WASHINGTON D.C., 03 Nov. 16
/ 02:20 pm (ACI).- En una columna recientemente publicada en el diario estadounidense USA
Today, Tyler J. VanderWeele, profesor de epidemiología en la Universidad de
Harvard, y el experto en comunicaciones John Siniff, calificaron la asistencia
regular a Misa
como un “elixir
para mejorar la salud física y mental”.
El artículo del USA Today, titulado “La
religión podría ser un medicamento milagroso”, apunta a los resultados
de un estudio encabezado por VanderWeele y publicado en mayo de 2016 en la
prestigiosa revista de psiquiatría JAMA Psychiatry, de la Asociación Americana
de Medicina.
[Puede leer]: ¿Ir a Misa mejora la salud?
El estudio, titulado “Asociación entre
asistencia a servicios religiosos y menores tasas de suicidio entre mujeres
estadounidenses”, concluyó que “la
asistencia frecuente a servicios religiosos estaba asociada con una tasa
significativamente más baja de suicidio”.
VanderWeele y Siniff señalaron que “la salud
y la religión están muy conectadas” y, de acuerdo al estudio publicado a
mediados de 2016, los adultos que van a Misa al menos una vez a la semana, en
comparación a quienes no asisten en lo absoluto, “han
estado mostrando tener un menor riesgo de morir en la próxima década y media”.
“Los
resultados han sido replicados en suficientes estudios y poblaciones
para ser considerados bastante confiables”, aseguraron.
Si bien precisaron que “la ciencia no se
adhiere a una fe sobre otra, o sugiere qué debe hacer la sociedad con esa
información”, destacaron que tanto la sociedad en su conjunto y cada
persona podrían aprovechar estos resultados.
“Los medios informativos, la academia y el público
en general podrían usar esta nueva comprensión del gran valor social de la religión”, indicaron,
mientras que para cada persona, “esta investigación
hace una invitación no tan sutil a reconsiderar qué es lo que la religión puede
hacer por ellos”.
Quienes asisten a Misa, señalaron, “son
menos propensos a fumar, o más propensos a dejar de fumar por completo, produciendo significativos beneficios de
salud”.
Además, destacaron, “la investigación en
Harvard y en otras partes indica que, posiblemente debido a un mensaje de fe o
esperanza, quienes asisten a servicios son más optimistas y tienen menores
tasas de depresión. La investigación de Harvard también ha mostrado que la asistencia
protege contra el suicidio”.
“Otros han encontrado que quienes van a la iglesia aseguran tener un
propósito más grande en la vida,
y desarrollan más autocontrol”.
Mientras que algunos estadounidenses han reemplazado la asistencia a
Misa, que “es vista como “pintoresca y anticuada”,
por la “espiritualidad”, VanderWeele y Siniff precisaron que ir a la
iglesia y no una “espiritualidad privada o práctica
solitaria”, lo beneficioso para la salud.
“Algo en la
participación religiosa comunitaria parece ser esencial”, señalaron.
Asistir a Misa, dijeron, “ha mostrado que
incrementa la probabilidad de un matrimonio estable, eleva
el sentido propio de significado, y extiende la propia red social”, así
como “lleva a mayores donaciones caritativas y un
voluntariado y compromiso cívico más robusto”.
VanderWeele y Siniff destacaron que “algo en
la experiencia y participación religiosa comunitaria importa. Algo poderoso parece suceder ahí, y mejora
la salud”.
“Esto tiene importantes implicaciones para el
grado en el que la sociedad promueve y protege a las instituciones religiosas”, entre otros, señalaron.
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