lunes, 30 de noviembre de 2020

5 FORMAS DE LUCHAR CONTRA LA VIOLENCIA A LA MUJER DESDE LA IGLESIA

«El que esté libre de pecado que tire la primera piedra». Con esas palabras Jesús confrontó directamente a ese grupo de hombres que iban a violentar a aquella mujer. Ellos obedecían códigos culturales que les hacían sentirse mucho más valiosos que las mujeres.

Diría el teólogo Bruce Malina que las mujeres en la época de Jesús no podían presentar reclamos frente a los hombres porque valían menos que ellos. ¿Una locura verdad? Jesús no se quedó callado y menos, inmóvil.

Muchos en la Iglesia podemos tener miedo de hablar de temas relacionados a la violencia contra la mujer porque automáticamente pensamos que todo está relacionado y movido por ideologías que quieren atentar contra nuestra fe.

No hay que ser ingenuos pero tampoco podemos polarizarnos como si todo fuera negro o blanco, negando una problemática que está frente a nuestras narices. Por eso el Magisterio de la Iglesia nos invita a tener una postura crítica pero siempre teniendo en cuenta la compasión hacia el grito de justicia de tantas hermanas nuestras.

LA IGLESIA Y LA MUJER

42. «Por ejemplo, una Iglesia demasiado temerosa y estructurada puede ser permanentemente crítica ante todos los discursos sobre la defensa de los derechos de las mujeres, y señalar constantemente los riesgos y los posibles errores de esos reclamos.

En cambio, una Iglesia viva puede reaccionar prestando atención a las legítimas reivindicaciones de las mujeres que piden más justicia e igualdad. Puede recordar la historia y reconocer una larga trama de autoritarismo por parte de los varones, de sometimiento, de diversas formas de esclavitud, de abuso y de violencia machista.

Con esta mirada será capaz de hacer suyos estos reclamos de derechos, y dará su aporte con convicción para una mayor reciprocidad entre varones y mujeres, aunque no esté de acuerdo con todo lo que propongan algunos grupos feministas.

En esta línea, el Sínodo quiso renovar el compromiso de la Iglesia «contra toda clase de discriminación y violencia sexual» [17]. Esa es la reacción de una Iglesia que se mantiene joven y que se deja cuestionar e impulsar por la sensibilidad de los jóvenes (Papa Francisco, Christus Vivit).

Les quiero proponer cuatro formas de luchar como católicos para construir un mundo donde nuestras hermanas puedan vivir con la paz que se merecen.

1. ACOMPAÑA A TUS HERMANAS DE COMUNIDAD A CASA CUANDO SEA MUY TARDE

¡Oye! Si el retiro acaba tarde, o si la reunión de tu comunidad se extendió y alguna de tus hermanas vive en una zona peligrosa o lejana, ¡Intenta Acompañarla! Es mucho más seguro que vaya contigo que sola.

¿Cansado? Sí, claro. Pero la fraternidad es dar la vida ¿no? Darle tu tiempo a alguien por su bienestar es una forma muy hermosa de vivir el Evangelio. Hay otros detalles como anotar la placa del taxi o preguntar si llegó bien a casa.

En fin, estos son solo algunos de los ejemplos para disminuir algunos riesgos de violencia. ¡Cuídense!

2. CONFRONTA CUALQUIER COMENTARIO MACHISTA EN TU GRUPO

Esto me cae a mí en primer lugar, pues recuerdo que cuando era más joven permitía con mucha facilidad comentarios, bromas, chistes que escondían un machismo aparentemente «inofensivo», pero uno nunca sabe el daño que puede hacer.

Al primer chiste, ¡alza la voz! Si normalizas algún tipo de violencia contra la mujer, es más probable que permitas otras. ¡Fernando, no seas exagerado! Las cifras de violencia son exageradamente impactantes.

Y si tienes que corregir al líder de tu grupo, al sacerdote encargado o hasta al mismo obispo, no dudes en hacerlo, con mucha caridad, pero también con claridad. Soltemos las piedras, incluso las piedritas pequeñas en forma de bromas, que poquito a poquito, igual matan.

3. REVISA TU INTENCIÓN CON LAS CHICAS DE TU GRUPO

Muchas chicas adolescentes y jóvenes pueden involucrarse afectivamente con los coordinadores o líderes del grupo. En ellos depositan su confianza y su vulnerabilidad.

Si no tenemos una brújula clara y al Evangelio de Jesús confrontándonos día a día, esto puede ser un riesgo grande. «El efecto tarima» puede ser peligroso porque podemos terminar aprovechándonos de muchas menores o jóvenes.

Las podemos enamorar aprovechando nuestro estatus, podemos manipular sus consciencias poco a poco, desarrollar relaciones de dependencia que se vuelven tóxicas, e incluso terminar cometiendo delitos muy lamentables.

