martes, 26 de abril de 2016

ESTAMOS EN LOS TIEMPOS FINALES SEGÚN LOS MUSULMANES, LOS JUDÍOS Y LOS CRISTIANOS


Las tres principales religiones monoteístas creen que es inminente el regreso de su mesías.

Los judíos esperan al mesías enviado por Dios por primera vez, los musulmanes al Mahdi, el último profeta y los cristianos la segunda venida de Jesucristo, o sea la parusía.

Para los musulmanes la aparición del Mahdi es inminente, y muchos piensan que ya está en la tierra esperando el momento preciso para revelarse, esto se ha divulgado bastante porque es buena parte de la efervescencia del Islam fundamentalista.
Y muchos de esta generación de cristianos piensan que serán testigos de hechos profetizados en la Biblia, como la gran tribulación, la venida del anticristo y hasta la segunda venida de Cristo.
Pero de los judíos se sabe menos. Aquí informamos sobre una profecía judía del siglo XII que establece por estos años el comienzo de los “tiempos finales” mesiánicos, con la llegada del mesías esperado.

¿Mera coincidencia?

Para su discernimiento.

ESCATOLOGÍA DEL MAHDI MUSULMÁN

Dos terceras partes de los mil millones de musulmanes esperan al Mahdi – el último imam islámico que creen vendrá en estos tiempos. El último profeta del Islam, gobernará el mundo y derrotará a los enemigos que no sirven a Alá. Su general será Jesús que tratará de convertir a los cristianos al Islam y de no hacerlo, morirán. Esta certitud explica el apogeo de la militancia islámica.

Para los chiítas iraníes la venida del Mahdi para instalar el reino de Allah es la base de toda su política expansionista. Aún más, creen que la manera de apresurar la venida del Duodécimo Imán es aniquilar a Israel (que ellos llaman el “Pequeño Satán”), y a Estados Unidos (que ellos llaman el “Gran Satán”).

Sostienen que vendrá con Jesús (una especie de general suyo) para ofrecer el Islam a todo el mundo, los que no lo acepten serán aniquilados, entre 60% y 80% de la humanidad morirá.

El Duodécimo Imam era real, una persona de carne y hueso que, al igual que los once líderes chiítas antes que él, era un hombre árabe, descendiente directo del fundador del Islam, y se cree que ha sido escogido por Allah para ser el guía espiritual y la autoridad humana fundamental del pueblo musulmán. Su verdadero nombre era Muhammad Ibn Hasan Ibn Ali, y en general creen los chiítas que nació en Samarra, Irak, en el año 868.

A una edad muy joven, sin embargo, Ali desapareció de la sociedad. Algunos dicen que él tenía cuatro años, mientras que otros dicen cinco y algunos dicen que seis. Algunos creen que cayó en un pozo en Samarra, pero su cuerpo nunca fue recuperado. Otros creen que la madre del Mahdi lo colocó en el pozo para evitar que los gobernantes malvados los capturaran y lo mataran, y que posteriormente se convirtió en invisible.

Aquí es donde el término “Imam Oculto” se menciona, y los chiítas creen que Ali no está muerto sino que simplemente está oculto a la vista de la humanidad – los chiítas se refieren a esto como “ocultación” – hasta el fin de los días, cuando Allah lo revelará una vez más.

El Mahdi regresará en los últimos días para establecer la rectitud, la justicia y la paz. Cuando él llegue, dicen, el Mahdi traerá a Jesús con él. Jesús será un musulmán y servirá como su general, no como Rey de reyes y Señor de señores como enseña la Biblia, y él obligará a los no musulmanes a elegir entre seguir al Mahdi o la muerte.

Eruditos chiítas creen que el Mahdi aparecerá primero en la Meca y conquistará el Oriente Medio, a continuación, establecerá la sede de su gobierno o califato islámico global en Irak. Pero no hay un acuerdo universal. Algunos creen que él saldrá del pozo en la mezquita de Jamkaran en Irán y luego viajará a La Meca y a Irak. Algunos dicen que va a conquistar Jerusalén, antes de establecer su califato en Irak. Otros creen que Jerusalén debe ser conquistado, como requisito previo a su regreso.

Nada de esto está en realidad escrito en el Corán, y los suníes rechazan gran parte de esta escatología, a paesar que el Estado Islámico la cree a pie juntillas.

