UN DIOS DE TODOS
Las genealogías hebreas se hacen por línea masculina. Por eso llama la atención, que en la genealogía que leemos hoy en el evangelio de Mateo, se nombre a cuatro mujeres hasta llegar a María. Entre ellas dos no sin ni siquiera judías. Rut era moabita y Rahab, además, era prostituta. Las dos judías, una, la mujer de Urías cometió adulterio con David y, la otra, Tamar tuvo descendencia de su suegro mediante engaño.
Mateo incluye a esas cuatro mujeres y nos indica que Dios es un Dios de todos. La salvación se ofrece a todo el mundo y no es cosa de unos privilegiados. A Jesús se llega por todos los caminos si sabemos buscarlo. Justos y pecadores están llamados a seguirlo y de lo que se trata es de imitarlo y ser, nosotros también, personas abiertas a toda la humanidad.
Joan Josep Tamburini
martes, 17 de diciembre de 2013
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