Durante el rezo del Ángelus desde el Palacio
Apostólico del Vaticano en este V domingo de Cuaresma, el Papa Francisco
explicó que “cuando Jesús nos perdona, siempre nos abre un nuevo camino para que
avancemos”.
Al reflexionar en el pasaje evangélico de la mujer adúltera, el Santo
Padre señaló que “en este tiempo de Cuaresma,
estamos llamados a reconocernos como pecadores y a pedir perdón a Dios. Y el perdón, a su vez, nos reconcilia y nos da
la paz, nos hace recomenzar una historia renovada”, explicó.
En esta línea, el Pontífice aseguró que las palabras de Jesús en el
Evangelio de San Juan son también una invitación a la conversión “que se aplica a cada uno de nosotros”.
“Toda conversión verdadera está dirigida a un nuevo
futuro, a una nueva vida, a una vida hermosa, a una vida libre de pecado, a una
vida generosa”, dijo el Papa quien exhortó a no tener miedo a Jesús “porque abre esta puerta a una nueva vida”.
Además, durante su breve predicación previa a la oración mariana, el
Santo Padre contrastó las dos actitudes presentes en la narración evangélica,
la de los escribas y fariseos por una parte y la de Jesús por otra. “Los primeros quieren condenar a la mujer, porque se
sienten los guardianes de la ley y de su fiel aplicación. En cambio, Jesús
quiere salvarla, porque Él es la misericordia de Dios que, perdonando, redime y
reconcilia, renueva”, afirmó.
De este modo, el Papa Francisco advirtió que los interlocutores de Jesús
están cerrados en “legalismo y quieren encerrar al
Hijo de Dios en su perspectiva de juicio y condena” y recordó que "Jesús no
vino al mundo para juzgar y condenar, sino para salvar y ofrecer a las
personas una nueva vida”.
Por ello, el Pontífice explicó que “esta
escena también nos invita a cada uno de nosotros a ser conscientes de que somos
pecadores, y a soltar de las manos las piedras de la denigración, condena y del
chismorreo, que a veces queremos lanzar contra los otros”.
Por último, el Santo Padre destacó el modo en que Jesús se despidió de
la mujer “con estas palabras estupendas: vete y de
ahora en adelante, no peques más”. Y el Papa agregó que en este modo, “Jesús abre un nuevo camino ante ella, creado por la
misericordia, un camino que requiere su compromiso de no pecar más”.
“Que la Virgen María nos ayude a dar testimonio a
todos del amor misericordioso de Dios que, en Jesús, nos perdona y hace nueva
nuestra existencia, ofreciéndonos siempre nuevas posibilidades”, concluyó.
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI
Prensa
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