Ya en el año 44 dC la Iglesia
Madre de Jerusalén tenía su sede en Sión, visitaba el Jardín del Gólgota y allí
celebraba el “Recuerdo” de los grandes eventos de la Crucifixión, Muerte y
Resurrección del Señor.
El
lugar hace referencia histórica a la sepultura de Jesús en una época
comprendida entre el año 30 y 33. Entre los sitios religiosos de la Tierra
Santa, el Santo Sepulcro es uno de los mejor datados históricamente.
Desde
el 1347 los franciscanos han custodiado el lugar que desde la antigüedad se conoce como el Santo
Sepulcro de Jesucristo, en la Basílica del Santo Sepulcro (Iglesia de la
Resurrección) en Jerusalén. Las investigaciones históricas, arqueológicas y
teológicas coinciden perfectamente dando credibilidad a este lugar. Mira todo sobre la
Basílica en su sitio web.
EL SANTO SEPULCRO Y LA
BASÍLICA
El
Santo Sepulcro es un sitio religioso relacionado especialmente con el
cristianismo, particularmente católicos y ortodoxos. El lugar,
llamado también Gólgota (en arameo, Golgotha, ‘calavera’) y donde -según los
Evangelios- se produjo la crucifixión, enterramiento y resurrección de Cristo
está ubicado dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la cual a su vez se ubica
en la línea de confluencia entre la Jerusalén oriental (Árabe) y occidental (Judía).
A la basílica del Santo
Sepulcro de Jerusalén, también se la conoce como la Basílica de la Resurrección
o de la Anástasis (en griego, ‘Resurrección’).
Esta
basílica, uno de los centros más sagrados del Cristianismo, ha sido un
importante centro de peregrinación desde el siglo IV.
Hoy día alberga la sede del Patriarca Ortodoxo de
Jerusalén.
En
general el Santo Sepulcro designa tres partes principales:
• la piedra de la Unción
• Gólgota o Calvario, lugar exacto de la Crucifixión de Jesucristo,
• el Santo Sepulcro.
• la piedra de la Unción
• Gólgota o Calvario, lugar exacto de la Crucifixión de Jesucristo,
• el Santo Sepulcro.
Secundariamente alberga diversas capillas e
iglesias. Entre ellas destaca la Basilica de Santa Elena, Coro de los Griegos y
la Iglesia de los franciscanos, custodios de Tierra Santa.
HISTORIA DEL SANTO SEPULCRO
Según
los evangelios, antes de la muerte de Jesús el sitio era una tumba ya
habilitada como tal, pero no utilizada todavía, propiedad de un rico judío seguidor de Cristo
llamado José de Arimatea. Se trataría de un hueco horadado en la roca, que
podía taparse con una gran piedra reservada al efecto para que rodara o se
deslizara hasta la puerta del nicho.
Una
de las versiones sobre el primer anuncio de la resurrección de Cristo, según los
Evangelios es el momento en que las mujeres que iban a ungir su cadáver con
especias aromáticas —María Magdalena, María, madre de Santiago el Menor y
Salomé, madre de Santiago y Juan— se encontraron con la piedra desplazada, y el
nicho expuesto y vacío.
Teniendo como fuente los
evangelios, pero confirmados por los trabajos arqueológicos, la tumba estaría
situada en un jardín próximo a la roca —o montaña, o montículo; los evangelios
dicen lugar— donde se produjo la crucifixión, llamada originalmente Gólgota y
luego Calvario (lat. calvaria, calavera), o en griego kranion (cráneo). Ese
lugar estaba muy próximo a la muralla herodiana de la ciudad de Jerusalén, e
incluso comunicado con ella por una calle, pero extramuros, ya que las normas
judías prohibían los enterramientos intramuros, salvo para el caso de los
reyes.
La
destrucción de Jerusalén efectuada por los romanos para reprimir
la primera gran rebelión del pueblo judío, trajo la ruina para el Templo de
Jerusalén y para otros lugares tradicionales de la antigua ciudad puesta
entonces bajo el comando de los paganos. Si bien los primeros cristianos
huyeron hacia Petra antes de la destrucción siguiendo una interpretación profética
de Jesús (Lucas 21, 20-22), los mismos dejaron por escrito en los evangelios la
descripción del lugar de la Crucifixión y de la sepultura: Mateo 27, 33; 57 –
61; Marcos 15, 22; 42 – 47; Lucas 23, 33; 50 – 55; Juan 19, 17; 38 – 42.
