jueves, 19 de septiembre de 2013

SI NO ME CREEIS A MI...

SI NO ME CREÉIS A MÍ, AL MENOS CREED A NIETZSCHE

Hace tiempo vi una película española de 1962 de la que apenas me acuerdo de nada, se titulaba La Gran Familia. Entre las sombras del olvido, recuerdo que reflejaba los pequeños y grandes problemas de una familia en los años 60 en España. Una familia numerosa, unida, feliz. La película dejaba en las almas una visión optimista de la vida. La visión que la religión, que entonces permeaba todo, dejaba en todas las películas españolas de la época.

Casi cuarenta años después, se hizo una secuela. Evidentemente dejaba la impresión opuesta: la vida es una falsedad, nada tiene sentido, etc. Dejaba una visión pesimista, una visión sin fe, ni religión de la vida.

Alguno dirá: Claro, qué va a decir un cura. Lógico. Pero ayer conocía esta cita de una carta de Nietzsche a su hermana: He ahí cómo se separan las vías de los hombres: si deseas el reposo y la felicidad de tu alma, cree; por el contrario, si quieres ser un discípulo de la verdad, entonces busca.

Es decir, no sólo los curas, hasta Nietzsche reconocía que la felicidad estaba en seguir los caminos de la obediencia al Creador, aunque él no creyera en Él.

En 1962, las familias españolas se sentían reflejadas en esa feliz familia de la película. En 1999, desgraciadamente, las familias se sentían reflejadas en la destrucción de la familia que reflejaba la secuela.

Éramos felices y lo sabíamos. Después, en la época de Los Beatles vinieron vendiéndonos la liberación. ¿La liberación de qué? ¿De la felicidad? Y los resultados de habernos alejados del santo camino de la religión, a la vista están. Conforme pasan los años, cada vez me vuelvo más rancio, más impudicamente tradicional, y cada vez me importa menos lo que diga el coro oficial de energúmenos nacionales.

PUBLICADO POR PADRE FORTEA

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