Si eres líder pastoral, sea cual sea tu rango, revisa tus intenciones con total claridad, y si vives una situación que no es sana, pide ayuda de inmediato. Morir a nuestro «estatus» o al «qué dirán» puede ser el primer paso para que la otra persona vuelva a la vida.

4. INCLUYAN VOCES Y ROSTROS FEMENINOS EN LOS PUESTOS DE LIDERAZGO

En una Iglesia que es Madre necesitamos cada día más voces femeninas que la enriquezcan. Si en sus pastorales solo los hombres son parte del consejo o del equipo de coordinación, intenten incluir otras perspectivas.

No tiene que ser una obligación ni se trata de elegir cantidades iguales. Se trata de cuestionarnos, por qué hemos pensando que las mujeres están en un peldaño inferior a los hombres. Que las hermanas religiosas están en un peldaño inferior al de los sacerdotes u obispos, que en los hombres hay «una autoridad divina» que no pueden tener las mujeres.

Sé que esto no es negro ni blanco ni tan sencillo como para resumirlo en cinco líneas, pero les invito a abrir la reflexión. Simplemente a permitirnos pensar sobre lo que puede estar detrás de algunas cosas que las damos por «normales».

5. ¡HABLEN DEL TEMA!

Organicen foros, creen debates, lean lo que está pasando afuera de nuestras reuniones pastorales, analicen las noticias, revisemos el magisterio para comprender los signos de los tiempos. Y siempre tengamos una actitud crítica.

Incluso cuando lean cosas que tengan el apellido católico, porque en la misma Iglesia no solo hay una forma de ver algunas realidades. Dentro de la Iglesia encontramos diferentes perspectivas, opiniones, puntos de vista, que muchas veces no son exactamente iguales.

Por eso, no nos quedemos con lo primero que leamos o veamos. Yo espero que estén leyendo este artículo con actitud crítica, analizando cada línea, haciéndose preguntas, cuestionándome, confrontando argumentos, y ojalá lo mismo pase con los medios católicos que revisan, con los influencers que siguen de la Iglesia y con todo material de comunicación que tengan en frente.

No tengan miedo a cuestionar y dudar de lo que no les resulta tan convincente a la luz del Evangelio. Obviamente afinen el corazón. Todo lo que hemos dicho, será potenciado mil veces si cuidamos nuestra oración para afinar la vida con el Evangelio.

Si encontramos en los sacramentos fuerza para amar mejor a quienes tenemos al lado, si abrazamos lo que la Palabra de Dios nos muestra sobre nuestra vida para mejorar su sentido, si desde el Rosario nos convencemos más que la otra persona no es un objeto.

Si desde el Magisterio nos conectamos con el corazón de nuestra misión, y obviamente, si en nuestros hermanos y hermanas de comunidad encontramos ese gimnasio para amar más como Jesús nos enseñó.

PARA MEDITAR

41. «Si bien hay jóvenes que disfrutan cuando ven una Iglesia que se manifiesta humildemente segura de sus dones y también capaz de ejercer una crítica leal y fraterna, otros jóvenes reclaman una Iglesia que escuche más, que no se la pase condenando al mundo.

No quieren ver a una Iglesia callada y tímida, pero tampoco que esté siempre en guerra por dos o tres temas que la obsesionan. Para ser creíble ante los jóvenes, a veces necesita recuperar la humildad y sencillamente escuchar, reconocer en lo que dicen los demás alguna luz que la ayude a descubrir mejor el Evangelio.

Una Iglesia a la defensiva, que pierde la humildad, que deja de escuchar, que no permite que la cuestionen, pierde la juventud y se convierte en un museo. ¿Cómo podrá acoger de esa manera los sueños de los jóvenes?

Aunque tenga la verdad del Evangelio, eso no significa que la haya comprendido plenamente. Más bien tiene que crecer siempre en la comprensión de ese tesoro inagotable [16] . (Papa Francisco, Christus Vivit)

Escrito por Fernando Merino

PUBLICAN LIBRO SOBRE EXORCISMO Y ORACIÓN DE LIBERACIÓN

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) publicó el libro “Exorcismo y oración de liberación”, para brindar a sacerdotes e interesados en estos temas una “clara formación teológica” para ayudar a los afectados por estos fenómenos y también, evitar caer en “errores o exageraciones” que “no ayudan al crecimiento espiritual”.

En su sitio web, el Episcopado indicó que la obra recoge las memorias del curso teológico-pastoral sobre exorcismo y oración de liberación que se realizó en noviembre del año pasado. Señala que además “ofrece una síntesis de toda la comprensión teológica que encierra el tema del exorcismo”.

El P. Jorge Bustamante Mora, que ocupa el cargo de director de los Departamentos de Doctrina y Promoción de la Unidad y el Diálogo de la CEC fue el coordinador de la primera edición del libro.