Pero una cosa que está bastante bien acordada entre los devotos “duodecimanos” es que el Mahdi va a terminar la apostasía y purificar la corrupción dentro del Islam. Se espera conquistar la península de Arabia, Jordania, Siria, “Palestina”, Egipto y el Norte de África, y, finalmente, todo el mundo. Durante este tiempo, él y Jesús matarán entre 60 y 80 por ciento de la población mundial, especialmente a aquellos que se niegan a convertirse al Islam.

El ayatolá Ibrahim Amini, un profesor en el Centro de Aprendizaje Religioso en Qom, escribió un libro notable, titulado Al-Imam al-Mahdi, el Líder Justo de la Humanidad, que describe la conexión entre la escatología chiíta y la política exterior iraní.

“Aquellos que persisten en su incredulidad y maldad serán asesinados por los soldados del Mahdi”, escribió Amini.

El único gobierno victorioso en todo el mundo será el del Islam, y la gente devota se esforzará para protegerlo. El Islam será la religión de cada uno, y entrará en todas las naciones del mundo. . . . El Mahdi ofrecerá la religión del Islam a los Judios y los Cristianos, y si lo aceptan se les perdonará, de lo contrario serán matados. . . . Parece poco probable que esta catástrofe se pueda evitar. . . . La guerra y el derramamiento de sangre son inevitables. . . La era del Imam y sus seguidores vendrá para superar las fuerzas del materialismo ateo y la incredulidad por la jihad”.

Hay algunos que dicen que el Mahdi ya está entre nosotros actuando y que Jesús está con él ayudándolo.

EL PROFETA JUDÁ BEN SAMUEL

Judá Ben Samuel fue un rabino alemán legendario y prolífico del siglo XII que hizo algunas predicciones asombrosas y específicas sobre el futuro de Jerusalén e Israel, que se hicieron realidad.

Judá Ben Samuel, también conocido como Judá he-Hasid (Judá el Piadoso), vivió y trabajó desde finales del siglo XII hasta principios del siglo XIII en Ratisbona, autor de numerosos libros en el idioma alemán.

Ludwig Schneider de la revista Israel Today ha traducido algunos de sus trabajos al Inglés en los últimos años, entre ellos “El Libro de los Piadosos – Sefer Hasidim” y el “Libro de los cálculos – Sefer Gematriyot”.

A raíz de las cruzadas cristianas a Tierra Santa, entre 1096-1270, se desarrolló una correspondencia regular entre los Judíos en Tierra Santa y el Occidente cristiano. Así, por ejemplo, los rabinos en Worms y Ratisbona en Alemania sabían que Saladino de Ayyubids había estado gobernando en Tierra Santa desde 1187.

SU PROFECÍA

En este momento, Judah Ben Samuel publicó los resultados de sus cálculos bíblicos (Gematria) y las observaciones astrológicas, y los resumió de la siguiente manera:

Cuando los otomanos (turcos) – que ya eran una fuerza a tener en cuenta en el Bósforo en el momento de Judá Ben Samuel – conquisten Jerusalén, reinarán sobre Jerusalén por ocho jubileos. Después Jerusalén se convertirá en tierra de nadie durante un jubileo, y luego en el noveno jubileo volverá una vez más a ser propiedad de la nación judía – lo que significaría el comienzo del tiempo final mesiánico“.

Un jubileo tiene 50 años (Levítico 25). Es el año 50 después de siete veces siete años, el año en el que cada persona debe recuperar la propiedad de su tierra. Los cálculos de Ben Samuel eran puramente teóricos, no había absolutamente ninguna señal en ese momento de que fueran cumplidos. Él mismo no era capaz de experimentar su cumplimiento, ya que sólo 300 años después de su muerte podría hacerse realidad la primera de sus predicciones.

Esto es ni más ni menos que el Shemitá.

Los mamelucos, que habían estado reinando en Jerusalén desde 1250, fueron conquistados en 1517 por los turcos otomanos. Ellos permanecieron durante ocho jubileos (8 x 50 = 400 años), es decir que estuvieron en Jerusalén durante 400 años. Exactamente 400 años después, en 1917, los turcos otomanos fueron conquistados por los ingleses. La Sociedad de Naciones otorgó el mandato para la Tierra Santa y Jerusalén a los británicos. Así, desde 1917, en virtud del derecho internacional, Jerusalén era tierra de nadie.

