El caso es que “humildad” no es sinónimo de “sumisión”
Para ser “humildes” hay que ser más humano que cualquier otro humano. Es quedarse callado cuando reconocemos que nuestro interlocutor tiene algún problema para comprender o expresarse, y dar gracias a Dios porque a nosotros no nos sucede lo mismo.
A pesar de que hablamos el mismo idioma, algunas personas entienden diferente lo que decimos, ya sea por algún problema de su niñez, educación o por una deficiencia cerebral. Todos ven que algo es “blanco”, pero esa persona dice que es “negro”. Así de obvio, sin exagerar, pueden ser los problemas.
Pero veamos primero un caso normal con personas normales:
“Cinco personas presencian un choque desde diferentes ángulos. Como son testigos oculares del hecho, son interrogados por las autoridades. A pesar que todos estuvieron en el mismo lugar, sólo coinciden en que hubo un choque, pero no coinciden exactamente cómo sucedió; inclusive no coinciden en quién tuvo la culpa”
Este ejemplo simple nos da una idea de lo complejo que puede ser el cerebro humano…. a pesar que todos los testigos son probos.
Hay personas que están a la defensiva e inconcientemente reaccionan con una actitud negativa a ciertas palabras, que con muy buena intención le son dichas. Incluso, un premio o una sugerencia que podría hacer resaltar su desempeño como persona o como trabajador, lo toman como una ofensa, porque en el fondo creen que no se lo merecen o que no están reconociendo su trabajo o que se están burlando, y su actitud es de rechazo e indignación… acá intervienen también los complejos.
Si notamos esta actitud, debemos evitar un nuevo contacto con este tipo de personas, que nunca van a entender que no hay mala intención de nuestra parte. En vez de reaccionar negativamente ante esto, es preferible ser “humildes”, lo que no significa que nos ganaron o que estamos equivocados y aceptando lo que dicen, porque estaríamos entrando en su mismo juego.
Es nuestro deber, una vez se calme la persona, el buscar la forma de ayudarla… mientras eso no suceda, nuestra “humildad” debe ser más fuerte, aunque parezca “sumisión”. El decir “tienes razón” hará que la persona se calme, y no perdemos nada con hacerlo… total, sabemos que la verdad es sólo una.
Algo parecido sucede con las sectas que tocan nuestra puerta, sobre todo con las que niegan a la Madre de Dios, nuestra Madre, la siempre Virgen María. Nuestra actitud no debe ser de rechazo, eso no es de católicos. Podemos librarnos de ellos “humildemente…” sabemos que están equivocados, pero la culpa no necesariamente es de ellos. Nacieron y crecieron en ese ambiente; sólo eso escucharon toda su vida. Si nosotros hubiésemos nacido en Oriente, es muy posible que fuéramos budistas o del Islam.
Este dialogo sucedió más o menos así luego que les abrí la puerta:
§ “Buenos días… venimos a traerle la Palabra de Dios” – dijeron.
§ “Adelante… estoy terminando de rezar el Rosario… ¿me acompañan?” – respondí.
§ “Sólo queríamos dejarle estos folletos y nos vamos” – replicaron.
De hecho la palabra “Rosario” los espantó… nunca más volvieron. No hubo ningún tipo de pelea, ni tuve necesidad de espantarlos de una forma cruel como muchos lo hacen, tirándoles la puerta.
José Miguel Pajares Clausen
Para ser “humildes” hay que ser más humano que cualquier otro humano. Es quedarse callado cuando reconocemos que nuestro interlocutor tiene algún problema para comprender o expresarse, y dar gracias a Dios porque a nosotros no nos sucede lo mismo.
A pesar de que hablamos el mismo idioma, algunas personas entienden diferente lo que decimos, ya sea por algún problema de su niñez, educación o por una deficiencia cerebral. Todos ven que algo es “blanco”, pero esa persona dice que es “negro”. Así de obvio, sin exagerar, pueden ser los problemas.
Pero veamos primero un caso normal con personas normales:
“Cinco personas presencian un choque desde diferentes ángulos. Como son testigos oculares del hecho, son interrogados por las autoridades. A pesar que todos estuvieron en el mismo lugar, sólo coinciden en que hubo un choque, pero no coinciden exactamente cómo sucedió; inclusive no coinciden en quién tuvo la culpa”
Este ejemplo simple nos da una idea de lo complejo que puede ser el cerebro humano…. a pesar que todos los testigos son probos.
Hay personas que están a la defensiva e inconcientemente reaccionan con una actitud negativa a ciertas palabras, que con muy buena intención le son dichas. Incluso, un premio o una sugerencia que podría hacer resaltar su desempeño como persona o como trabajador, lo toman como una ofensa, porque en el fondo creen que no se lo merecen o que no están reconociendo su trabajo o que se están burlando, y su actitud es de rechazo e indignación… acá intervienen también los complejos.
