domingo, 31 de octubre de 2021

MILES DE HOMBRES MEXICANOS HONRAN A LA VIRGEN DE GUADALUPE EN CASI 30 CIUDADES

El viernes 29 de octubre miles de hombres, en cerca de 30 ciudades de México, realizaron un acto público de fe arrodillándose ante Nuestra Señora de Guadalupe, con la finalidad de “honrarla y ponerse a su servicio”.

El evento llamado “Varones por la Reina”, se llevó a cabo a las 7:00 p.m. (hora del centro de México) en la Basílica de Guadalupe y en plazas públicas de todo el país.

“En más de 28 ciudades se postraron y honraron a su Reina, la Virgen Santa María de Guadalupe, con las rodillas en el piso, con los Rosarios en las manos y el Ave María en la boca, entonaron, entre cantos, el Santo Rosario”, dijo a ACI Prensa, Brenda del Río, líder de la plataforma Que Viva México, que convocó el evento.

“Lo empuñaron como una espada poderosa que de manera misteriosa derrumba barreras, cambia corazones, eventos climatológicos, acaba guerras y transforma los corazones”, agregó.

Del Río comentó que este evento se realizó al mismo tiempo que “se debatía legalizar el homicidio prenatal hasta las 12 semanas de gestación en Baja California y hasta los 9 meses en caso de violación; y mientras se llevaba a cabo un acto de apostasía en la Ciudad de México, convocado por el Templo Satánico”.

Por otra parte, la líder de la plataforma Que Viva México comentó que “todas las poblaciones llevaron el mismo programa y la misma intención: honrar a la Reina de México, mostrarle adhesión a sus proyectos, y rendición de su masculinidad al servicio de los planes de la Reina”.

Asimismo, anunció que el evento se repetirá cada año.

Para Brenda del Río, “si los varones están en sus puestos en México, los planes de María de Guadalupe se cristalizarán con mayor rapidez y el triunfo de su Inmaculado Corazón se dará”.

Frente al “esfuerzo por tratar de barrer la cultura cristiana de nuestra patria”, subrayó, “el acto de rendición ante la Reina, en un acto público, para honrarla y ponerse a su servicio, es hacer también cultura católica”.

Algunas de las ciudades donde realizó el evento fueron: Ciudad de México, Guadalajara, Ciudad Juárez, Querétaro, Fresnillo, Puerto Villarta, Ojuelos, Mérida, Colima, Chihuahua, Tampico, Puerto Veracruz, Orizaba, Puebla, Torreón, Navojoa, Gómez Palacio, Ciudad Guzmán, León.

POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa

¿POR QUÉ LOS CRISTIANOS CREEN EN LA RESURRECCIÓN Y NO EN LA REENCARNACIÓN?

Tal vez un elemento de la Nueva Era o New Age que goza de popularidad en el mundo actual es la reencarnación, una creencia que incluso algunos católicos aceptan pese a ser incompatible con la fe cristiana.

¿DE DÓNDE SURGE LA CREENCIA EN LA RESURRECCIÓN?

Aunque la creencia en la resurrección comienza cuando el Señor Jesús resucitó al tercer día después de morir, ya había cierta idea al respecto entre algunos judíos, como los fariseos.

“Los fariseos creían en ángeles y en las almas espirituales y, en general, en la resurrección de los muertos”, dijo en abril de 2020 a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– el diácono Joel Barstad, profesor de Teología del Seminario Saint John Vianney en Denver (Estados Unidos).

“La resurrección de Jesús de entre los muertos confirmó esa creencia, pero también le dio una base sólida y profunda”, agregó.

La doctrina cristiana sobre la resurrección se encuentra en el Catecismo de la Iglesia Católica en los numerales que van del 988 al 1001.

El numeral 989 señala: “Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y que vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que Él los resucitará en el último día. Como la suya, nuestra resurrección será obra de la Santísima Trinidad”

“El término ‘carne’ designa al hombre en su condición de debilidad y de mortalidad. La ‘resurrección de la carne’ significa que, después de la muerte, no habrá solamente vida del alma inmortal, sino que también nuestros ‘cuerpos mortales’ volverán a tener vida”.

“Creer en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento esencial de la fe cristiana. ‘La resurrección de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos por creer en ella’”, señala luego el numeral 990.

“La salvación es la unidad con Cristo porque Cristo trae el Reino de Dios y ese Reino se realiza en la resurrección”, dijo a CNA el profesor de Teología Sistemática de la Universidad Católica de América, Michael Root.

Joel Barstad dijo que “un cristiano es un individuo que quiere ser realmente alguien ahora y luego de la muerte hasta el fin de los tiempos, pero para que eso sea posible, voy a necesitar mi cuerpo resucitado y los demás necesitarán los suyos”, precisó.