Ambos
sitios, el Gólgota y la Tumba, están a pocos metros de distancia y entre ellos
se encuentra la Piedra de la Deposición, lugar en donde dice la tradición el
cuerpo de Jesús fue preparado después de ser bajado de la cruz para ser
enterrado – Mateo 27, 59 y paralelos.
El
lugar fue evidentemente una cantera por la enorme riqueza lítica y la red de
cavernas que se pueden observar, un sitio ideal para la construcción de tumbas,
una actividad muy normal en la época, especialmente entre personas de posición
social. El nombre, «Gólgota», la «Calavera», viene probablemente de la
semejanza que las formas que las rocas tenían, como se puede comprobar hoy por
hoy en los paisajes desérticos del Mar Muerto.
Los
romanos cambiaron el nombre de Jerusalén por el de Aelia Capitolina con el fin de
hacer de la ciudad un enclave exclusivamente greco-romano – prohibieron el
ingreso de los pueblos semitas – y construyeron lugares de culto pagano en
donde estaba el Templo de Jerusalén y el Santo Sepulcro. Dicho acontecimiento
es una de las pruebas históricas y arqueológicas que evidencia la historicidad
de ambos sitios.
En cuanto al Santo Sepulcro,
en el año 326, el Emperador Constantino mandó erigir la Basílica del Santo
Sepulcro en el lugar prescrito por la tradición y en el cual estaba erigido el
culto pagano a la diosa romana Venus, y mandado construir por Adriano, hacia el
135.
La Emperatriz Elena había
acudido a la ciudad tras escuchar el informe presentado por Macario, obispo de
Jerusalén, sobre el lamentable estado en el que se encontraban los lugares
descritos en los evangelios (santos lugares, para los cristianos), decidida a
mejorar personalmente la situación. Tenía también el propósito de localizar la
cruz de la ejecución de Jesús; Constantino había empezado a utilizar el signo
de la cruz, y a considerarlo presagio de victoria.
Elena,
tras fracasar en la búsqueda de la cruz, o como parte de ella, inició la del
sepulcro.
La tradición cuenta que al derruir el templo pagano para aislar el Calvario e
iniciar las nuevas edificaciones aparecieron también tres cruces, una de las
cuales necesariamente habría de ser la Vera Cruz o auténtica cruz del martirio
de Cristo. Varias leyendas describen el prodigio que permitió identificar la
Vera Cruz, casi siempre basadas en que una de las cruces producía curaciones
milagrosas, y las otras dos no.
Los
sucesos descritos a partir de 325-326, sobre el descubrimiento del sepulcro y
la Vera Cruz por la Emperatriz Elena, se deben al obispo de Cesarea (Palestina)
e historiador Eusebio, llamado también el Padre de la historia de la Iglesia.
También
Eusebio de Cesarea (265-340), nacido en Palestina, describe en su “Vida de
Constantino”,
los esfuerzos del emperador Adriano por hacer desaparecer el Santo Sepulcro,
junto con todos los lugares sagrados de Jerusalén, poniendo sobre ellos templos
paganos:
“En esta
cueva sagrada, sucedió entonces que algunas personas impías y ateas, habían
pensado retirarla por completo de la vista de los hombres. Suponían
dentro de su locura que así podrían ser capaces de obscurecer la verdad de
manera efectiva. Con ese fin trajeron una cantidad de desechos desde lejos y
con mucho esfuerzo recubrieron totalmente el lugar; luego, habiendo llevado
esto a una altura moderada, lo pavimentaron con piedras, escondiendo la cueva
sagrada bajo el masivo montón.
