Vísperas de su visita a Alemania.
Con un semblante muy serio, Benedicto XVI ha dirigido un bellísimo mensaje a sus compatriotas a través de la televisión pública.
El próximo jueves Benedicto XVI inicia su tercera visita a Alemania, primera en cinco años, y ha querido dirigirse a sus compatriotas en su lengua propia a través de una emisión grabada en el programa Wort zum Sonntag [Palabra dominical] de la televisión pública alemana ARD.
"Estoy muy contento", expresó, mostrando una "alegría" particular por su estancia en Berlín y la oportunidad de dirigirse al Bundestag, el parlamento alemán, y de celebrar una misa multitudinaria en el estadio olímpico de la capital germana.
Joseph Ratzinger mostraba un semblante serio y una voz cansada, pero el contenido de sus palabras fue una continua mano tendida. Aunque el viaje apostólico ha suscitado algunos rechazos, la canciller Angela Merkel ha multiplicado en los últimos días los gestos y palabras de acogida al Papa.
Explicó que en Erfurt, "en el monasterio agustino, en la iglesia agustina" donde Lutero "inició su camino", se encontrará con representantes de la Iglesia Evangélica Alemana: "Rezaremos juntos, escucharemos la Palabra de Dios, pensaremos y hablaremos juntos". Pero precisó las expectativas: "No esperamos ningún acontecimiento sensacional; de hecho, la verdadera grandeza del evento consiste justo en que en este lugar podemos pensar juntos, escuchar la Palabra de Dios y rezar, y así estaremos íntimamente unidos y se manifestará un verdadero ecumenismo".
Tras resumir otras etapas del viaje, Benedicto XVI recordó que "todo esto no es turismo religioso, y menos todavía un show. Se trata de lo que dice el lema de estos días: ‘Donde está Dios, hay futuro’. Se trata de que Dios vuelva a nuestro horizonte, ese Dios tan a menudo totalmente ausente, pero del que tenemos tanta necesidad".
Un mensaje bellísimo.
Luego habla el Raztinger más teólogo para explicar en qué forma podemos saber que Dios existe, en un párrafo para enmarcar:
"Podemos intuir algo de la grandeza de Dios en la grandeza del cosmos. Si podemos construir el mundo a través de la técnica, es porque está construido en forma racional. En la gran racionalidad del mundo podemos intuir el espíritu creador del cual proviene, y en la belleza de la Creación podemos intuir algo de su belleza, de su grandeza y de su bondad. En las palabras de las Sagradas Escrituras podemos escuchar palabras de vida eterna que no vienen simplemente de hombres, sino que vienen de Él, y en ellas escuchamos su voz. Finalmente, también casi vemos a Dios en las personas que han sido tocadas por Él. Y no pienso sólo en los grandes, desde Pablo a Francisco de Asís hasta Madre Teresa: pienso en tantas personas sencillas de las que nadie habla y, sin embargo, cuando nos encontramos con ellas, de ellas emana una bondad, sinceridad y alegría que nos dice que ahí está Dios, y sabemos entonces que también nos toca a nosotros".
Luego habla el Raztinger más teólogo para explicar en qué forma podemos saber que Dios existe, en un párrafo para enmarcar:
"Podemos intuir algo de la grandeza de Dios en la grandeza del cosmos. Si podemos construir el mundo a través de la técnica, es porque está construido en forma racional. En la gran racionalidad del mundo podemos intuir el espíritu creador del cual proviene, y en la belleza de la Creación podemos intuir algo de su belleza, de su grandeza y de su bondad. En las palabras de las Sagradas Escrituras podemos escuchar palabras de vida eterna que no vienen simplemente de hombres, sino que vienen de Él, y en ellas escuchamos su voz. Finalmente, también casi vemos a Dios en las personas que han sido tocadas por Él. Y no pienso sólo en los grandes, desde Pablo a Francisco de Asís hasta Madre Teresa: pienso en tantas personas sencillas de las que nadie habla y, sin embargo, cuando nos encontramos con ellas, de ellas emana una bondad, sinceridad y alegría que nos dice que ahí está Dios, y sabemos entonces que también nos toca a nosotros".
Un breve y bello discurso del Papa sobre uno de sus temas más recurrentes: la necesidad de volver a Dios, y la racionalidad de la fe.
C.L/ReL
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