¿POR QUÉ LOS CRISTIANOS DEBEN RECHAZAR LA REENCARNACIÓN?

En opinión de Root, las dos razones principales para rechazar la creencia en la reencarnación son: que se opone a la forma en la que Cristo ofrece la salvación y porque va en contra de la naturaleza de la persona humana.

Root explicó que la reencarnación “contradice la imagen de la salvación que tenemos en el Nuevo Testamento, donde nuestra participación en la resurrección de Cristo es efectivamente de lo que se trata la salvación” y “nos da una imagen muy distinta de lo que es ser humano: un ente incorpóreo que no está relacionado a ningún tiempo específico”.

“El cristianismo toma muy en serio que somos seres con un cuerpo y, cualquier noción de reencarnación considera que el ser solo tiene una especie de conexión accidental con cualquier cuerpo específico, porque desde esa perspectiva uno pasa de un cuerpo a otro y a otro y a otro; y ese no tener un cuerpo específico termina en la idea de que uno no sabe quién es”, destacó Root.

El documento vaticano sobre la Nueva Era titulado Jesucristo portador del agua de la vida”, señala que “la unidad cósmica y la reencarnación son irreconciliables con la creencia cristiana de que la persona humana es un ser único, que vive una sola vida de la que es plenamente responsable: este modo de entender la persona pone en cuestión tanto la responsabilidad personal como la libertad”.

Barstad también señaló que la creencia en la reencarnación no es algo positivo, tampoco para los budistas e hinduistas, quienes la ven como algo de lo que se debe escapar.

“No conozco una doctrina robusta sobre la reencarnación (…) que considere la reencarnación de un alma como algo bueno; aunque de repente algunos hinduistas o estoicos la vean como una necesidad cósmica benigna; pero ciertamente la aspiración más profunda” de algunos que creen en esto “sea disolver los nexos de las relaciones temporales y corporales totalmente; es decir, disolver la relación con el cuerpo de modo que no sea posible otra reencarnación para un alma. La meta para el alma es entonces convertirse permanentemente en nadie”, destacó Barstad.

LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN

Si bien los cristianos pueden experimentar sufrimiento en la vida, también pueden vivir la esperanza de que “son amados por Cristo que, a través de su propia muerte humana y divina; y su resurrección, puede llevarlos hasta el final y remodelarlos, haciendo algo hermoso a partir de un enredo”, explicó Barstad.

Los cristianos además esperan la resurrección de los otros, de sus amigos y seres queridos, “para vivir en un cielo nuevo y una tierra nueva”.

“Por todo esto evangelizamos, por esto nos arrepentimos de nuestros errores y perdonamos a quienes nos hacen mal. Por esto rezamos por los muertos y por esto los santos que ya gozan de la visión beatífica de Dios también rezan por nosotros”.

Los santos, concluyó el experto, “están todavía involucrados con el mundo y esperan con nosotros la revelación final de Cristo que nos dará la resurrección a todos”.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente por CNA

Redacción ACI Prensa

¿SE PUEDE VIVIR HOY EL REINO DE DIOS?

Fueron sólo doce los que cambiaron la historia de la humanidad ¿Cómo es posible que los cristianos no podamos cambiar el mundo de hoy?

Por: Salvador Casadevall | Fuente: Catholic.net

En el mundo tecnológico e individualista de hoy, ¿es posible meter la nariz en el Reino de Dios? Parecería que era más fácil en aquel mundo de aquella Galilea que caminó Jesús.

A Jesús no le importaba lo que el pagano de su tiempo pensaba de ÉL, si le importaba saber lo que pensaban los que le seguían. Sus palabras sembraban admiración en los que lo seguían y también odios en los que no creían. ¿No ocurre lo mismo en el día de hoy?

¿No será, que igual que en aquellos tiempos, hay demasiados licenciados que solamente creen viable su saber y lo que se puede tocar o paladear?

Ya que hablamos de cantidad, bueno será recordar que fueron doce los que cambiaron la historia de la humanidad. Hoy en el mundo son casi dos mil millones los cristianos, ¿cómo es posible que no se pueda cambiar el mundo de hoy? ¿No será que hemos complicado el vivir el Reino de Dios?
En aquellos tiempos la vivencia era lo que desparramó la fe. Aquellos doce vivían lo que creían, los que veían lo que vivían, creían también y esto explicaría en donde está la diferencia. Un puñado de personas en pocos decenios fue capaz de transformar el mundo conocido.

Recordemos que los cristianos de hoy seguimos alimentándonos de la alegría de aquellos cristianos que morían cantando mientras un león se les zampaba una pierna. Hoy no hay leones como aquellos, pero sigue habiendo cristianos que mueren cantando en países del medio oriente, en África ayudando a enfrentar el Ébola. Son los leones de hoy, son diferentes, pero sigue habiendo leones.