“En la publicación está la comprensión litúrgica, canónica, espiritual y pastoral de toda esta realidad que necesita ser iluminada dentro del contexto de los sacerdotes y de las personas que desean conocer sobre esta dinámica que, a veces, aparece tan oscura”, dijo.

El Episcopado señaló que en la actualidad existe un “boom” en el que las personas “expresan sentir energías negativas o que hay una presencia misteriosa del mal”. Frente a ello, el P. Bustamante advirtió sobre la importancia de formarse en el tema para no caer en el error.

“Es importante tener una clara formación teológica para comprender este tipo de fenómenos y darles un manejo adecuado, que sea entendido desde la enseñanza de la Iglesia y no se caiga en errores o exageraciones que no ayudan al crecimiento espiritual”, dijo.

Asimismo, el sacerdote dijo que el libro será muy valioso para la formación de todo sacerdote y que le permitirá ayudar del mejor modo a los fieles según las competencias que la Iglesia le permite en su ministerio.

El ejemplar indica “qué hay que hacer para ayudar a estas personas que realmente aparecen afectadas por el mal”. Además, busca “iluminar a las personas y hacerles comprender que no todo lo que ven como mal puede ser una circunstancia que provenga del maligno, sino que puede tener otras explicaciones. Es necesario ayudar a aquellos que creen tenerlo, pero realmente no hay nada”.

El P. Bustamante dijo que es frecuente que muchas personas sientan temor o les resulte un misterio el tema del exorcismo, al punto que puedan recurrir a “búsquedas desesperadas de ayuda incluso en lugares equivocados”. En ese sentido, precisó que el libro ofrece pautas para atender estos casos.

En primer lugar, dijo que es importante “apoyar a las personas que sufren realmente por este tipo de fenómenos fruto de un influjo del maligno”. Esto es posible “mediante ministros competentes que les ayuden a centrar la mirada en la fe y a encontrar solución a esta dura realidad”, dijo.

En segundo lugar, alentó a que si bien es “un gran desafío” es mejor “no estar viendo el diablo o el mal en todo, sino tener un crecimiento espiritual acorde a la doctrina y lo que la Iglesia quiere. Se requiere ofrecer presencia y acompañamiento pastoral más que soluciones mágicas”.

Por último, dijo que es importante que el ministro ordenado que presta este ministerio reciba “formación”, pero también sus “equipos de colaboradores” y “todo cristiano, de manera que se sepa cuándo debe o no recurrirse a estas ayudas. Pues, existen personas que no son católicas y proponen soluciones de acuerdo a sus propios intereses”.

Los interesados en adquirir el libro pueden hacerlo en la librería de la Conferencia Episcopal de Colombia o solicitándolo por el correo electrónico “libreria@cec.org.co” o vía telefónica a los siguientes números: PBX: 437 55 40 Ext. 264 y al 3138808447

Redacción ACI Prensa

LA PARÁLISIS DE LA TIBIEZA

La tibieza paraliza. Sobre todo, cuando llega con diversiones inocentes.

Por: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net

Un rato más en la cama. Una imagen que aparta del trabajo emprendido. Una lectura que absorbe. Salir al cine o ir de compras. Llenar el tiempo con las redes sociales. Tibieza que envuelve suavemente.

La tibieza paraliza. Sobre todo, cuando llega con diversiones “inocentes”, cuando nos atrapa con intereses que no tienen “nada de malo”.

El problema está en hacer tantas actividades que no “manchan”, pero que impiden hacer tantas otras actividades que promueven la justicia, que llevan a crecer en la vida cristiana y en el amor a los cercanos y a los lejanos.

El mundo vive ahogado por parálisis de tibiezas que avanzan con apariencias inocentes y con venenos que narcotizan. Porque el problema, como alguien afirmaba, no está en la fuerza de los malos, sino en la tibieza de “los buenos”.

Frente al peligro de la tibieza, hace falta reaccionar. Si mi tiempo ha quedado atrapado por mil frivolidades que me apartan del amor y me impiden salir hacia los demás, urge romper el cerco.

¿Cómo? Desde una mirada a Cristo y un “no” al primer impulso que me encierra en mis gustos y caprichos. Con una oración y un “sí” para llamar al familiar enfermo, para pedir perdón a quien ofendimos, para limpiar la habitación, para devolver aquel libro prestado.

Son cosas pequeñas, pero que sirven para sacudir una tibieza que anestesia. Entonces descubriré que el tiempo está ahora en mis manos, que puedo usarlo para el bien verdadero, que mi corazón late por ideales altos y buenos.