Después,
como si su intento se hubiera llevado exitosamente a cabo, prepararon sobre
esta base, un verdadero y truculento sepulcro de almas, mediante la
construcción de un tenebroso altar de ídolos sin vida para el espíritu impuro
al cual llaman Venus y ofreciendo allí detestables oblaciones en esos profanos
y malditos altares. Porque ellos suponían que su objeto no podía ser de otra
forma totalmente alcanzado, más que enterrando así la cueva sagrada bajo esas
nocivas contaminaciones.” (III, XXVI – véase también el informe de Eusebio
sobre el Santo Sepulcro)
Los esfuerzos del emperador Adriano solo sirvieron
para señalar el lugar preciso de los santos lugares que pretendía eliminar. Mas
tarde el Templo Pagano fue removido, el Santo Sepulcro fue excavado y la
Basílica de la Resurrección fue construida sobre el. Todo esto está abalado por
la arqueología.
EL LUGAR DEL CALVARIO HOY EN
DÍA
1. Los Evangelios llaman a
este lugar Gólgota (en Arameo “Golgotha”; en Griego “Kránion” (calavera), a
partir de lo cual llegamos a Calvario, de la raiz latina “calva”, la piel que
recubre el cráneo sin cabello.
Nuestro
término común Monte no se usa. Monte empezó a ser usado solamente en el siglo
IV,
cuando sacaron la roca que lo rodeaba, dejando la roca de la crucifixión
aislada, pequeña y redonda colina de unos 6 m de altura. Simplemente se lo
menciona como un lugar llamado Gólgota para indicar el sitio en que se levantó
la cruz y la vecina propiedad rural de José de Arimatea:
“Llegaron a un lugar llamado Gólgota (que significa
la Calavera)” (Mt 27,33)
“Trajeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota (que
significa el lugar de la Calavera)” (Mc 15,22)
“Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, allí
lo crucificaron, junto con los criminales uno a su derecha y el otro a su
izquierda” (Lc 23,33)
“Llevando su propia cruz, fue hasta el lugar de la
Calavera (que en arameo se llama Gólgota)” (Jn 19,17)
2. Los Evangelios también
afirman que en el sitio había un jardín:
“En el lugar en que Jesús fue crucificado, había un
jardín” (Jn 19,41)
3. Este jardín del Gólgota se
encontraba fuera de la ciudad pero suficientemente cerca como para permitir que
los que por allí pasaban pudieran leer el cartel (titulus) preparado por Pilato
y atado a la cruz:
“Muchos judíos leyeron este cartel, ya que el lugar
en que Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad y estaba en Arameo,
Latín y Griego” (Jn 19,20).
4. Los Evangelios afirman
también que cerca de la “Calavera” en donde Jesús fue crucificado había una
tumba nueva empotrada en la roca:
“En el lugar donde Jesús fue crucificado había un
jardín y en el jardín una tumba nueva, en la que nadie había sido depositado”
(Jn 19,41)
“José tomó el cuerpo, lo envolvió en una limpia
tela de lino y lo puso en su propia tumba nueva que él había cavado en la roca”
(Mt 27,59)
“Entonces él lo bajó (de la cruz), lo envolvió en
una tela de lino y lo puso en una tumba que había sido cavada en la roca, que
aún nadie había sido depositado allí”(Lc 23,53)
LA “TUMBA NUEVA” EN LA CUAL
JESÚS FUE DEPOSITADO
5. La entrada a la tumba fue
sellada con una piedra grande
“Arrastró una piedra grande hasta ponerla delante
de la entrada a la tumba y se retiró” (Mt 27,60).
“Cuando terminó el Sabbat, María Magdalena, María
la madre de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y
muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro.
Y se decían unas a otras: “¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del
sepulcro? Al mirar vieron que la piedra estaba corrida y eso que era muy
grande” (Mc 16, 1.4).
“El primer día de la semana, de madrugada, las
mujeres fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado.
Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y entrando no encontraron el cuerpo
del Señor Jesús” (Lc 24,2).
6. Los Evangelios también dan
una descripción del interior de la tumba.