No podemos pretender que todos tengan esta sublime entrega por lo que creen, pero para estar en el Reino de Dios hay muchos caminos. Cada uno de nosotros puede descubrir en qué nivel estás, ¿en qué peldaño de tu fe estás? Todos pueden ser testigos de lo que creen.

Si un cristiano, vive en cristiano, su luz ilumina a todos, incluso a aquellos que no conocen la gramática para hablar con Dios.

Ayudando, participando, estando, es un hablarles de Dios, sin decir una sola palabra. Viviendo haciendo el bien es una manera de llenar el alma. No hay nada que pese tanto como un cuerpo con el alma vacía.

¿Qué les decía Jesús cuando les explicaba que el Reino de Dios, ya había llegado? El Reino de Dios es todo aquello que tú hagas por el otro. Por eso les decía que ya había llegado el Reino. Todos podían ser parte del Reino.

¡Cómo cambiaría el mundo si solamente una parte de los casi dos mil millones de creyentes, estuvieran dispuestos a estar en el Reino de Dios!

Hay que imitar al Papa Francisco en su humildad y sencillez y volver a las fuentes del nacimiento del cristianismo: hay que meter la nariz en el Reino de Dios, hay que querer estar. ¿Cómo? Mirando a tu alrededor. No es necesario irse lejos. Tu barrio también te necesita.

Es muy buen negocio prestar atención a lo que necesita ayuda:
Las últimas investigaciones en la Universidad de Harvard están demostrando que la mejor y única manera de obtener la felicidad, es buscar la felicidad de los otros, en lugar de la propia.

Los románticos se equivocaron en casi todo. Fue un error su instinto por buscar en la soledad la inspiración de todas las cosas importantes, en lugar de buscar la innovación resultante del contacto con los otros.
(Eduardo Punset autor de “Viaje al amor”)

Y sigue lo bueno de esta actitud: Para estar alegre no hay nada mejor que ayudar a otros, nos dice Javier Iriondo ex pelotero vasco que desde las cenizas de su existencia, renació a la vida.
¿Tu vida está llena de tristeza? Sigue el consejo de Iriondo.
Su actitud encaja a la perfección con aquellas palabras del Pobre de Asís: es dando que uno recibe.

Seguro que encontrarás algún dolor que aliviar, alguna situación que podrás contribuir a moderarla, un consejo que dar, un apoyo que ofrecer, una presencia que reconfortará. El Reino de Dios es tan amplio y abrazante que todos tienen cabida. Cada uno debe encontrar el cómo, con quién, cuándo y dónde.

Y si quieres hacerlo más sencillo y no quieres mirar alrededor tuyo, limítate a decirle al Señor, que simplemente te atreverás a decirle “si” y el mismo Dios pondrá delante de tu nariz el donde y con quién.

Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas, pedir lo que quieras y te ayudará para que puedas. (San Agustín)

Y cuando esto suceda y siempre sucede, piensa que si Dios te lo pone por delante, es que puedes y que donde tú no llegues, Dios siempre termina arreglándolo a su manera, que para eso es Dios.
Y no me vengas a salir con alguno de los tantos “peros” frecuentes que usan múltiples creyentes: pero yo no sirvo, pero yo nunca lo hice, pero yo no sé, pero yo no tengo tiempo, pero yo no podré. El mundo está lleno de cristianos del” pero”
Las virtudes de cualquier persona suelen nacer de su misma esencia. Es evidente que el transcurrir del tiempo y la asimilación de experiencias sea lo que marquen aún más la manera de ser.
Es lo que podríamos llamar el acercamiento a la madurez. La construcción máxima de nuestra manera de ser, acaba siendo la evolución de la esencia a través de nuevas experiencias. Es la suma de un conocimiento interior junto a un aprendizaje exterior que se acaba interiorizándose en nosotros.

Por lo tanto, parece evidente que es muy importante conocer qué es aquello del exterior que merece cobrar protagonismo en nuestra vida porque reflexionándolo acaba enriqueciendo la esencia.

Y ahí residen seguramente las decisiones más cruciales de cada uno de nosotros, porque habremos optado en incorporarlas a nuestra manera de ser.

Si uno acaba optando por la desconfianza, la maledicencia y el negativismo, uno acaba alejándose de todo el potencial de bien que hay en cada uno. En cambio si uno es capaz de convivir con sus experiencias positivas acaba convirtiéndose en un sabio. (Joan Galobart)

Cuando uno se acerca a su madurez espiritual es cuando desde la esencia de cada uno está maduro para entrar y entender el Reino de Dios.

La madurez es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar.

Cuando envejecemos la belleza se convierte en cualidad interior. (Ralph W. Emerson)

Para el profano, la tercera edad es el invierno. Para el sabio, es la estación de la cosecha, que la reparte desde la palabra y desde actitudes de vida.