Quizá no tendré minutos para responder a cien mensajes electrónicos intranscendentes o para ver las últimas fotos de los amigos, pero sí los tendré para amar a Dios, mi Padre, y para ayudar y servir a familiares, amigos y pobres necesitados de cariño y de gestos solidarios.

PESCA PARA TODA UNA VIDA

La decisión de hacer el bien vive fresca y fragante en nuestra memoria. 

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Tenía once años e iba a pescar cada vez que podía, desde el muelle de la cabaña de su familia ubicada en una isla en medio de un lago de Neuquén .

Un día antes de que se abriera la temporada del salmón , él y su padre fueron a pescar al caer la noche, atrapando truchas con gusanos. Luego puso una pequeña mosca plateada y practicó el lanzamiento. El anzuelo golpeaba el agua y hacía pequeñas olas de colores bajo el sol del crepúsculo, luego olitas plateadas cuando la luna se elevó sobre el lago.

Cuando su caña se dobló, supo que había algo enorme en el otro extremo. El padre observaba con admiración cómo el niño arrastraba con habilidad al pez a lo largo del muelle. Por fin, rápidamente levantó del agua al agotado pez.

Era el más grande que jamás había visto, pero era un salmón.

El niño y su padre miraron el hermoso pez, con las agallas moviéndose a la luz de la luna. El padre encendió un fósforo y miró su reloj. Eran las diez de la noche, dos horas antes de que se abriera la temporada. Miró el pez y luego al niño.

-Tendrás que devolverlo, hijo- dijo.

-¡Papá!- gritó el chico.

-Habrá otros peces- dijo su padre.

-No tan grandes como éste- gritó el chico.


Miró el lago. No se veía ningún pescador ni botes bajo la luna. Volvió a mirar a su padre. Aunque nadie los había visto, ni nadie podía saber a qué hora había pescado el pez, el chico advirtió por la firmeza de su padre que la decisión no era negociable. Lentamente sacó el anzuelo de la boca del enorme salmón y lo devolvió a las negras aguas.

El pez movió su poderoso cuerpo y desapareció. El niño sospechaba que nunca volvería a ver un pez tan grande.

Eso ocurrió hace treinta y cuatro años. En la actualidad el niño es un exitoso arquitecto de Chos Malal. La cabaña de su padre está siempre en la isla en la mitad del lago. Lleva a su propio hijo y a sus hijas a pescar desde el mismo muelle.

Y tenía razón. Nunca volvió a pescar un pez tan magnífico como el que atrapó esa noche de tantos años atrás. Pero ve ese mismo pez cada vez que se enfrenta con el tema de la ética. Pues, como su padre se lo enseñó, la ética es un simple asunto de bien o mal. Sólo la práctica de la ética es lo difícil.

¿Hacemos el bien cuando nadie nos mira? ¿Nos negamos a hacer las cosas de cualquier manera para entregar el plano a tiempo? ¿O nos negamos a comprar acciones basándonos en información que sabemos que no deberíamos tener?

No lo haríamos si nos hubieran enseñado a devolver el pez al agua cuando éramos chicos. Pues habríamos aprendido la verdad.

La decisión de hacer el bien vive fresca y fragante en nuestra memoria. Es una historia que le contaremos con orgullo a nuestros amigos y nietos. No sobre cómo tuvimos ocasión de burlarnos del sistema y aprovecharnos de él, sino sobre cómo hicimos lo correcto y nos llenamos de fuerza para siempre.

¿ES NECESARIO TENER SEXO PARA VER SI HAY "QUÍMICA"?

Hay que preocuparnos de la "química espiritual", que es lo que finalmente nos mantendrá unidos.

Fuente: La opción V

Más que de la “química sexual” hay que preocuparnos de la “química espiritual”, que es lo que finalmente mantendrá unido a un hombre y a una mujer

Hoy en día escuchamos hablar mucho de “la química sexual”. Muchos sostienen y defienden la idea de que es importante conocer sexualmente a la pareja antes del matrimonio, pues es la única manera de saber si hay “química” entre los dos.

Es más, parece hasta casi una obligación “probar la mercadería antes” pues de que de no hacerlo se corre el riesgo de encontrar una incompatibilidad sexual que derivaría inevitablemente en el fracaso matrimonial. ¿Qué de cierto hay en esto?

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas nos atraen y otras nos resultan absolutamente indiferentes? ¿O por qué surge el romance y la pasión en unas ocasiones y en otras no se produce, por más que la otra persona nos parezca atractiva?

Lo que responde a todas esas preguntas se llama “QUÍMICA”. La química se da o no se da desde el principio, es así de simple. Muchas veces nos ha pasado o quizás se lo hemos escuchado decir a otras personas: “Ayer me presentaron a un chico lindo, súper agradable, súper buena persona, inteligente, educado, pero no sé qué por qué no hicimos ‘click’.”