Entonces, cuando Israel capturó Jerusalén en la Guerra de los Seis Días de 1967, exactamente un jubileo (50 años) después de 1917, volvió Jerusalén a ser propiedad judío-israelí una vez más. De esta manera, de acuerdo con las profecías de Judá Ben Samuel, comenzaron los últimos tiempos mesiánicos.

LO DEFINEN COMO UN HOMBRE DE DIOS

Muchos eruditos han estudiado y referido a los escritos de Judá Ben Samuel en un esfuerzo por comprender cómo llegó a sus conclusiones. Entre los que hacen referencia Ben Samuel están el rabino Isaac ben Salomón Luria, un místico relacionado con el mundo místico mesiánico (Jerusalén 1531-1572 Safed), Joseph Salomón Delmegido (1591 Candia – 1655 Praga), un matemático y astrónomo (“Mazref le-Jojmá “), Azulai I (1724-1806), un famoso bibliógrafo; Samuel David Luzzatto (1800-1865), un estudioso de la Biblia, el historiador Heinrich Graetz (1817-1891), y el erudito en la Torah Jacob Epstein (1925-1993).

El secreto de cómo Judá el Piadoso llegó a tales predicciones exactas no tiene tanto que ver con los cálculos reales que hace sino con el hecho de que había consagrado su vida a Dios. Sus discípulos el rabino Isaac ben Moses (Viena), el rabino Baruch ben Samuel (Mainz) y el rabino Simcha (Speyer), dan testimonio de que Ben Samuel fue un modelo de abstinencia y abnegación y estaba a la espera con un deseo ardiente de la venida del Mesías.

Ben Samuel fue a menudo llamado “Luz de Israel.” Incluso obispos fueron a él para pedirle consejo. Si alguien le preguntaba de dónde provenía su sabiduría él contestaba,

apareció Elías el profeta, que precederá al Mesías, y me reveló muchas cosas e hizo hincapié en que la condición previa para la oración contestada es que esté impulsado por el entusiasmo y la alegría por la grandeza y la santidad de Dios“.

2017 SERÍA LA FECHA CLAVE

Para resumir sus predicciones sorprendentes:

En el año 1217 este rabino erudito y piadoso profetizó que los turcos otomanos gobernarían sobre la ciudad santa de Jerusalén por ocho Jubileos. Ahora, ten en cuenta, que hizo esta predicción 300 años antes de los turcos otomanos tomaran el control de Jerusalén en 1517.

Si efectivamente, entre 1217 y 1517 fueron los años del jubileo como Judá Ben Samuel creyó, entonces su profecía tenían toda la razón, porque exactamente 400 años después de que los turcos tomaron el control de Jerusalén fueron expulsados de la ciudad y tierra santa en 1917 por las fuerzas aliadas bajo el mando del General George Allenby – en Hanukkah, por cierto.

Pero se pone aún más interesante.

El rabino también profetizó que durante el noveno jubileo Jerusalén sería una “tierra de nadie”. Esto es exactamente lo que ocurrió desde 1917 hasta 1967, debido al hecho de que la Tierra Santa fue puesta bajo mandato británico en 1917 por la Sociedad de Naciones y, literalmente, “pertenecía” a ninguna nación.

Incluso después de la guerra de independencia de Israel en 1948-49, Jerusalén estaba todavía dividida por una franja de tierra que corre a través del corazón de la ciudad, controlando Jordania la parte oriental de la ciudad e Israel controlando la parte occidental de la ciudad. Esa franja de tierra se consideró e incluso llamó, “tierra de nadie” tanto por los israelíes como por los jordanos.

No fue hasta la Guerra de los Seis Días en 1967, cuando toda la Ribera Occidental de Tierra Santa fue conquistada por el ejército israelí, que toda la ciudad de Jerusalén pasa de nuevo a manos de Israel. Así que una vez más la profecía hecha por el rabino, 750 años antes, se cumplió al pie de la letra.

Sin duda, sería significativo si 1917 y 1967 fueron años jubilares, teniendo en cuenta la importancia de lo que sucedió en Jerusalén en aquellos años.

Pero se pone aún más interesante, porque Judá Ben Samuel también profetizó que durante el 10º Jubileo Jerusalén estarían bajo el control de los Judíos y que los “tiempos finales” mesiánicos comenzarían. Si tiene razón, el 10º Jubileo comenzó en 1967 y concluirá en el 2017.

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