus cuatro evangelios, veremos que la palabra o el concepto “hoy” es una constante durante la vida de Cristo. En sus varios encuentros con la gente, parece que había un sentido de urgencia en su misión. Recuerda la samaritana, como Cristo cambió su vida en el instante que aquella mujer paró para tomar agua del pozo. Está también el caso de Zaqueo, aquel rico publicano que subió a un árbol para ver a Jesús: “Zaqueo, baja del árbol porque hoy voy a comer en tu casa”. Mateo estaba cobrando impuestos cuando Cristo le miró y le llamó; al instante (su hoy) dejó sus monedas y siguió al Maestro. Que no decir de Pedro, Andrés, Juan y Santiago y tantos otros.
Pero el pasaje que más claramente refleja esta urgencia de Cristo, es cuando Él está padeciendo en la cruz entre dos ladrones. Uno de ellos le dice “Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”. A lo que Cristo respondió: “Hoy estarás conmigo en el paraíso".
El Cristo que es el mismo ayer hoy y siempre, hoy se acerca a ti y a mí y nos pregunta cómo queremos vivir nuestra vida en ahora en adelante en este nuevo año. Al buen ladrón le bastó una frase, un mínimo de interés por el Reino para tener abiertas las puertas del paraíso.
Hoy Cristo quiere entrar en nuestra historia, quiere ser el centro de nuestras vidas. Por eso se hizo hombre, para que cada uno de nosotros empezara una nueva vida en él. Esto significa cambiar, progresar, superarnos. Tal vez necesitamos orar más, o acudir a los sacramentos, o tal vez vivir mejor la caridad en nuestra familia y entre los amigos. Sea como fuere, este año es un momento ideal para empezar un nuevo hoy en nuestras vidas.
Hay un sabio dicho que nos invita a no dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Cuando se trata de Cristo esa verdad se hace más necesaria. Si cada día es un nuevo hoy en el cual decidimos vivir junto a Cristo, estaremos garantizando nuestra felicidad en esta vida y además, nuestra salvación.
Autor: Paulo Monteiro
2 comentarios:
Que gusto y que pacer me ha probocado esta lectura, saber que es tan sencillo, escuchar el claro llamado de JESUS, felicidades por esos pensamientos, y claro que sí!!!! ¡¡¡¡CRISTO ES LO DE HOY!!!!
GRACIAS POR TU COMENTARIO
BENDICIONES POR CASA
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