Ese “click” es lo que normalmente llamamos “química”, y es lo que definirá si la relación con esa persona tiene oportunidad para un segundo encuentro o se queda en el primero, si se enrumba hacia algo más serio o no.

La química entre dos personas se da ya desde la primera mirada, y es algo que incluso se refleja físicamente con la dilatación de las pupilas.

Cuando hay química entre dos personas sus cerebros segregan dopamina y el sistema endocrino segrega adrenalina, lo cual hace que fluya más sangre de lo normal al estómago, causando esa sensación de “mariposas en el estómago”. Al fluir más sangre también por todo el cuerpo nos sonrojamos, y se incrementa el rojo de nuestros labios y mejillas.

Esto responde a nuestra pregunta inicial: es tonto y poco científico pensar o argumentar que es necesario tener relaciones sexuales antes del matrimonio para ver si existe química sexual en la pareja, pues esta puede darse incluso sin contacto físico.

La química sexual se inicia con una atracción desde la primera mirada, llegando a despertar el deseo sexual hacia la otra persona, deseo que debe ser regulado por la virtud de la castidad.

Sin embargo, si bien el sexo es importante, no es lo único ni lo más importante en el matrimonio. Un buen matrimonio, como un buen entendimiento sexual entre los esposos, no es algo que viene hecho: hay que irlo construyendo.

Para eso es importante conocer bien a la persona antes de dar esos pasos. Nos referimos no a un “conocimiento” que se da por la “exploración del cuerpo”, sino un conocimiento profundo, del alma y del corazón.

En otras palabras, es necesario amar inteligentemente, no dejarse distraer por la atracción y química sexual, e inclusive por los sentimientos y emociones intensas.

Se debe poner el raciocinio primero, analizar si esa es la persona que te hará feliz con sus defectos y virtudes, y sobre todo entablar una muy buena amistad que se forja mediante el continuo diálogo y profunda comunicación de las existencias.

Este conocimiento y comunión profunda es posible sólo en el Señor, en la medida en que se le conoce y se le ama a Él. De Él procede la luz para conocer el misterio más profundo que es el ser humano, que es el otro, y que soy yo mismo, y al mismo tiempo Él es la fuente inagotable del verdadero amor humano.

Así que más que de la “química sexual” hay que preocuparnos de la “química espiritual”, que es lo que finalmente mantendrá unido a un hombre y a una mujer en el amor que no acaba.

10 ESTRATEGIAS PARA SUPERAR LAS TENTACIONES

Para tu tranquilidad has de saber que dice San Pablo que Dios jamás permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas.

Fuente: forosdelavirgen.org

Convivimos con las tentaciones, pero no sólo nos pasa a nosotros, a Dios cuando se hizo humano también le pasó. Pero hay formas de evitar que las tentaciones nos hagan hacer cosas de las que nos arrepentiremos y nos pasen la factura.

QUE ES LA TENTACIÓN

Una definición de la tentación bastante sencilla y sucinta es que “la tentación es la obra del diablo para arrastrarte al infierno”. De modo que al luchar contra la tentación estamos en una guerra con un enemigo que quiere destruirnos. Quiere esto porque él tiene envidia de nuestra excelencia ante Dios.

En un sentido más académico, la tentación se define como una atracción, ya sea desde fuera o desde dentro de uno mismo, para actuar contrario a la recta razón y los mandamientos de Dios.

Jesús mismo durante su vida en la tierra fue tentado, tratando de poner a prueba su actitud filial hacia Dios, para manifestar tanto la oposición entre él y el diablo como el triunfo de su obra de salvación sobre satanás (cf. Catecismo # 538).

¿POR QUÉ PERMITE DIOS QUE LA TENTACIÓN? 

En un sentido la tentación es lo “necesaria” para la libertad.

Como personas libres que somos invitadas a amar a Dios y decir que sí a su voluntad, debemos estar autorizados a decir que no. Debe haber alternativas reales a lo que Dios ofrece.

Si Dios puede forzar nuestros sí, entonces no seríamos libres y nuestro sí no tendría ningún significado real.

Pero ¿por qué no limita Dios la tentación para que tengamos más de una oportunidad? De hecho, Dios pone límites a la tentación hasta cierto punto. Y también nos ofrece otras fuentes sagradas de influencia.

Limita la tentación por el simple hecho de que no todo es posible para nosotros. Experimentamos límites físicos, intelectuales, económicos, y así sucesivamente. Tampoco podemos tener cada opción disponible en todo momento; elegir una cosa excluye a menudo otras.

Además, Dios nos envía buenas influencias. Su voz hace eco en nuestra conciencia. Él nos ha dado la inteligencia y la razón para que seamos capaces de descifrar la Ley Natural. Él nos ha dado una atracción a la bondad, la belleza y la verdad. Él nos ofrece la gracia de la fe y todas las demás gracias necesarias para soportar.