A
partir de esa descripción algunos estudiosos deducen que la tumba podría haber
sido
del tipo arcosolio y no del tipo
de tumbas kokhim (con forma de horno). Esto se deduce del relato dado por
Arculfo. Esto es lo que el Evangelio dice con respecto a este espacio:
“María se quedó de pie y llorando fuera de la
tumba. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro de la tumba y vio a dos
ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar en el cual el cuerpo de Jesús
había estado, uno en la cabecera y el otro a los pies” (Jn 20,11-12)
“Entrando en el sepulcro, vieron un joven, sentado
a su derecha, vestido con una vestidura blanca, y tuvieron miedo”. (Mc 16,5).
7. La última información que
deducimos de los Evangelios es que la tumba en la que el Señor fue depositado
pertenecía a José de Arimatea
“José tomó el cuerpo, lo envolvió en una tela
limpia de lino y lo puso en su propia tumba nueva” (Mt 57,59-60).
Aquí
concluye la información acerca del lugar de la crucifixión y del entierro del
Señor tal y como la encontramos en los Evangelios.
Mirando
el monumento actual resulta difícil imaginar el aspecto de este lugar casi 2000
años antes.
Cristianos piadosos de todas las épocas han edificado encima de este lugar
varios monumentos y construcciones que han ayudado a transformar por completo
el área vacía fuera de las murallas de la ciudad de Jerusalén en el siglo
primero.
Resulta
incomprensible su transformación sin tener mentalmente en cuenta la
transformación de la arquitectura de la totalidad de Jerusalén. También debemos
tener presente que a partir del siglo IV, este sitio se ha convertido en el
punto central de la historia de Palestina. Fue el lugar de muchas y largas
guerras entre el poderío de Cristianos y Musulmanes.
EL ALTAR DE LA CRUCIFIXIÓN EN
EL CALVARIO
Para
lograr comprender a fondo la topografía de este lugar nos hace falta la ayuda
de los detallados estudios arqueológicos llevados a cabo por el difunto P. Virgilio Corbo,
ofm. Sus descubrimientos fueron publicados por la Editorial Franciscana de
Jerusalén en una obra de tres volúmenes titulada “El Santo Sepulcro de
Jerusalén” (Jerusalén, 1981-1982). Fue la persona a quien se le confió el trabajo
arqueológico en varias áreas de este Monumento y que se llevó a cabo a través
de múltiples etapas debido a la complejidad del edificio.
Hoy
en día no nos resulta posible contemplar la ubicación del Calvario y de la
Tumba excavada en la roca; podemos, sin embargo, formarnos una visión casi
exacta de la topografía del lugar.
DOS FAMILIAS MUSULMANAS PARA MANTENER LA PAZ.
Seis denominaciones custodian
la Iglesia del Santo Sepulcro en Tierra Santa y a pesar de que todos son
cristianos, su relación está históricamente marcada por conflictos, que a veces
degeneran en batallas campales como hace cuatro años.
Durante
siglos han convivido sin tener miedo de llegar alas manos para reclamar algo
que creen les pertenece. Por eso se instituyó, desde 1192, que dos familias
musulmanas se encarguen de mantener la paz.
UNO DE LOS MAS SANTOS Y
CONFLICTIVOS LUGARES DE LA CRISTIANDAD
Los cristianos ortodoxos y católicos consideran al
complejo que se construyó en el sitio de la crucifixión, sepultura y resurrección de Jesucristo, y a la
antigua estructura, como como ninguna iglesia que Ud. haya visto: dispuesta en capas, en un sinuoso complejo de
varias tumbas, reliquias, y cavernas.
Es también uno de los lugares más conflictivos en el cristianismo. Seis
denominaciones cristianas – ortodoxa
griega, armenia apostólica, católica romana, copta ortodoxa, ortodoxa etíope,
siríaca y la jurisdicción ortodoxa – comparten la iglesia cavernosa y
han sido notoriamente incapaces de mantenerse sin tirar golpes ante la supuesta
menor ofensa.
Las
facciones puede causar problemas desastrosos, así que cuando los conflictos entre los clérigos
combativos amenazaron uno de los lugares más sagrados de la religión, sólo
había una manera de mantener la paz: encontrar un mediador neutral.
DOS HOMBRES MUSULMANES: WAJEEH
NUSEIBE Y ADEEB JOUDEH
Desde
1192,
cuando se negoció un acuerdo de paz, dando el control de las puertas de entrada a los porteros musulmanes, los
antepasados de estos dos hombres han sido los titulares y los mediadores clave
para la sagrada iglesia.