Es cuando la comprensión ocupa el primer lugar de su ser.
No es un viejo. Podrá tener años encima de sus huesos, pero es un viejo joven.

A esta altura de la reflexión, que mi hermano en la fe y amigo Miguel me sugirió que la hiciera, quizás más de uno pensará, ¿este que escribe siempre fue así? No, Salvador no era así, no pensaba así. ¿Qué pasó entonces?

Hay un refrán que dice: “No hay mal que por bien no venga”

¡Qué sabios que son los refranes, cuánta sabiduría hay en ellos!

A la mitad de mi vida un cáncer casi me saca de este mundo. Aquellos meses, quizás un año de vida que el médico me dio, se han convertido en más de 40 años de poderlo contar.

Mentiría si dijera que viví de cerca la muerte. No, nunca la tuve cerca. Sabía que podía recibir su visita, pero nunca sentí su cercanía.

Cada mañana afeitaba mi escuálida cara y empezó a rebotar en mí rostro una frase que muchas veces había oído, pero nunca la había escuchado, nunca le había prestado atención: busca el Reino de Dios; lo demás se te dará por añadidura”

Un día decidí que no me quería morir sin saber si la frase era cierta. Tomé mi agenda de trabajo y la partí con una línea. La parte de arriba sería lo prioritario en mi vida, es decir el Reino de Dios. La parte de abajo mi trabajo cotidiano para seguir comiendo en este mundo.

¿Y qué pasó? Pasó que las dos partes se llenaron por igual. Ni siquiera me tenía que preocupar en buscar. Solamente tenía que decir si a lo que se iba presentando. ¡La de cosas que viví! ¡Qué gran aventura es tener a Dios de socio! Eso sí, hay que atreverse. No siempre eran cómodas. No siempre era fáciles ensamblarlas.

¡La de situaciones diversas que uno llega a vivir! Gracias a ellas uno siempre termina creciendo en el creer.

Creo que si actuamos haciendo el bien, podremos estar en la lista de espera si el Cielo existe. Y si no existe, habremos tenido nuestro propio Cielo aquí en la Tierra. (Felipe Cubillos)

¡Atrévete a ser parte del Reino de Dios! Eso sí, recuerda que tu primer otro, es aquel que duerme contigo.

Salvador Casadevall
salvadorcasadevall@yahoo.com.ar

¿NOCHE DE BRUJAS?

Halloween, ¿es una fiesta que la puede celebrar un cristiano?

Por: Gustavo Daniel D´Apicee | Fuente: Ediciones

Puede parecer divertido disfrazar a los pequeños de la casa y salir con ellos a pedir dulces por las calles.

Sin embargo, las fiestas que celebramos reflejan quiénes somos e influyen en nuestros valores.
"Halloween" significa Víspera Santa, pues se refiere a la noche del 31 de octubre, spera de la Fiesta de Todos los Santos, solemnidad celebrada el 1º de Noviembre.

La fantasía anglosajona, sin embargo, le ha quitado este sentido luminoso y de gloria, para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas, y esta tendencia se ha propagado también entre los pueblos hispanos.

Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de SAMHEIN, que comenzaba la noche del 31 de octubre.

Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad.

Creían que aquella noche el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y de terror.

La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche, haciendo posible la comunicación entre unos y otros.

Las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos.

Sin duda Samhein no es otro sino el mismo demonio que en todas las épocas busca implantar la cultura de la muerte en lugar de la cultura de la vida.

Aquellos desafortunados también creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres.

PARA APLACARLOS Y PROTEGERSE SE HACÍAN GRANDES HOGUERAS.

Otras formas de evitar el acoso de estos macabros personajes era preparándoles alimentos (de allí los dulces), montar macabras escenografías, y disfrazarse para tratar de asemejarse a ellos, y así pasar desapercibidos ante sus miradas amenazantes.

¿CÓMO SABÍA AQUELLA GENTE DE LA APARIENCIA DE BRUJAS, FANTASMAS Y MONSTRUOS?

Lo que pasa es que vivían aterrorizados ante las fuerzas de la naturaleza y las realidades del sufrimiento y de la muerte, a las que no podían dar una respuesta satisfactoria.

De alguna forma buscaban desahogar aquella situación dándole expresión en toda clase de fantasías (catarsis, purificación interior, sacándolo afuera de sí, proyectándolo, se diría hoy).

Todo lo feo, lo monstruoso y lo amenazante que se puede imaginar en figuras de animales y seres humanos constituye la base para dar rienda libre a la imaginación del terror.

MEZCLA CON EL CRISTIANISMO.

Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres anteriores. Es decir, la conversión no fue completa.

La coincidencia cronológica de la fiesta de brujas, del terror y de la muerte, con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es al día siguiente, hizo que algunos las mezclaran.

En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.

