JAMES M. SPAHN, PROBANDO UN ROSARIO, NOTÓ QUE «HABÍA ALGO DIVINO»
James M. Spahn se siente muy, muy agradecido a Dios. Tiene todo lo que quiere, también las cosas que soñaba de joven.
Ahora tiene también la fe y la Iglesia, después de
un viaje espiritual no menos largo que el de los hobbits que admira.
"Soy como un hobbit en la vida real. Fumo
en pipa, soy muy rural. Hubo un tiempo en que cultivaba mi propio tabaco y
criaba abejas", explica a ReligiónEnLibertad.
Tiene 43 años, vive en la zona rural de Maryland (EEUU), está felizmente
casado y tiene dos hijos. Su trabajo es su sueño de infancia, literalmente: vive diseñando juegos de rol de mesa,
incluyendo aventuras y módulos para El Anillo Único, el juego de
rol oficial de la Tierra Media, el mundo creado por J.R.R. Tolkien
(participó, entre otros, en los módulos de Eriador, Erebor, Rohan, Rivendel,
Tierras del Norte, y las reglas para principiantes). También ha diseñado para
Star Wars, Leyenda de los Cinco Anillos, Zorro y Shadowrun.
Vive profesionalmente del mundo de Tolkien y lo considera un signo de la
generosidad de Dios. "A pesar de mi arrogancia
y transgresión", apunta.
UN NIÑO QUE PROPONÍAN ABORTAR, UNA FAMILIA SIN FE
A James no le educaron en la fe, en su casa no se
rezaba y ni siquiera se oraba ni se iba a misa en Navidad. Y,
sin embargo, su padre había sido un católico devoto en su pasado.
"A mis padres les dijeron que me abortaran,
que yo nunca llegaría a término. Ellos respondieron: 'Nosotros no hacemos eso'. Nací muy enfermo. De hecho, mis
padres me dicen que de hecho morí dos veces en los primeros días tras mi
nacimiento, y que incluso un año después pesaba apenas 3 kilos y medio. Los
médicos me daban un 25% de posibilidades de sobrevivir, y sólo un 1% de llegar
a ser un adulto sano. Pronosticaban que quedaría ciego, en una silla
de ruedas o con discapacidades cognitivas".
James no conoce exactamente lo que alejó a su padre de la Iglesia
Católica. Aunque le bautizaron, parece que su padre chocó con
un sacerdote que retrasaba o dificultaba la ceremonia. Su padre sacó a sus otros hijos de la escuela
católica y ya no les transmitió nada de la fe.
"De niño yo sabía que técnicamente era
católico, pero no sabía qué significaba eso, aparte de ser una denominación
cristiana". Eso sí, aunque no había ninguna práctica religiosa en la
familia, su padre no permitía insultos ni comentarios despectivos contra la fe: dejaba claro que era algo que merecía respeto.
INVESTIGÓ LAS RELIGIONES POR ENCIMA Y SE DECLARÓ
ATEO
Desde los 8 años, James se apasionó por los juegos de rol de mesa (los
que se juegan con dados y amigos en una mesa, no en ordenador). Y desde siempre le apasionó la fantasía, y por extensión la mitología y
la historia.
"Eso me llevó al estudio de las religiones. Leí
cada libro de cada fe que pude encontrar. Desde las muchas
denominaciones protestantes del cristianismo, al budismo, al taoísmo, al
politeísmo New Age, al catolicismo. Para explicar la realidad había tantas
respuestas que se contradecían una a otra que a los veintipico años decidí que nadie tenía
las respuestas y me hice algo agnóstico. Más adelante, con la
arrogancia cínica de la adultez joven, decidí que la humanidad probablemente se
lo inventaba todo para sentirse mejor. Pasé buena parte de una década
como ateo".
James piensa que en realidad no era hostil al cristianismo en general.
El catolicismo le merecía un cierto respeto por su ligazón con su padre, pero
temas tópicos como las Cruzadas, la Inquisición y los escándalos de abusos a
menores hacían que lo viera como una tradición arrogante.
No se planteó nunca en serio si había una vida tras
la muerte. Y tampoco
profundizaba en la pregunta sobre lo moral.
"Mi brújula moral estaba iluminada por años de
juegos heroicos, películas heroicas como Star Wars y amor a los cuentos de
hadas clásicos en los que el Bien vence al Mal, así que yo quería ser bueno en un
sentido vago del término".
Cientos de miles de personas juegan a rol
ambientándose en el mundo creado por Tolkien.
TOMARSE EN SERIO LA OBRA DE TOLKIEN Y SU FE
Lo que llevó a James a investigar con seriedad la fe católica fue descubrir que Tolkien era un gran autor, y que era católico.
"Lo gracioso es que yo menosprecié a Tolkien
hasta pasados los 20 años, me parecía anticuado y aburrido. Respetaba su lugar
en la literatura, en el canon de la fantasía y su papel al contribuir a la
historia de los juegos de rol. Pero en esa época consideraba que El Hobbit
era un cuento tonto para niños, que El Señor de los Anillos era una
historia barroca y enrevesada de un autor autoindulgente y que El
Silmarillion era más bien ilegible".
