lunes, 4 de febrero de 2008

¿NO QUIERE CONFESAR MIS MULAS?

San Antonio María Claret estaba predicando la santa misión en la Provincia de Cataluña, España. Y encontró un día a un arriero que le preguntó descaradamente:
"Padre, usted que es el misionero, ¿no quiere confesar mis mulas?"
Tus mulas no necesitan confesarse - le respondió el padre - pero tú sí: hace nueve años que no te confiesas
Y ¿cómo me conoce usted? - dijo el arriero - viendo que el padre le había atinado
Yo no te conozco. Pero estoy viendo esos nueve pecados mortales que cargas en la conciencia porque tienes nueve años que no te confiesas
Era la pura verdad. Y el arriero, al ver que el santo le estaba leyendo en el alma, se hinco a un lado de la carretera y el santo lo confesó.

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