Algunos inmigrantes irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos, donde llegó a ser parte del folklore popular.
Se le añadieron diversos elementos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes, representando la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie.
Desde USA, el gran mercado del mundo, Halloween se ha propagado por todos partes.

ALGUNAS COSTUMBRES DE HALLOWEEN

TRUCO O REGALO.

Los niños (y no tan niños) se disfrazan (en una verdadera competencia para hacer el disfraz más horrible y tétrico) y van de casa en casa exigiendo “truco o regalo”.

La idea es que si no se les da alguna golosina le harán alguna maldad al residente del lugar que visitan.

Para algunos esto ha sido alguna vez un gracioso juego de niños.

Últimamente esta práctica se ha convertido en algo peligroso tanto para los residentes (que pueden ser visitados por una patota violenta), como para los que visitan (hay residentes que reaccionan con violencia ante una posible amenaza).

JACK Y LA CALABAZA.

Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack había sido muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco lo aceptaban en el infierno.

Tuvo por eso que permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuestas.
Esta linterna primitiva se hacía vaciando un vegetal y poniéndole dentro un carbón encendido.
Jack entonces se conocía como “Jack de la Linterna”.

Para ahuyentar a Jack, la gente ponía una linterna similar en la ventana o frente a la casa.

Cuando la tradición se popularizó en USA, el vegetal con que se hacía la linterna comenzó a ser una CALABAZA la cual es parte de las tradiciones de Halloween.

Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de la calabaza por agujeros en forma del rostro de una calavera o de una bruja.

FIESTA DE DISFRACES.

Una fiesta de disfraces puede parecer que no es intrínsecamente algo malo.

Pero, en una cultura desenfrenada como la nuestra, hay que tomar ciertas precauciones.
Detrás de un disfraz se pueden hacer muchas cosas vergonzosas con impunidad.


Se puede matar, violar, asesinar.

Se hacen proposiciones indecentes con mayor impunidad.

Con frecuencia es un pretexto para esconderse y aprovechar la situación.

LOS DISFRACES DE HALLOWEEN ALUDEN AL MIEDO Y A LA MUERTE.

Con frecuencia los disfraces se burlan de las cosas sagradas: monjas embarazadas, sacerdotes con novia, perversiones sexuales, etc.

Nada de eso parece ser gracioso para la persona cuerda ya que, aunque ella no tenga fe o se burle de ella, un hijo o pariente suyo puede estar en esas circunstancias de consagración a Dios o de ser víctima de perversiones sexuales u homicidas.

Con el reciente incremento del satanismo y de lo oculto, también se ha convertido en la ocasión para celebrar en grande toda clase de ritos tenebrosos, desde brujerías hasta misas negras (con la consiguiente profanación de la hostia consagrada en orgías diabólicas) y asesinatos.

Con el pretexto de curiosidad. o de ser solo algo para divertirse y pasar el tiempo, no son pocos los cristianos que realizan estas cosas, e incluso mezclándolas, quizá en forma atemperada, en actividades escolares y/o catequísticas.

JESUCRISTO ES LA VICTORIA SOBRE EL MAL.

La cultura moderna, jactándose de ser pragmática y científica, ha rechazado a Dios por considerarlo un mito ya superado. Además, Dios “entorpece la libertad de hacer lo que uno quiera”.

Al mismo tiempo, para llenar el vacío del alma y tratar de dar respuesta a lo que sólo Jesucristo puede dar, el hombre de hoy retrocede cada vez más al absurdo de la superstición.

A veces, se ha cambiado a Dios por el mismo demonio.

No es de extrañar entonces que vivamos en una cultura de la muerte en la que millones de niños son abortados cada año y muchos más mueren de hambre y abandono.

Los ancianos y los enfermos tienen miedo de ir al hospital, porque les practican la eutanasia en los países donde ya está autorizada...

Al que no produce o no consume se lo ayuda a morir.

Es más fácil dejarse llevar por la corriente de la cultura de la muerte y regresar al miedo, a la muerte y a un "mas allá" sin Dios porque, sin la fe, el hombre se arrastra hacia la necesidad de protegerse de fuerzas que no puede dominar.

Busca de alguna manera con sus ritos exorcizar las fuerzas superiores.

DESGRACIADAMENTE MUCHOS CRISTIANOS HAN OLVIDADO EL TESTIMONIO DE LOS SANTOS Y LA IMPORTANCIA DE REZAR POR LOS DIFUNTOS, Y SE DEJAN LLEVAR POR ESTAS COSTUMBRES PARA FESTEJAR CON BRUJAS Y FANTASMAS, sin saber que:

SOLO JESUCRISTO LIBERA DE LA MUERTE.

Él es la luz que brilla en la oscuridad de los largos inviernos espirituales del hombre.

Nos protege de la monstruosidad de Satanás y los demonios.

