Michael Walsh, autor, guionista de Disney, de
vez en cuando columnista de opinión del New York Post, colaborador habitual de
National Review y PJ Media, ganador del premio de América Libros por su novela
de 2004, y ex crítico musical de la revista Time dio una
charla esta semana en el Consejo de Investigación Familiar en Washington.
Ahí habló de
su nuevo libro “The Devil’s
Pleasure Palace”, que ha cosechado críticas muy favorables.
El trabajo describe cómo el marxismo cultural se
convirtió en la corriente principal de la filosofía en el mundo académico, en
la medida que el marxismo económico estaba siendo arrojado contra el basurero
de la historia como un completo fracaso.
Walsh sostiene que después de la Segunda Guerra Mundial, los filósofos
marxistas culturales de la Escuela de
Frankfurt que emigraron de Alemania, entraron en la academia
americana vendiendo persuasivamente una ilusión: un paraíso utópico en la
tierra, “para tentar y seducir a la civilización occidental a su autodestrucción,
con la vergüenza y la duda como sus principales trampas”.
Walsh dijo que la izquierda ha erigido “el Palacio del Placer, que es
un diablo moderno, un pueblo Potemkin, construido sobre las promesas de justicia
social y la igualdad para todos… un mundo sin necesidad o frío o miedo o
racismo o sexismo… un mundo que suena muy parecido a los cielos, pero, en
cambio, se ha convertido en el infierno de este mundo”
Dijo que esta evidenciado por “los millones de personas que han
muerto en los intentos, de la literalmente profana izquierda, para fundar el
reino de los cielos aquí en la tierra, separado de Dios, que es también la
misma ambición de satanás: recuperar el cielo, pero sin Dios”.
“Debido a que pocas personas estarían dispuestas a relegarse a sí mismas
al infierno”, escribió Walsh, “la mentira es la pieza central, tanto de lo
satánico como de los proyectos de izquierda; los rebeldes siempre deben
enmascarar sus verdaderas intenciones”
Walsh ha observado cómo la izquierda y el diablo tienen los mismos
objetivos: destruir el orden tradicional y establecido.
Él escribió, “La Teoría
Crítica es la esencia del satanismo: rebelión en aras de la
rebelión, contra un orden establecido que se ha mantenido durante millones de
años, y sin mayor promesa para el futuro luego de la destrucción”
La Teoría Crítica fue la creación de la Escuela de Frankfurt, y ha
llegado a dominar el pensamiento del mundo académico estadounidense, con su
llamada a interrogar todo.
Walsh dijo que la teoría se convirtió, en la práctica, en un ataque a
todo lo de valor. Describió al objetivo real de la teoría crítica como un
intento de demoler la civilización occidental.
Lo llamó, básicamente como “una revuelta juvenil en contra de sus
padres”.
Principales de la Escuela de Frankfurt y la Teoría
Crítica
El autor describe el trabajo de los estudiosos de Frankfurt como fundado
en una ideología que lleva a cabo “un asalto sin tregua a los valores e
instituciones occidentales, incluyendo el cristianismo, la familia, la
moralidad sexual convencional, el patriotismo nacionalista:… literalmente nada
es sagrado”
Walsh describió cómo estos pensadores de izquierda sostienen que todo lo
que representamos, los valores y las tradiciones de América y toda la
civilización occidental, es arbitraria y caprichosa. Un ejemplo es que los
roles del sexo son una cuestión de preferencia personal subjetiva, no una cuestión
fija de la biología.
¿Y qué es lo que busca la izquierda mediante la destrucción de todo?
¿Con qué se pretende sustituir a la civilización? Walsh calificó como la parte
más difícil de aceptar, que la respuesta a estas preguntas es “nada”.
El autor ve los efectos persistentes de la teoría crítica vívidamente
ilustrados en los campus hoy con su “corrección política, una especie de
infierno en sí mismo”.
“La corrección política convierte nuestros pensamientos más íntimos en
infernales y ofrece castigar a la humanidad por el delito del pensamiento
libre. ¿Qué podría ser más satánico?”
Walsh observó que “la familia es el primer objetivo de la izquierda,
al igual que la familia naciente de Adán y Eva fue el objetivo de satanás”
Él escribió: “Al igual que satanás, el establishment de izquierda
moderna está celosa de las prerrogativas de la familia, enfurecido por su
poder, y pretende sustituir esto con su propia autoridad”.
Walsh dijo que la familia puede haber sido el primer objetivo de la
izquierda, pero el mayor objetivo era “la naturaleza fundamental de la
relación sexual entre hombres y mujeres. Tuvo que ser disociada del pedestal de
la procreación, y es por lo que la izquierda ha empujado tan duro por
cuestiones como el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Walsh también describió cómo Marcuse se convirtió en un
amigo de Hugh Hefner
e influyó en la “filosofía Playboy” del hedonismo.
Foros de la Virgen María
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