Si notamos esta actitud, debemos evitar un nuevo contacto con este tipo de personas, que nunca van a entender que no hay mala intención de nuestra parte. En vez de reaccionar negativamente ante esto, es preferible ser “humildes”, lo que no significa que nos ganaron o que estamos equivocados y aceptando lo que dicen, porque estaríamos entrando en su mismo juego.
Es nuestro deber, una vez se calme la persona, el buscar la forma de ayudarla… mientras eso no suceda, nuestra “humildad” debe ser más fuerte, aunque parezca “sumisión”. El decir “tienes razón” hará que la persona se calme, y no perdemos nada con hacerlo… total, sabemos que la verdad es sólo una.
Algo parecido sucede con las sectas que tocan nuestra puerta, sobre todo con las que niegan a la Madre de Dios, nuestra Madre, la siempre Virgen María. Nuestra actitud no debe ser de rechazo, eso no es de católicos. Podemos librarnos de ellos “humildemente…” sabemos que están equivocados, pero la culpa no necesariamente es de ellos. Nacieron y crecieron en ese ambiente; sólo eso escucharon toda su vida. Si nosotros hubiésemos nacido en Oriente, es muy posible que fuéramos budistas o del Islam.
Este dialogo sucedió más o menos así luego que les abrí la puerta:
§ “Buenos días… venimos a traerle la Palabra de Dios” – dijeron.
§ “Adelante… estoy terminando de rezar el Rosario… ¿me acompañan?” – respondí.
§ “Sólo queríamos dejarle estos folletos y nos vamos” – replicaron.
De hecho la palabra “Rosario” los espantó… nunca más volvieron. No hubo ningún tipo de pelea, ni tuve necesidad de espantarlos de una forma cruel como muchos lo hacen, tirándoles la puerta.
José Miguel Pajares Clausen
5 comentarios:
Gracias, hermano José.
Personalmente, reconozco tener problemas para aceptar mi falta de humildad en muchas acciones de mi vida. Y el Señor sabe que he estado tratando de entender cómo erradicar de mí la costra de la soberbia y poder tener la oportunidad de verme un día al espejo y simplemente sentir el gusto de decirme a mí mismo, algún día: "lo lograste, eres un poco más humilde hoy que ayer".
Cuánto me falta para alcanzar ese día. ¿Lo veré?
Dios lo bendiga.
SI TE LO PROPONES LO VERÁS
BENDICIONES POR CASA
Hola hermano, para empezar no explicaste la diferencia entre humildad y sumision, creo personalmente que la humildad es valorarse con honestidad a la luz de la santidad de Dios y nuestra pecaminosidad, por lo que tu ejemplo respecto a los hermanos que niegan a la supuesta madre de Dios, me parece una evidente falta de humildad, toda vez que tu percepcion de la verdad, respecto al rosario no asusta a nadie, simplemente confunde y aturde a la gente que al encontrarse perdida se aferra a creencias infundadas, por lo que al ser tu percepcion de la verdad y no la verdad que Dios nos revela a traves de la biblia, es que demuestras una falta de humildad, asimismo impones una verdad a medias para que los seguidores se sometan o sean sumisos a la hora de creer en la virgen, que realmente fue una mujer elegida segun la providencia de Dios, pero que no es la madre del creador, creo que para salir de dudas tenemos que repasar Exodo Cap.20 a fin de entender el primer mandamiento y no repetir de memoria el catecismo.
SI NO TE IMPORTA LA MADRE DE DIOS Y NO LA RECONOCES COMO TAL... ¡NO SABES DE LO QUE TE ESTÁS PERDIENDO!
BENDICIONES POR CASA
SOY UNA PERSONA QUE ESTA LUCHANDO POR SER HUMILDE Y MANSO DE CORAZON, COMO LO PIDIO JESUS, PERO SE ME ES DIFICIL SERLO, POR QUE NO COMPRENDO LA DIMENSION DE LA HUMILDAD, YA QUE SEGUN FILOSOFOS LA HUMILDAD COMIENSA POR HACERSE UN EXAMEN INTERIOR Y DESCUBRIR NUESTROS ERRORES, ACEPTARLOS, OLVIDARNOS DE NOSOTROS MISMOS Y ENTREGARNOS A LOS DEMAS.
LA ARROGANCIA ES EL AMOR DESORDENADO POR LA EXCELENCIA, EXALTANDO NUESTRO PROPIO YO. (TODO LO CONTRARIO A HUMILDAD)
SI PUEDEN PROFUNDIZAR EN EL TEMA SE LOS AGRADECERIA, YA QUE ESTOY EN GUERRA CON MIGO MISMO.
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