Da sentido al sufrimiento con su Cruz.

Sale vencedor del horror y de la muerte.

Solo Él basta.

Ante Dios, la cultura de la muerte cede el paso a la Cultura de la Vida, del amor, de la paz y de la Luz.


ALTERNATIVAS A HALLOWEEN:

Se pueden hacer muchas celebraciones en torno al recuerdo de los santos.

Hay, por ejemplo, un proyecto que se denomina “Fiesta de Todos los Santos”.

Los niños se pueden disfrazar de su santo favorito y aprenderse su vida, especialmente sus virtudes, con el fin de imitarlas.

Y pueden representarlas O ESCENIFICARLAS.

Ellos admiran la nobleza, la heroicidad, la virtud.

Los mayores pueden leer acerca de los santos, tener una fiesta en honor al santo favorito de la comunidad o de la familia.

No olvidemos que las vidas de santos, ya sea en libros o en películas, atraen a niños y adultos, y algunas son específicamente para niños, para adolescentes o para adultos, Y MUCHOS HAN CONOCIDO LA FELICIDAD Y LA DICHA DE VIVIR EN Dios leyéndolas o viéndolas.


EN LA CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS:

Había una antigua costumbre española de ir de puerta en puerta cantando, tocando instrumentos musicales y pidiendo dinero para las «ánimas del Purgatorio» (para celebrar Misas en sufragio de ellas).

No ya pidiendo “truco o regalo”, sino que a través del canto y de la música, la limosna irá en beneficio de las almas de los difuntos y de aquellos que, con estas dádivas, consagran su vida a orar por ellos, situación en la que también nosotros estaremos algún día.

Aquellos que hagan el esfuerzo por vivir su fe lograrán en la Fiesta de Todos los Santos recordar que todos somos llamados a la santidad.

Podrán conocer las vidas maravillosas de los testigos de Jesucristo que les ayudarán a vivir la Palabra de Dios.

Podrán vivir en la libertad de la Vida y de la Luz, y no entre las sombras monstruosas de brujas y fantasmas que llevan a la muerte.

Encontrarán además grandes amigos que intercederán desde el cielo por su salvación.

Y orarán por aquellos con los que un día nos reencontraremos para siempre para gozar de la inefable felicidad de estar con Jesús Resucitado, los ángeles y los santos, en un universo maravillosamente transfigurado e iluminado desde dentro.

20 MEDIDAS PRÁCTICAS PARA HALLOWEEN

 ¿Qué hacer frente al Halloween?, una lista de ideas que creemos son útiles.

Por: ApostolesDeLaPalabra.org | Fuente: ApostolesDeLaPalabra.org

VEINTE MEDIDAS PRÁCTICAS PARA PADRES DE FAMILIA, ESCUELAS Y PARROQUIAS

1) Como cristianos, no mantenerse apáticos ante el tema. "Hacerse de la vista gorda" es un modo de convertirse en cómplice.

2) Comenzar a llamar a las cosas por su nombre, en lugar de tratar de disfrazarlas. Los obispos de muchas partes del mundo han sido claros: la fiesta del Halloween tiene un trasfondo de ocultismo. El arzobispado de México señaló en 2007 que, "si buscamos ser fieles a nuestra fe y a los valores del Evangelio, debemos concluir que la fiesta del Hallowen no sólo no tiene nada que ver con la celebración que le dio origen [la de Todos Santos], sino que incluso es nociva y contraria a la vida cristiana".

3) Hacer conciencia de que es una contradicción que, por un lado, se eduque a los niños para que aprendan a respetar a los demás, pero en Halloween, con el "dulce o travesura", se esté aceptando y hasta justificando que una vez al año se haga mal al prójimo si éste no cumple caprichos.

4) A los niños pequeños hay que explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y su festejo. Es necesario explicarles que Dios no quiere que nos identifiquemos ni con brujas ni con monstruos, pues somos hijos de Dios. La enseñanza para niños mayores,  adolescentes y jóvenes debe ser mucho más completa, evidenciando las prácticas satánicas de la religión celta de los druidas, en la cual se inspiran todos los elementos propios de la actual fiesta de Halloween, y mostrar con las Sagradas Escrituras cómo esto se opone tajantemente a la voluntad de Dios. Entre las citas bíblicas que conviene incluir figuran Ex 22, 17; Dt 18, 10; Lv 19, 26 y Lv 20, 6. El Catecismo de la Iglesia Católica, números del 2111 al 2117, son también indispensables en esta educación.

5) En las catequesis y demás enseñanzas relativas a esa fiesta es buena idea que los niños inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social que sufrirán los primeros por no celebrar Halloween, y sus compañeros entiendan por qué no participan.

