“La Luz de tu propia conciencia es el obsequio más magnífico que jamás podrás dar, es lo más valioso que existe. Tu expresión individual de la Luz es tan preciosa en su perfección y belleza”.
John-Roger
TE QUIERO HIJO:
Ahora no te veo demasiado, porque sé que tienes cosas importantes de las que debes ocuparte. Tienes que crecer y eso es más importante que cortar cheques, comprar acciones, girar en descubierto o ayudar a hacer tortas.
Tienes que aprender que eres capaz de hacer cosas y encarar proyectos y que no tienes que aprender a manejar eso. Tienes que aprender sobre las personas y sobre como se comportan cuando se sienten bien consigo mismas y cuando no. Si, hasta tendrás que aprender a fingir que insultar no lastima. Siempre lastimará, pero tendrás que disimular.
¿Cuando fue la última vez que te dije que me siento orgulloso de ti?
John-Roger
TE QUIERO HIJO:
Ahora no te veo demasiado, porque sé que tienes cosas importantes de las que debes ocuparte. Tienes que crecer y eso es más importante que cortar cheques, comprar acciones, girar en descubierto o ayudar a hacer tortas.
Tienes que aprender que eres capaz de hacer cosas y encarar proyectos y que no tienes que aprender a manejar eso. Tienes que aprender sobre las personas y sobre como se comportan cuando se sienten bien consigo mismas y cuando no. Si, hasta tendrás que aprender a fingir que insultar no lastima. Siempre lastimará, pero tendrás que disimular.
¿Cuando fue la última vez que te dije que me siento orgulloso de ti?
Supongo, que si no lo recuerdo, me falta mucho por hacer. No recuerdo la última vez que te grite, pero, haciendo un balance, no te he dado tantas palmadas como gritos.
Para que lo tengas en cuenta, si llegas a leer esto, estoy orgulloso de ti. Me gusta sobre todo tu independencia, la forma en que te cuidas pese a que me asusta un poquito. Nunca has sido demasiado quejoso y eso te convierte en un ser especial. La vida es demasiado breve para ocultar el afecto.
¿Porqué los chicos tardan tanto en darse cuenta que a los veintitrés necesitan tantos abrazos como a los cuatro?
Eres mejor que yo con los números. Y si hablamos de un juego sabes más que yo sobre los jugadores. Aprendí de ti. Y a los dos nos encantó que ganara nuestro equipo.
Hay tantas cosas que querría decirte… simplemente ahora quiero decirte “Te quiero, hijo…”
Para que lo tengas en cuenta, si llegas a leer esto, estoy orgulloso de ti. Me gusta sobre todo tu independencia, la forma en que te cuidas pese a que me asusta un poquito. Nunca has sido demasiado quejoso y eso te convierte en un ser especial. La vida es demasiado breve para ocultar el afecto.
¿Porqué los chicos tardan tanto en darse cuenta que a los veintitrés necesitan tantos abrazos como a los cuatro?
Eres mejor que yo con los números. Y si hablamos de un juego sabes más que yo sobre los jugadores. Aprendí de ti. Y a los dos nos encantó que ganara nuestro equipo.
Hay tantas cosas que querría decirte… simplemente ahora quiero decirte “Te quiero, hijo…”
Ricardo Hoggan
No hay comentarios:
Publicar un comentario