miércoles, 15 de enero de 2014

LA CANCIÓN MAS ANTIGUA...

DE LA CANCIÓN MÁS ANTIGUA DE LA HISTORIA

Pues sí, porque como para todo, hay una canción que es la más antigua conocida, que por cierto, en este caso, no es poco antigua, como va Vd. a ver, mucho más probablemente de lo que nunca haya imaginado.

Se trataría del “Himno de Ugarit”, también conocido como “Himno a Nikal” y museísticamente hablando como “h.6”.

El “Himno de Ugarit” es uno de los treinta y seis llamados “Cantos Hurritas”, y de ellos, el único que nos ha llegado más o menos completo e interpretable. Apareció en unas tablillas de arcilla grabadas en escritura cuneiforme que descubiertas en las excavaciones del Palacio Real de la ciudad de Ugarit, la actual Ras Shamra en Siria, a principios de los años 50, se conservan hoy día en el Museo Nacional de Damasco.

Los hurritas eran un pueblo no semita procedente de Armenia que se estableció en el norte de Mesopotamia, en un territorio similar al que ocupan hoy los kurdos, durante el segundo milenio antes de Cristo, cuya principal realización histórica fue el importante Reino de Mitani en el s. XV a. C.. Escribían en cuneiforme, una escritura característica de tipo, por cierto, fonético, como las que utilizamos hoy día, mucho más sencilla y al mismo tiempo evolucionada que escrituras simbólicas como la jeroglífica de los egipcios o los sinogramas llamados kanji en Japón y hanzi en China.

Como decimos arriba, el “Himno de Ugarit” es conocido también como “Himno a Nikal” por estar dedicado a Nikal, esposa del dios de la Luna, una luna que aparece pues como masculina contrariamente a lo que ocurrirá en mitologías posteriores. Música y religión unidas, pues, desde los albores de la historia; la canción más antigua conocida al día de hoy dedicada a una diosa.

Data nada menos que del año 1400 a.C., tres mil cuatrocientos años de antigüedad en consecuencia, y sobrepasa en más de un milenio a los más antiguos himnos hallados hasta la fecha.

En la parte superior de las tabillas aparece el texto del Himno, y en su parte inferior la notación musical, así como unas instrucciones para su interpretación por un cantante acompañado de una lira de nueve cuerdas llamado “sammûm” y las instrucciones para afinar el arpa.

Por lo que hace al texto, se han propuesto por lo menos tres hipótesis: la Emmanuel Laroche en 1968, la de Hans-Jochen Thiel en 1977, y la de Theo J. H. Krispijn en 2000. Esta última reza más o menos así:

“En cuanto a los que te ofrecen, prepara dos hogazas en sus tazones, mientras hago un sacrificio delante de él.

Han elevado sacrificios al cielo para su bienestar y fortuna.

En el símbolo de la espada de plata a la derecha de tu trono los he ofrecido.

Yo anularé tus pecados sin taparlos ni negarlos, los traeré a Ti para serte agradable. Tú amas a los que vienen a reconciliarse. He venido a ponerlos ante Ti para librarme de ellos con el ritual de reconciliación. Te rendiré honores y a tus pies no […]

Es Nikal, la que los fortalecerá. Ella permite que las parejas tengan hijos. Ellas los permite nacer para sus padres. Pero los progenitores gritarán: “Ella no ha dado a luz niño alguno. ¿Por qué no tengo niños nacidos de una verdadera esposa para Ti?”

En cuanto a la música, han trabajado en su interpretación muchos expertos, proponiéndose hasta una decena de posibles versiones: la primera es la de David Wulstan (1971), a la que siguen la de A. D. Kilmer (1974), M. Duchesne-Guillemin (1977), Raoul Vitale (1982), Cerny (1988), M. L. West (1993), Richard Dumbrill (1998), Monzo (2000), Theo J. H. Krispijn (2000). Debajo les propongo la que nos ofrece Richard Dumbrill.

Por último, debajo de texto y notación, aparece en las tablillas una alusión que dice:

“Esta es una canción en tonalidad nitkibli, transcrita por Ammurabi”.

Aunque el propio Himno no da cuenta de su autor, en el resto de las tablillas se mencionan cuatro compositores, a saber, Tapšiẖuni, Puẖiya(na), Urẖiya, y Ammiya, cualquiera de los cuales podría ser el de nuestro “Himno a Nikal”.

Luis Antequera

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