Él nos ha dado la revelación directa en su Escritura para que podamos acceder por la fe. Él ha enviado profetas y aun a su propio Hijo. Y su hijo continúa su ministerio de la enseñanza de la salvación y la reconciliación a través de Su Cuerpo, la Iglesia.

Así que Dios pone límites a la tentación y nos da otras buenas influencias para equilibrar las tentaciones.

LAS TENTACIONES DE LA CARNE

Aquí, “carne” no se refiere al cuerpo físico en sí, sino a nuestras muchas tendencias pecaminosas. La carne es esa parte de nosotros que es rebelde, que no le gusta que le digan qué hacer, que se resiste a la verdad y se eriza a ser menos que Dios y a ser dependiente de Él.

En las enseñanzas tradicionales, los siete pecados más básicos son el orgullo, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza. Otras tendencias pecaminosas de la carne incluyen el miedo, el odio, la venganza, la incredulidad y la mundanidad.

Estos sirven como fuentes profundas de la tentación y explican por qué el mal nos tienta, por qué es difícil de resistir, y por qué a menudo nos sentimos abrumados por el diablo y el mundo.

Algunas tentaciones vienen directamente de satanás y los demonios, que nos sugieren malos pensamientos y cosas malas. Satanás también es capaz de manipular el mundo (ya que él es el príncipe de este mundo) y nuestra carne, desde que le abrimos una cantidad de puertas.

¿CÓMO PODEMOS VENCER LA TENTACIÓN?

Cuando la gente pregunta sobre la superación de la tentación muy a menudo tienen en cuenta lo que hay que hacer “en el momento” de la tentación.

Pero si nos centramos únicamente en el momento de la tentación nos estamos perdiendo la mayor parte del trabajo que hay que hacer.

Para tener más éxito en resistir la tentación se necesita establecer una base sólida. Hay mucho trabajo por hacer como el cultivo en la virtud, la realización de las purificaciones activas y las mortificaciones, la profundización de nuestra vida de oración y la relación con Dios, aprender a evitar las ocasiones de pecado comunes, enraizar nuestros pensamientos menos en el mundo y más en lo que importa a Dios, y así sucesivamente.

Fielmente y de manera constante, hay una batalla hacia la comprensión de lo que está mal y lo que es bueno y más perfecto.

Si hacemos esto, lo que nos tienta disminuirá y la intensidad de lo que queda como tentación será más débil.  Si nos limitamos a buscar consejo rápido sobre cómo ignorar o resistir pensamientos lujuriosos sin una buena base los resultados pueden ser bastante desalentadores.

7 PRÁCTICAS PARA CREAR UNA BASE PARA SUPERAR LAS TENTACIONES

Teólogos morales y espirituales hablan de una serie de prácticas que ayudan a superar las tentaciones que veremos brevemente.

1 – EL CRECIMIENTO EN EL AUTOCONOCIMIENTO Y EL CONOCIMIENTO DE DIOS 

Llegar a conocer nuestras fortalezas y debilidades como Dios nos las revela. Considerar realmente quienes somos ante Dios y a la luz de Su misericordia Divina. Aprender de nuestra nada sin Dios y nuestra condición de mendigos ciegos, que buscamos Su gracia y la iluminación y hacer un progreso constante dejando el orgullo por la verdadera humildad, gratitud y dependencia de Dios.

2 – MORTIFICACIONES 

Donde aprendemos a aplicar el consejo del Señor que debemos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirlo. Aprendemos a perder nuestra vida para encontrarla. Las mortificaciones implican llevar a la muerte, por la gracia de Dios, las excesivas demandas de la carne y las actitudes pecaminosas tales como la venganza y el odio. Uno puede incluso eliminar placeres lícitos por completo como una manera de ganar una mayor auto-dominio y autoridad sobre las pasiones.

3 – CENTRARSE EN LAS RAÍCES DEL PECADO 

Donde nos fijamos sobre todo en los 7 pecados cardinales (o capitales) de la soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza, junto con otros como el miedo y la ingratitud. Buscamos entender lo que son y aprender sus movimientosNombrarlos y ver cómo trabajan sutilmente es un viaje hacia la obtención de un mayor dominio sobre ellos por la gracia de Dios.

4 – DETECTAR EL DEFECTO DOMINANTE

Donde tratamos de aprender nuestras tendencias y debilidades más comunes y ponemos especial énfasis en aprender a dominar y superar esas tendencias. Esto se une a la práctica de un “examen particular” en el que nos centramos y miramos en profundidad estas fallas predominantes, mientras nos preparamos para la confesión y comprometemos nuestro examen diario.

