Del
gigantón del cielo.
San Cristóbal, mártir. 10 y 25 de julio, 16 de noviembre y 9 de mayo.
Paso por
alto la leyenda, ampliamente conocida por todos al menos en sus aspectos
generales: soldado, búsqueda de la fe,
"cruzapersonas", el Niño en el río, martirio lleno de prodigios y
castigos a los verdugos...
El
Martirologio Romano recoge que padeció el martirio en Lycia, siendo emperador
Decio pero ni esto es certero. La verdad es que salvo su leyenda y culto
posterior, no se sabe nada de él. Las "Actas"
no rebasan más allá del siglo VIII, que, aunque antiguas, son totalmente
ficticias y lejanas del santo. Sin embargo, se conoce una inscripción del siglo
V, que habla de una basílica dedicada a su memoria en Bitina, por tanto, ya en
esta época era venerado; así que no se trata de un invento medieval, como muchas
veces se dice cuando no se sabe que responder. Otra referencia importante:
entre los firmantes del Concilio de Constantinopla hay un tal Potino, del
monasterio de San Cristóbal, monasterio no identificado, pero existente,
evidentemente. Y, por último, San
Gregorio Magno (12 de marzo y 3 de
septiembre), habla de su basílica y monasterio en Taormina.
En cuanto
a su celebración, el martirologio atribuido a San Jerónimo (30 de septiembre y 8 de mayo) pone que en
Samon (?) se celebra su memoria el 25 de julio, fiesta que conserva el
martirologio romano, aunque en la práctica se haya trasladado al 10 del mismo
mes, por la coincidencia con Santiago Apóstol. La Habana, por ejemplo, lo
celebra a 16 de noviembre, día de la fundación de la ciudad. Y la iglesia
oriental lo recuerda el 9 de mayo.
Es en la
fuerza de su culto donde radica su importancia en la espiritualidad y el arte:
Sobre todo en la Edad Media, San Cristóbal fue considerado como el santo patrono contra la muerte súbita, la muerte fuera
de estado de gracia (que impediría la entrada al cielo). Su imagen se
ponía en lugares altos, sobre las puertas de catedrales, ciudades, hospitales y
edificios importantes y era creencia popular que con mirarla durante el día,
uno quedaba libre del peligro de morir sin sacramentos. Es uno de los 14 Santos Auxiliares, de tantísima devoción,
ya sea juntos o por separado.
Es patrón
de peregrinos, viajeros, motoristas, transportistas
en general. Protector de los deportes de motor, las fortificaciones, los balseros.
Se le invoca contra las inundaciones, las tormentas
eléctricas y el granizo. Era llamado auxiliador
contra la peste, el hambre, las heridas y hasta el dolor de muelas. Es protector de los niños y las embarazadas, los paisajistas
y jardineros, los vendedores de fruta, los encuadernadores y tapiceros,
y también de carpinteros, pintores y modistas.
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