LAS PERSONAS VENCEDORAS
Y
LAS PERSONAS DERROTADAS
Cuando un triunfador comete un error, dice: “Me equivoqué”, y aprende la lección.
Cuando un perdedor comete un error, dice: “No fue culpa mía”, y responsabiliza a otros.
Un triunfador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros.
Un perdedor se siente víctima durante las adversidades.
Un triunfador sabe que el resultado de las cosas depende de sí mismo.
Un perdedor cree que existe la mala suerte.
Un triunfador trabaja mucho y dedica más tiempo para sí mismo.
Un perdedor está siempre “muy ocupado” y no tiene tiempo ni siquiera para los suyos.
Un triunfador enfrenta los desafíos uno a uno.
Un perdedor rodea los desafíos y no se atreve a intentar.
Un triunfador se compromete, da su palabra y la cumple.
Un perdedor hace promesas, no se pone “manos a la obra” y cuando falla sólo se sabe justificar.
Un triunfador escucha, comprende y responde.
Un perdedor no espera que llegue su momento de hablar.
Un triunfador respeta a aquellos que saben más y se preocupa en aprender algo de ellos.
Un perdedor se resiste a todos los que saben más y sólo se fija en sus defectos.
Un triunfador se siente responsable por algo más que por su propio trabajo.
Un perdedor no se compromete y siempre dice: “Hago mi trabajo y ya es bastante”.
Un triunfador dice: “Debe haber una forma mejor de hacerlo...”.
Un perdedor dice: “Esta es la forma en que siempre lo hemos hecho. No hay otra...”.
Un triunfador es PARTE DE LA SOLUCIÓN.
Un perdedor es PARTE DEL PROBLEMA.
Un triunfador consigue “ver el bosque en su totalidad”.
Un perdedor se fija sólo “en el árbol que le toca plantar”.
HAS LO QUE PUEDAS, Y LO QUE NO PUEDAS... DÉJASELO A DIOS
martes, 23 de octubre de 2007
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