EL RAZONAMIENTO DE MUNILLA ES INCONTESTABLE: ¿CON QUÉ ARGUMENTOS DISUADIMOS DE QUE SE SUICIDE A UN JOVEN A QUIEN ANTES HEMOS CONVENCIDO DE QUE ES DUEÑO ABSOLUTO DE SU VIDA Y DE QUE SOLO ÉL PUEDE DECIDIR CUÁNDO Y CÓMO MORIR?
EL OBISPO DE ORIHUELA-ALICANTE APUNTA CINCO FACTORES PARA ESTA «DERIVA
SOCIAL»
Según el Instituto Nacional de
Estadística (INE), en el año 2020, último del que ha facilitado datos, en
España se produjeron 314 suicidios de menores de edad.
LAS
CIFRAS DE LA FUNDACIÓN ANAR
Una cifra tan inquietante (casi
un suicidio al día) como los resultados del Estudio
sobre conducta suicida y salud mental en la infancia y la adolescencia en
España (2012-2022) presentado a principios de diciembre por
la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en
Riesgo).
Según dicha investigación, en la
última década los casos atendidos en ANAR por ideación suicida se
han multiplicado por 23,7 (incremento de un 2.370%)
y por intentos de suicidio se han multiplicado por 25,9 (crecimiento
del 2.590%).
Esta situación se ha agravado a
raíz de los confinamientos y restricciones gubernamentales que empezaron en
2020: el 63,8% de los 9.637 casos atendidos desde 2012 se ha concentrado en los últimos tres años por la ampliación
de los riesgos psicosociales: aislamiento, maltrato intrafamiliar,
hacinamiento, abuso de las tecnologías, barreras asistenciales a la salud
mental, pobreza, etc.
Estas cifras suponen "un fracaso social estrepitoso", afirmó
este lunes el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio de
Munilla, en Sexto
Continente, el programa que dirige en Radio María. Y rechazó que
se puedan "camuflar" con lo
sucedido a raíz del covid, pues ya eran escandalosas antes.
De hecho, los principales
problemas asociados con los menores que piensan o intentan suicidarse son
la violencia de distintos tipos (60,9%) y la salud mental (27,4%),
estos últimos incrementados tras los confinamientos, del 17,9% en 2019 al 34,5%
en 2022. Hay que ver, sostiene el prelado, cuál es la causa de esas causas,
que configuran ya una auténtica "deriva
cultural y social".
El obispo José Ignacio
Munilla presenta 'Sexto Continente' en Radio María los lunes y viernes de 8.00
a 9.00 de la mañana, una hora menos en Canarias.
"Piso un
terreno delicado", reconoce Munilla, pero sin
pretender ser exhaustivo propone "cinco
factores determinantes para
explicar cómo es posible" que esto suceda en una "sociedad del bienestar" que parece
satisfacer todas las necesidades fundamentales.
1.
FALTAN REFERENCIAS PERSONALES CON AUTORIDAD MORAL
Esta "crisis
de confianza está latente en nuestra cultura, que padece una gran orfandad
moral" porque faltan "modelos de
referencia con los que
sentirse identificado y que digan la palabra de corrección fraterna que tengan
que decir". Faltan referencias "de
paternidad y maternidad, de la autoridad de un maestro, de unos líderes de los
que sentirse orgulloso, de amigos que tiren de uno para arriba".
Sin esa guía, vivimos como en un "gran hermano" en el que "curioseamos en la vida de los demás" y
nos sentimos esclavizados a los estereotipos que queremos reflejar y nos hacen sentirnos
acomplejados, frente a la seguridad que aportarían esas
figuras de autoridad.
2.
UNA EDUCACIÓN PARA LA FRAGILIDAD
"Hay una
crisis de educación en la fortaleza",
sostiene Munilla, y eso "nos
ha creado una psicología muy frágil y nos ha
hecho vulnerables".
Estamos educados en una pedagogía
"que no sabe del sacrificio ni de la renuncia", sino que nos acostumbra a una satisfacción inmediata del deseo:
"El umbral de la frustración es
bajísimo, y no hemos madurado en la negación de nosotros mismos y de nuestro
capricho".