Cada
día desde que el acuerdo, sus familias han abierto la Iglesia a los fieles. El
ritual comienza alrededor de las 4 am, cuando Joudeh entrega la llave de hierro fundido
a Nuseibe, que abre las puertas de madera de la iglesia. Cuando llega el anochecer,
los dos revierten el ritual, cerrándola en la noche.
Las
familias musulmanas también se han encargado de las funciones simbólicas en
rituales de las fiestas, y funcionan como fuerzas de paz de los grupos
cristianos, que a menudo se pelean.
Durante los últimos siglos, la iglesia ha sido el
lugar de una separación tensa entre las facciones rivales. Cualquier intrusión
percibida, especialmente durante las fiestas, ha hecho estallar peleas, y a veces requerido la intervención policial.
Mire éste ridículo video del 2008:
“BOMBEROS QUE SE PISAN LA
MANGUERA”
Los grupos territoriales tienen un historial de travesuras en las sombras. Por
ejemplo, durante las oraciones Pascua en 1970, los monjes coptos momentáneamente dejaron su puesto en la azotea del
monasterio, lo que permitió a los
monjes etíopes se abalanzaran, y cambiaran las cerraduras, tomando el lugar
para ellos. Desde entonces, los coptos han protestado poniendo al menos un monje fuera de la zona disputada en todo
momento. Y en 2002, cuando ese
monje movió su silla a la sombra, una docena de hombres santos fueron heridos
en la pelea resultante.
Por otra parte, las tensiones sectarias hacer nque reparaciones sean casi imposibles de
negociar. Por ejemplo, debido a este desacuerdo en la azotea, la
estructura se desmorona, y es considerado “un peligro para la vida humana” por los ingenieros, y se ha
dejado en mal estado durante años.
A
veces los argumentos alrededor de la jurisdicción alcanzan niveles casi cómicos. En 1995, las
seis denominaciones finalmente llegaron a un acuerdo en pintar una sección de
la cúpula central tras 17 años de debate. Y en una repisa de la ventana del
piso superior, hay una escalera que ha
estado inmóvil desde que fue colocada allí en la década de 1800. Con
miedo de incitar a la violencia e inseguros
de cual denominación tiene derecho a la escalera, no se ha movido desde
entonces.
LAS DOS FAMILIAS MUSULMANAS
TAMBIÉN TIENEN DIFERENCIAS
“Como
todos los hermanos, a veces tienen problemas. Les ayudamos a resolver sus
disputas. Somos las personas neutrales en la iglesia. Somos las Naciones
Unidas. Ayudamos a preservar la paz en este lugar santo”, dijo Nuseibe al San Francisco Chronicle en 2005.
Pero vale la pena señalar que las dos familias musulmanas
encargadas de mantener la paz no son
inmunes a los problemas, aunque no en la escala de las tensiones más allá de la
entrada de la iglesia.
“Sí, compartimos la responsabilidad con los
Joudehs, y, a veces discutimos,
como sucede en toda familia”, dijo Nuseibe a International Business Times a principios de este año.
Él cree que
su familia fue la primera en tener la llave y los Joudeh vinieron
después.
Pero éstos no están de acuerdo:
“Mi antepasado a quien se le dio
las llaves era un jeque, una persona muy respetada, que no debía realizar trabajo físico, como
subir la escalera para abrir la puerta”, señaló Joudeh. “Es por
eso que los Nuseibehs fueron llamados
para realizar esta tarea. Por desgracia, ellos se sienten todavía avergonzado de ser sólo los porteros”.
Nuseibe está en desacuerdo:
“Es como tener un millón de dólares y no ser capaz
de gastar un solo centavo”, dijo.
Fuentes:
- http://es.wikipedia.org/wiki/Santo_Sepulcro
- http://www.santosepulcro.custodia.org/
- http://www.santosepulcro.custodia.org/default.asp?id=4330
- http://www.thedailybeast.com/articles/2013/07/04/christian-monks-square-off-at-one-of-jerusalem-s-holiest-sites.html
Foros de la
Virgen María
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