Pero todo cambió con la trilogía de películas de Peter Jackson, películas que le cautivaron. Descubrió,
para su propia sorpresa, que quería saber más sobre los
hobbits y sobre la Tierra Media. La
Comarca, el hermoso y pastoril país de los hobbits, era lo que más le conmovía.
Se puso a investigar y a leer en profundidad los libros de Tolkien: El Silmarillion, los
Cuentos Inconclusos, la Historia de la Tierra Media... "Cuanto
más leía, más profunda veía que era la obra de Tolkien. Era algo
vivo, real, que respiraba y vibraba. ¿Quién era ese hombre, que había tejido ese
tapiz asombroso?
"Descubrí que Tolkien fue un católico devoto y eso despertó
en mí una curiosidad renovada por la fe de mi padre", explica.
Entrevista a Tolkien en 1964 (en inglés,
subtitulado en inglés, Tolkien se traga palabras, cambia de frase y no es fácil
entenderle; en el minuto 38 le preguntan si cree en "alguna forma de
espíritus gobernantes" y explica que es "católico devoto", que
no sabe mucho de angelología pero que los Valar en sus historias cubren
aspectos que en las leyendas se atribuyen a ángeles y santos. Sobre este tema
-y sus bases en Patrística- recomendamos esta entrevista.)
Concienzudo y lector incansable, James se lanzó a leer
teólogos modernos y divulgadores de la fe como Peter Kreeft, Joseph Pearce y el obispo Barron. "Por primera vez, vi la belleza de la Iglesia
Católica que había descubierto antes en la Tierra Media", afirma.
A medida que profundizaba en sus lecturas e investigación, se planteaban
más preguntas. ¿Por qué la Iglesia defiende tal cosa, o hace tal
rito? "Siempre encontraba una respuesta satisfactoria, quizá no una con la que yo estuviera de acuerdo
personalmente, pero siempre una que tenía sentido y un razonamiento lógico
detrás".
LA PRUEBA: PONERSE A ORAR
Tras unos años de investigación, James hizo algo nuevo, que nunca
había probado antes: rezó un rosario. Y eso lo cambió todo.
"Era la primera vez que sentía una conexión
con lo divino mediante un acto de fe. Había tanteado otras religiones y sus
prácticas, pero esta era la única vez que sentí un toque de lo divino.
Había algo ahí. No estaba seguro de que fuera lo que la Iglesia decía, pero
había algo".
Siguió leyendo e investigando. En ocasiones acudía a misa. Y
reflexionaba sobre su vida. Le
habían dado por muerto de bebé, pero vivía. Una vez se salvó de un intento de
suicidio por una llamada al azar de una vendedora telefónica llamada Mary ("un incidente que mostraba que Dios es real y tiene
sentido del humor, creo").
De hecho, vivía todos sus sueños: una vida en el campo, como un hobbit,
escribiendo aventuras sobre la Tierra Media. "Los regalos
que Dios me dio desde el primer día eran evidentes, pero sólo ahora los veía
por primera vez".
"¿POR QUÉ QUIERES CONFIRMARTE?"
A principios de 2021 decidió que el catolicismo tenía sentido, debía ser
verdad y tenía que seguir esa verdad. Acudió a su parroquia local, la de San
Francisco de Sales en Salisbury, Maryland, diciendo que quería confirmarse. Le
acogieron con brazos abiertos aunque con preguntas:
- ¿Por qué quieres confirmarte? ¿Te lo pide un
pariente anciano antes de morir? ¿Te vas a casas con una católica?
- No, no, es sólo que quiero ser católico.
- ¿Y qué sabes de la fe?
- ¡Llevo años investigándola! -respondió.
Tras unas clases en la parroquia, en mayo de 2021 se confirmó, añadiendo
como patrono y nombre de confirmación a San Francisco
de Sales, santo patrón de los escritores y periodistas.
"A mis amigos y familia les sorprendió lo que
les pareció una conversión súbita, aunque se cocinó durante largo tiempo. Mi
esposa, aunque no es católica, apoyó mucho mi decisión. Voy a misa a mi
parroquia de San Francisco de Sales y me encanta".
Entre los santos que le inspiran menciona a la Virgen como Stella Maris ("los paralelos entre Nuestra Señora en esta
advocación y la reina Galadriel son sin duda intencionales por parte de
Tolkien", apunta), San Drogo -o Drogón, o Druon-
("investigadlo, es genial, un santo poco conocido, patrón de las personas
feas y los bebedores de café"... además, es el nombre del padre de Frodo Bolsón) y
siente afecto por San Cayetano, santo patrón de los juegos de azar.
Mira hacia atrás y constata que "Dios me ha
dado muchas cosas a través de Tolkien". Su fe, su trabajo... "El ejemplo más cercano es el reciente nacimiento de mi hijo, Sam, que, efectivamente, se llama
así por Samsagaz Gamyi, que considero el personaje más heroico que jamás
haya existido en la ficción. Dios me ha dado riqueza tras riqueza".
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