6) El día 31 de octubre, pero no por la noche, se sugiere invitar a un sacerdote a las escuelas católicas, o a asistir a la propia parroquia, para que, después de una breve enseñanza, se bendiga a los niños y adolescentes. Por la noche es conveniente que no salgan a la calle y que tampoco vean películas de terror ni programas de TV del Halloween (Nota: todas las caricaturas y series de televisión tienen al menos un capítulo relativo a la promoción de la  "noche de brujas", la solución: comprar una película para verla en familia).

7) Cada familia puede reunirse esa noche para que todos juntos vean alguna película en DVD que realmente aliente la conciencia cristiana. Si en la familia hay niños pequeños, hay opciones en dibujos animados como Los niños y el sol (sobre las apariciones de la Virgen a los niños de Fátima), Príncipe de Egipto (la historia de Moisés y el Éxodo), José, rey de los sueños (sobre el hijo de Jacob), El Hombre que hacía milagros (película sobre Cristo, hecha con muñecos de plastilina), Juan Pablo II, amigo de la humanidad, etc. Si los hijos son adolescentes o jóvenes, el panorama es mucho más ancho: en las librerías católicas es posible conseguir películas acerca de la vida de santos (¡Cuidado!, en algunas de estas librerías se han colado cintas como Amén, que difama a Pío XII y a la Iglesia, y Juana de Arco, interpretada por Milla Jovovich y dirigida por Luc Besson, en la que se niegan las experiencias sobrenaturales de la santa francesa).

8) Si la familia quiere dar algo a los que tocan a su puerta "pidiendo" Halloween, en lugar de darles dulces -sería un modo de complicidad con la fiesta, además de que el 50% de los niños de nuestro país ya padece obesidad- se les podrían obsequiar estampitas de santos; éstas pueden comprarse también en librerías católicas, pero otra opción sería bajar algunas de internet, ponerles una breve biografía e imprimirlas.

9) En el caso de hijos jóvenes o adolescentes, no es conveniente que esa noche asistan a fiestas, ya que es una fecha en la que suele aumentar el número de delitos: es más fácil que la gente que porta un disfraz y que, por tanto, de algún modo aparece "velada" frente al mundo, se desinhiba y realice actos malos que en su vida normal no realizaría. Recuerden, papás y mamás, que los tiempos de ahora son más peligrosos que cuando ustedes eran adolescentes, y que por eso sus hijos ya no pueden hacer todo lo que ustedes hacían.

10) Para evitar que sus hijos jóvenes corran peligro al salir, no se vale que presten su propia casa para la fiesta: con ello están haciendo que otros jóvenes salgan de las suyas para ir a la de ustedes y que igual se expongan a los peligros de esa noche. Además, haciendo la fiesta en casa ¿no sería, finalmente, hacerle el juego al Halloween? Al abrir las puertas de la casa a la "noche de brujas", ¿a quién creen que están invitando en realidad?

11) La mayoría de las escuelas privadas -católicas o laicas-, con el pretexto de ser bilingües y, supuestamente, biculturales, han adoptado casi todas las costumbres de Estados Unidos -aunque la escuela se llame "francesa", "suiza", "canadiense", "alemana", etc.-, y especialmente han tenido mucho de la culpa de que el Halloween se extienda en el mundo entero. Hoy se les propone algo diferente:

a) Que dejen de prestar sus instalaciones para este tipo de actos.

b) Que declaren pública y abiertamente que el mandato constitucional es el de "proporcionar una educación nacionalista", y que la celebración del Halloween, el 4 de julio o el Thanksgiving atenta contra la identidad.

c) Que de manera individual o colectiva los colegios soliciten a la Secretaría de Educación Pública que se prohiba abiertamente la celebración del Halloween en todas las escuelas del país.

12) Así como no es necesario que busquemos una "alternativa" a la fiesta musulmana del Ramadán, o a la fiesta judía del Yom kippur, tampoco existe una verdadera razón  para tener que hacerlo con la fiesta del Halloween. Aun así, para padres que no puedan resignarse a dar un "no" definitivo a la fiesta del 31 de octubre, al menos se les sugiere lo siguiente:

a) Que los niños se disfracen de santos o de personajes de la Biblia.

b) Que en lugar de pedir, obsequien algunas cosa. Por ejemplo, que preparen tarjetitas con mensajes cristianos (hay bonitos "separadores" en las librerías católicas), y que toquen a las casas y los regalen a la gente diciendo algo así como: "Le regalo esta …. (estampa, separador, tarjeta, etc.) porque mañana es el Día de Todos los Santos, una fiesta muy importante para nosotros los cristianos".

c) Que los niños, por ningún motivo, salgan sin la constante vigilancia de un adulto.