En consecuencia, no tenemos "capacidad de resistencia" y fenómenos
como el acoso pueden "destrozarnos" y
llevarnos a la "desesperación".
Monseñor Munilla había citado al principio
del programa una reciente entrevista de El País a José
Antonio Marina, donde el filósofo (no precisamente un
referente para el pensamiento cristiano, recordaba el obispo) era certero al
diagnosticar: "Que se haya puesto de moda la felicidad es
catastrófico, porque se está
diciendo a cada uno que piense en su felicidad psicológica y se rompe la
relación de la felicidad con la justicia, con la ética y con la felicidad
pública. Es una vuelta al narcisismo".
Y nada se rompe antes que
un Narciso enfrentado a una
realidad que no es tan hermosa como esperaba.
3.
UN REFUGIO VIRTUAL DISTORSIONADO
El "gran
hermano" antes citado "queda
potenciado por el anonimato de lo virtual, de lo
digital". Internet se convierte en "un refugio distorsionado"
al que los jóvenes se arrojan "sin
acompañamiento ni discernimiento".
Internet "es
una selva" que debe ser "purificada"
por "alguien con autoridad moral que
guíe al menor en qué puede utilizar y qué no": "No se le puede dejar a un
niño o adolescente una bomba en sus manos, como es un teléfono de
última generación. Debe ser muy seriamente acompañado".
4.
EL OLVIDO DE DIOS
Se han perdido los "valores eternos", lamenta Munilla, es "el olvido de Dios":
"Falta el temor de Dios y no se experimenta su amor. Esto nos deja en
la máxima orfandad". Porque tal vez nos lo han dado todo, pero ¿qué sentido tiene ese todo?
La respuesta que no se está dando
es la que propone el obispo: "Hay un Dios que
te ha traído aquí con un plan y un designio y espera de ti una vocación que
tienes que descubrir. Dios es Dios y ante Él tienes una responsabilidad, tienes
que responder ante Él; Él te ama, pero espera de ti una respuesta
generosa".
Sin embargo, la cultura ambiente
camina en sentido contrario. Munilla lamenta, por ejemplo, la lucha laicista
contra la asignatura de religión, traducida en su marginación en las leyes
educativas. Pero "quien siembra vientos recoge
tempestades" y "el alejamiento de
Dios, el presentar a los adolescentes una cosmovisión in-trascendente,
inmanente, genera un problema: llegar a la conclusión de que 'todo esto' no
tiene sentido".
Eso es la antesala del primer
pensamiento suicida, pues "si después de
'esto' viene la nada, ¿para qué sirve ese 'todo'?". Y entonces "empezamos
a rayarnos la cabeza", apostilla el prelado.
5.
LA IDEOLOGÍA DE LA AUTODETERMINACIÓN
"La ideología progresista de la autodeterminación del hombre está transmitiendo mensajes
totalmente confusos y contradictorios", denuncia
don José Ignacio. En efecto, "estamos
escandalizados por el aumento de los suicidios... pero al mismo tiempo le
estamos diciendo a los adolescentes que el hombre tiene derecho a
autodeterminarse, a decidir cómo y cuándo tiene
que marchar de este mundo. ¿En qué ayuda eso".
Esta ideología "deja en el olvido nuestra vocación
comunitaria": "No nos poseemos en propiedad. Yo soy yo,
pero no soy mío, decía San Agustín. Soy de Dios para los
demás. Y el suicidio no entra en los parámetros de quien piensa que es de Dios
para los demás".
Sin embargo, se aprobó no hace
mucho en España una ley que legitima el suicidio asistido. Cuando estamos
proclamando que es un derecho abortar o que es un derecho matarse a uno mismo, "¿con qué instrumentos te quedas, con
que autoridad moral te quedas para decirle a un joven que el
suicidio es una barbaridad?"
El propio Munillo contesta: "Te quedas con un teléfono por
si en ese momento llama... A ver entonces qué le dices para convencerle".
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