lunes, 28 de abril de 2008

TEMOR A LA MUERTE


Hermosas las Homilías del p. Jorge Remusgo (Teólogo Moral) que escuché cuando estaba él prestadito en la Parroquia Cristo Rey de Santa Beatriz-Lima-Perú. Personalmente disfruto cuando él habla sobre el matrimonio o de la muerte.

Suena macabro el decir que disfruto escuchando hablar de la muerte, pero lo cierto es que disfruto aprendiendo y enseñando sobre cualquier tema que me interesa.

Normalmente cuando uno habla de Dios, repite las enseñanzas de nuestros sacerdotes, sean teólogos o no, indudablemente porque saben más que nosotros, y es deber nuestro retrasmitir estas enseñanzas a todos aquellos que quieren saber algo más de nuestra religión. Se trata de que LA PALABRA DE DIOS pase de boca en boca o través del papel, o de cualquier otro medio, de la manera más fiel, tal como antiguamente lo hacían los primeros cristianos.

El p. Jorge es Teólogo Moral y tiene una forma muy especial de trasmitir lo que él también aprendió, y lo hace de una manera muy didáctica que llega a la mente y a los corazones de aquellos que van a Misa a nutrirse de la PALABRA. Cuando un buen sacerdote hace bien su trabajo hay que reconocerlo e inclusive recomendarlo, para que otros lo escuchen, sobre todo para que, aquellos hambrientos de conocimientos, como yo, logren saciarse y llenarse de Dios.

Voy a tratar de plasmar de memoria en este simple mensaje la Homilía, de tal manera que puedan todos captar el mensaje. Dios me ayude.

La Homilía del p. Jorge (Charla después del Evangelio)
Gráficamente conceptuamos la existencia humana como una linea llamada VIDA que en cierto momento cambia de nombre y se llama MUERTE. Veamos…

VIDA - MUERTE = ERROR

En realidad, si pensamos así, estamos completamente equivocados. Ahora veamos como realmente cambia de nombre y se llama MUERTE, como una pequeña interrupción entre la VIDA TERRENA y la VIDA ETERNA.

VIDA TERRENA - MUERTE - VIDA ETERNA = CORRECTO

En la VIDA TERRENA consideremos lo que hemos hecho a todo nivel: alegrías, penas, logros, fracasos, virtudes, pecados, cosas buenas, maldades, verdades, mentiras, lealtad, traición, salud, enfermedad.

A la MUERTE considerémosla como la PEQUEÑA LINEA que divide AMBAS VIDAS. Nada más que eso es la MUERTE; pero muchos le atribuyen las enfermedades, dolores y sufrimientos y otros, que realmente pertenecen a la VIDA TERRENA. Le dan a la MUERTE una fama de dolor y sufrimiento que no se merece. Si tuviéramos que definir a la MUERTE en un TIEMPO REAL HUMANO podríamos decir que la MUERTE dura un MICROSEGUNDO. No hay dolor, no hay gozo, simplemente es un paso de una VIDA a otra VIDA.

La VIDA ETERNA la podríamos dividir primariamente en dos:

CIELO - INFIERNO

En el INFIERNO no hay ninguna posibilidad… es la MUERTE ETERNA sin la visión gloriosa de DIOS. Es NO GOZAR DE LA PRESENCIA DE DIOS ETERNAMENTE.

Al CIELO lo dividimos en dos:

PURGATORIO - GLORIA ETERNA

Estar en el PURGATORIO es estar salvo y camino a la GLORIA ETERNA una vez purificados. Es nuestro BAÑO TURCO, un SAUNA que nos limpia hasta convertirnos en luz para ver la LUZ. Es el efecto de estar de MENOS CERCA A MÁS CERCA DE DIOS. Es como sentarse al final de las bancas de la Iglesia e irse acercando poco a poco al SAGRARIO. De todas formas, todo aquel que está en el PURGATORIO está más cerca de Dios que cualquiera de nosotros aquí en este mundo llamado Tierra, por más bueno que alguien sea… del PURGATORIO nadie se escapa… ni la Madre Teresa, a menos que Dios decida otra cosa. Se sabe que algunos se fueron directamente al Cielo porque Dios, así lo quiso…. pero no es lo usual.

¿Cómo avanzamos más rápido una vez en el PURGATORIO para alcanzar la gloria?: Pues, la única forma de lograrlo es con las oraciones de todos aquellos, familiares, amigos y de todos los que piden por las ALMAS DEL PURGATORIO. Una vez en el PURGATORIO, no podemos hacer nada por nosotros mismos… dependemos de las oraciones.

Ama como te lo pide Dios y encontrarás que muchos te amarán y cuando partas pedirán por ti. El que fue bueno en la Tierra pero que nunca amó, no tendrá quien ore por él y será lento su acercamiento a Dios… llegará de todas maneras, pero no tan rápido como si tuviera a gente que lo amó que pida por él. Con el cambio de vida no termina el DAR y el RECIBIR, porque pedimos por el alma de alguien para que llegue más rápido y esta alma, una vez que llegue a la Gloria, pedirá por nosotros. Es una CADENA DE AMOR que nadie puede romper.

La Iglesia también se preocupa por las ALMAS DE PURGATORIO y pide rezar en días especiales por estas. En los claustros (monasterios, seminarios, etc.) sucede lo mismo con los religiosos y religiosa que también rezan por la misma razón, y es más, rezan también por las almas que no hicieron nada malo pero que tampoco hicieron nada bueno.

La GLORIA ETERNA, es el premio a nuestra perseverancia por el camino del Señor en la Vida Terrena. Es nuestro Paraíso. Es poder ver a Dios eternamente en todo su esplendor, fulgor y gloria. Es el PREMIO más grande de un alma que se esforzó por lograrlo.

Nota: ¡Oh, Señor! Te doy gracias por haberme iluminado, a través del Espíritu Santo, para recordar, aunque en síntesis, la Homilía sobre la Muerte. Pido disculpas si se me olvidó algo y si no he sido tan explícito como el p. Jorge.

Recomiendo, que si quieren nutrirse de la PALABRA y alimentarse del CUERPO y SANGRE de Cristo, vayan a Misa… hay un gran banquete esperándolos. Recuerden que la TRANSUSTANCIACIÓN (milagro por el cual en la Hostia está el Cuerpo y la Sangre de Cristo) es lo más grande que existe diariamente en las Misas, es más grande que la cura del SIDA, del CÁNCER o de la RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS.

SEÑOR, AYÚDAME A SER SANTO ANTES DE MORIR… PARA NO MORIR
José Miguel Pajares Clausen

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