5 – EL CRECIMIENTO DE TODAS LAS VIRTUDES 

Santo Tomas enfatiza dos en lo que se refiere a las tentaciones. La voluntad humana se ve obstaculizada por dos maneras de seguir la rectitud de la razón. En primer lugar, a través de ser orientado por un objeto de placer distinto de lo que exige la rectitud de la razón; y este obstáculo se elimina por la virtud de la templanza. En segundo lugar, a través de la voluntad de no estar inclinado a seguir lo que es conforme a la razón, a causa de alguna dificultad que se presenta. Con el fin de eliminar este obstáculo es necesaria la fortaleza de la mente.

5 – PURIFICACIONES ACTIVAS

A – De los Sentidos – tales como el cuidado de los ojos y los oídos y nuestra necesidad excesiva de comodidades y placeres corporales.

B – De la imaginación – donde buscamos inyectar pensamientos cada vez más santos en nuestro paisaje mental con el fin de desplazar los pensamientos necios, impuros y profanos.

C – De la memoria – en el que la memoria de nuestros pecados pasados ??es borrada cada vez más por no pensar demasiado en ellos y mediante la sustitución de estos recuerdos con más y mejores cosas santas. Debemos alimentar lo que es santo y matar de hambre a lo que es doloroso o pecaminoso. El buen pensamiento se convierte en nuestro interés y los malos pensamientos y los recuerdos son cada vez más despojadas de oxígeno y se marchitan. Aquí  también está la práctica loable de orar por el don de lágrimas santas, en el que lloramos por nuestros pecados no pensando demasiado en ellos, sino desarrollando una aversión y una evitación y de pensar de nuevo en ellos con deleite.

D – Del intelecto – donde estudiamos con frecuencia la Santa Sabiduría de Dios, la Biblia, buenos libros teológicos y espirituales, la vida de los santos, etc. Estamos menos conformados a la locura del mundo y más transformados por la renovación de nuestras mentes, y formas nuevas y espirituales de pensamiento arraigados en la sabiduría de Dios. Ten en cuenta que Jesús recurrió a las Escrituras para refutar todas las tentaciones en el desierto. Y así Él enseña que nuestro intelecto se debe llenar de la sabiduría de Dios para refutar al diablo, a la carne y al mundo. 

E – De la voluntad – donde practicamos cada vez más e intencionalmente la virtud, reforzándola y desplazando las malas tendencias (vicios). Buscamos crecer en el amor a Dios y al prójimo y actuar menos por amor propio. En la medida que la virtud crece se hace más natural y hacemos las cosas buenas con mayor facilidad. Los vicios atenúan con ello (se debilitan).

6 – LA CONFESIÓN REGULAR Y LA SANTA COMUNIÓN 

Allí recibimos la gracia de evitar el pecado, crecer en santidad y el deseo de Dios en lugar del pecado. En la Sagrada Comunión, sobre todo, nos volvemos más y más como Aquel que recibimos. Son como la medicina y la alimentación, para sanarnos y fortalecernos.

7 – ORACIÓN 

Aquí entendida no como mera recitación sino como unión cada vez más profunda con Dios, cuyo amor nos transforma para que tengamos disgusto por el pecado y amor por la bondad, la belleza y la verdad.

ES NECESARIO UNA PREPARACIÓN PARA CUANDO LLEGA LA TENTACIÓN

Vemos entonces que la preparación previa es necesaria mucho antes del momento de la tentación, si queremos evitar algunas tentaciones por completo y queremos estar mejor equipados para evitar aquellas que vienen.

La virtud es su propia recompensa. Es evidente que los que han vivido vidas que fueron profundamente sumidas en el pecado van a enfrentarse a un montón más de tentaciones en el futuro, incluso si se han arrepentido. 

Vemos, pues, el papel preventivo de la virtud y de desarrollar buenos hábitos a temprana edad.

Y así vemos cómo el pecado engendra pecado.

Aprender y practicar la virtud fielmente es un gran medio para evitar una multitud de tentaciones. 

Hay que acumular buenas alternativas. Es típico cuando se trata de perder peso que uno se aconseja eliminar malas elecciones de alimentos y acumula buenos alimentos que le gustan.

Hay que abastecerse de buena lectura y materiales de audio que te gustan para pasar el tiempo aprendiendo y creciendo en las cosas buenas de la vida que más te atraigan.

No cometas el error de la simple eliminación de las cosas de tu vida porque se crean vacíos no saludables. En cambio, “desplaza” las cosas malas con algo mejor, a partir de lo que te gusta y deja que las cosas buenas te lleven a otras cosas buenas que no te gusten, pero más tarde.

