jueves, 16 de junio de 2016

EN NADA SERÉ AVERGONZADO


Devocional“Mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte” Filipenses 1:20.

Hoy por la mañana estuve meditando en este pasaje y dije dentro de , el anhelo de Pablo es también el mío, porque hoy no quiero ser avergonzado en nada. que la vida trae para mi oportunidades que parecen buenas, agradables, prosperas y hasta fáciles pero que a la postre pueden avergonzarme y hoy no quiero tomar ese camino.

que me sentiré hoy avergonzado si no cedo al Señor toda mi vida, si reservo para una partecita de mi vida o una parte de mi corazón entonces llegará el momento cuando me sentiré avergonzado. Hoy mi propósito final es que todo mi ser sea para su mayor exaltación y lo mejor de para su gloria.

Cómo puedo yo alcanzar en este día el nivel de entrega total al Señor? Tengo que esperar que algo sobrenatural suceda?. Necesito hacer largas oraciones o promesas cotidianas? Acaso es un asunto de ser hoy más religioso que el resto del año o quizá de mi vida? No, esto sólo lo alcanzaré cuando yo entienda que esto es un asunto de voluntad, no es un asunto de religiosidad, pensamiento nuevo y penitencias.

Necesito entregar mi voluntad al Señor y emprender el camino firme de entrega a él, recordando que él primero se entregó por y ahora él espera que yo me entregue a él. Es una entrega total, absoluta e irrevocable de mi voluntad. Cuando yo entrego mi voluntad a él ya no queda nada para y todo le pertenece a él.

que mis peores enemigos en esto de entregar mi voluntad es mi egoísmo, mi autocomplacencia y mi terquedad. que muchas veces he discutido con el Señor cuando él me pide una entrega completa y en mis discusiones con él me visto de religiosidad, de buena voluntad y de comprensión por otros en mi necedad de entregarle mi voluntad. Este día ya no voy a luchar más, en este día voy a tomar la determinación de entregarle mi voluntad y así toda mi vida le pertenecerá y vivirá para él y entonces podré decir como el apóstol Pablo, en Nada seré avergonzado.

Señor, Gracias por darme esta hermosa oportunidad de caminar en tu voluntad y en tu presencia. Gracias por que solo eres bueno. Gracias por darme la oportunidad en este día de entregarte mi voluntad y ser tuyo en el 100 % de vida y así en nada seré avergonzado. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano

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