13) Hay que "rescatar" la celebración del Día de Todos Santos. En la Iglesia esta fecha tiene rango de "fiesta de guardar", pero como en México las autoridades políticas no permiten faltar a la escuela o al trabajo para asistir a la Eucaristía, se dispensa a los católicos de su cumplimiento. Sin embargo, se recomienda:

a) En los templos, dar atención especial a las Misas de ese día; no hay por qué conformarse con las que de ordinario se celebran entre semana. Búsquense horarios realmente adecuados para que el Día de Todos Santos acuda a Misa la mayor cantidad posible de fieles.

b) Las escuelas católicas pueden pedir a un sacerdote que celebre la Eucaristía en sus instalaciones.

c) Las familias harían bien en renunciar a un rato de descanso vespertino para participar en la Santa Misa. Ése será siempre el mejor modo de glorificar a Dios por su triunfo en la vida de los santos.

14) La fiesta de Todos Santos puede prepararse con bastante anticipación. Fray René Alcocer Sáenz, O.F. , de la Rectoría de Cristo Rey de la Paz, de la ciudad de México, y fundador de la Fraternidad Sacerdotal de Oblatos Franciscanos en la ciudad de Monterrey, comienza el 1º de octubre, fiesta de santa Teresita del Niño Jesús. Ese día entrega a los fieles unas papeletas conteniendo el nombre de un santo. Cada uno tiene la tarea de buscar una estampita y la historia del santo que les había tocado, además de imitar durante todo el mes alguna de sus virtudes y hacer alguna oración en familia, por ejemplo el rezo del Santo Rosario. Para cuando llega el 1º de noviembre ya todos están familiarizados con ese santo.

15)  Otra opción -para el catecismo o para las escuelas- es que a los alumnos se les encomiende buscar una imagen y datos del santo al que fueron encomendados el día de su bautizo -por desgracia, hoy muchos niños y jóvenes tienen nombres no cristianos; en tal caso se les pide que escojan a un santo al cual deseen convertir en su patrono personal-; en una fecha determinada, todos hablarán brevemente de la vida de su santo.

16) En casa se puede invitar a todos los miembros de la familia a prepararse con anticipación a la fiesta de Todos los Santos eligiendo algún santo como patrono de la familia. Todos habrán de investigar datos sobre el santo, y los compartirán en una reunión que hagan el 1º de noviembre.

17)  Si se quiere que la fiesta de Todos Santos salga de los confines familiares, puede invitarse a los amigos de los hijos.

a) Para ambientar el lugar pueden adquirirse estampitas con imágenes de santos para regalar a los invitados; adornar la mesa con  tarjetas con versículos de la Biblia  relativos a la santidad, incluso se pueden poner letreros en las sillas con nombres de santos.

b) A los platillos se les pueden poner letreritos con nombres adecuados a la ocasión: "emparedados celestiales",  "galletas de los diez mandamientos", "malteadas angelicales" etc. Para ello aproveche sus recetas favoritas y sólo cambie el decorado, haciéndolo alusivo a la ocasión.

c) Use su inventiva para organizar juegos y competencias que involucren a los niños en conocer mejor a los santos, a los personajes de la Biblia, los mandamientos, las obras de misericordia, etc.

18) Para la Iglesia el Día de los Fieles Difuntos no es fiesta -ni fiesta de guardar- sino conmemoración. La intención principal de este día es orar y hacer penitencia por los difuntos para que, si aún no entran a la gloria del Cielo, nuestras intercesiones ante Dios sirvan para apresurar ese momento. Por tanto se recomienda:

a) Anotar los nombres de los familiares y amigos difuntos en la lista que todos los templos parroquiales y capillas ponen a disposición de la feligresía, para que sean recordados en las celebraciones eucarísticas.

b) De ser posible, asistir a Misa.

c) Rezar en familia por los parientes muertos. La oración del Rosario sería muy conveniente.

19) Las tradiciones nacionales, (por ejemplo en México se tiene el pan de muerto, las calaveritas de azúcar, las calaveras (poemas) y los altares de muerto), no tienen relevancia en la vida cristiana, pero son adecuadas como preservación de la identidad patria siempre y cuando no se contaminen con ideas paganas. Es un grave error, por ejemplo, decir que la noche entre el 1 y el 2 de noviembre el muerto al que se le dedica el altar "viene" del otro mundo y se come su comida favorita. Tampoco se vale tomar ese día de pretexto para vestir a los niños de mamarrachos y salir en la noche pidiendo casa por casa.

20) En unos cuantos colegios católicos de Querétaro, México, el tradicional "altar de muerto" es dedicado a personas de innegable vida de santidad y, a la vez, cercanos la experiencia de los alumnos (por ejemplo, a la madre Teresa de Calcuta o a Juan Pablo II), o bien a los niños no nacidos a causa del crimen del aborto, este cambio ha tenido un impacto inesperadamente positivo y evangelizador que realmente vale la pena imitar adaptándolo a la tradición existente en cada país.