10 FORMAS PARA RESISTIR LAS TENTACIONES CUANDO LLEGAN

¿Y luego qué? Ninguno de nosotros escapa totalmente a toda tentación. Cuando lleguen, prueba algunas de estas cosas:

1 – HACER LO QUE ESTÁS HACIENDO

En otras palabras, desarrollar el hábito de centrarte en lo que estás haciendo y de no ser fácilmente distraído. Ser consciente e intencional es una forma de disciplinar nuestras mentes. El aprendizaje de esta disciplina nos ayuda cuando surgen tentaciones (muchas de los cuales son formas de distracción). En la medida de lo posible, mantener la concentración y claridad sobre lo que estás haciendo en todo momento. Nuestra mente puede verse afectada y ayudada incluso por la disciplina física de la limpieza de una cocina o escribir un artículo.

2 – RECUERDA, UNA VICTORIA AYUDA A ALLANAR EL CAMINO PARA LAS DEMÁS 

No vamos a ganar todas las batallas sobre todo al principio. Pero gana las que puedas y se agradecido. Así que no te desanimes gana lo que puedas y cuando te caigas, caerás sobre Jesús y conseguirás hacerlo de nuevo y tratarás de ganar el siguiente round. Una victoria a la vez.

3 – CONSIDERA QUE EL PECADO ES UN PLACER PASAJERO PERO LA FACTURA INEVITABLEMENTE VIENE MÁS TARDE

Resistir la tentación requiere esfuerzo, pero trae recompensas y no facturas más tarde. La Escritura dice: Bendito es el que soporta la tentación, porque, después de haber superado la prueba, esa persona recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman (Santiago 1:12).

4 – ¡PEDIR A JESÚS! 

La escritura dice, porque él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados (Hebreos 2:18). Ten en cuenta que él es capaz de ayudar. Pide confiar y actuar Su Palabra, que dice: Mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo (1 Juan 4: 4).

5 – MANTENTE ALERTA Y SOBRIO (CON UNA MENTE CLARA QUE SABE LO QUE ESTÁ PASANDO EN CADA MOMENTO) 

Mantente en oración consciente de Dios. La mayoría de la gente vive la vida en el modo de reacción en lugar del modo de reflexión. Aquellos que reflexionan puede ir hasta un grupo de chismosos, comprender lo que está pasando, y luego dar un paso atrás en lugar de cooperar, quizás incluso dirigir la conversación hacia otro lugar. Los que están en modo de reacción sólo se unen de pleno sin pensar. Jesús dice: Velad y orad para que no entréis en tentación. El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil (Mateo 26:41).

6 – ACEPTA QUE VAS A TENER QUE SUFRIR A VECES PARA RESISTIR LA TENTACIÓN 

Es fácil y muchas veces agradable al pecado. Es difícil y a veces desagradable resistir sus impulsos.

7 – SI ALGO TE HACE PECAR CON FRECUENCIA, DEBES ESTAR DISPUESTO A DESPRENDERSE DE ÉL, INCLUSO SI ES DIFÍCIL 

Resuelve hacerlo si es necesario. Por ejemplo, si la televisión por cable es un problema para ti, deshazte ella, y así con otras cosas.

8 – MUCHAS TENTACIONES OCURREN POR LA NOCHE AL INTENTAR DORMIR

Muchas Iglesias ofrecen la oración de la noche para mediar con la muerte. Una antigua oración de la noche, dice, “Enséñame a vivir para que yo pueda teme, la tumba tan poco como mi cama. Enséñame a morir para que yo pueda elevarme glorioso en el día horrible”. Puede parecer extraño, pero funciona.

9 – AMA A DIOS Y PÍDELE EN LOS MOMENTOS DE TENTACIÓN POR LA GRACIA DE AMARLO MÁS QUE AL PECADO, MÁS QUE A TI MISMO, Y MÁS QUE A TU PLACER 

Mira el momento de la tentación como un tiempo para demostrar que tu amor por Dios es mayor que el que tienes al mundo. Acepta el reto y date cuenta que cada victoria tenderá a aumentar tu amor por Dios y su verdad.

10 – EN ALGUNAS TENTACIONES (COMO LAS ADICCIONES) ES BUENO TENER UN PATROCINADOR O AMIGO QUE PODEMOS LLAMAR CUANDO ESTAMOS LUCHANDO

Ellos nos ayudan a apoyarnos y también a hacernos responsables.

Ten en cuenta que estas sugerencias pueden ayudar pero la verdadera victoria se basa en que nuestra base sea fuerte. Mantén la construcción de los cimientos y recuerda que la santidad es una ganancia a largo plazo.

Al mundo moderno le gusta el microondas, pero el camino de Dios es más como una cazuela de barro.

Aprende a saborear el crecimiento constante de la santidad y ve como las tentaciones disminuyen y se vuelven menos irritantes.

Las tentaciones nunca dejarán este lado del velo, pero pueden disminuir de manera significativa y perder su poder para molestarte mucho, por la gracia de Dios, y en el tiempo de Dios.

Cortesía de: Foros de la Virgen María