Me hablaron de un profesor que, con aires de científico, en un momento de la clase, dijo a sus alumnos. Parece mentira que haya gente tan ignorante que crea en un Dios que creó todas las cosas.
La ciencia ha avanzado mucho y hoy se sabe que el mundo no fue creado por nadie, sino que hubo en el principio una gran explosión llamada el Big Bang y empezó a evolucionar de manera que estamos en esa continua evolución que no sabemos cuándo ni cómo acabará.
Uno de los alumnos se levanta y dice:
-Señor profesor, y antes de la explosión dónde estaba eso que explotó.
-En ninguna parte, porque no había nada.
-¿Y de la nada surgió esa explosión?
-También dice la Biblia que antes de la creación no había nada.
-Pero la Biblia dice que Dios creó el mundo de la nada. Pero existía ya Dios.
-¿Y cómo sabes que existía ya Dios?
-Mi padre dice que por sentido común, Sr. Profesor. Porque de la nada no puede salir nada.
Y a continuación, levanta la mano otro alumno y le dice:
-Yo tengo otra prueba, Señor profesor. ¿Quiere que la diga?
Y el profesor, por si le sacaba de apuros, porque no sabía qué contestarle al primer alumno, le permitió hablar.
-Mire, Traemos cinco o seis sacos llenos de dados de esos del parchís, limpiamos toda la sala y los vamos vaciando y ponemos los dados bien juntitos unos con otros, esperando que en la cara de arriba esté el número 6 en todos. Se admiten apuestas. ¿Saldrá en todos los dados el número 6? Venga, apueste conmigo un helado. ¡A que no apuesta!
-¡Claro que no! Porque no saldrán.
-¿Y por qué no saldrán?
-Porque es de sentido común.
-¡Ah! ¿De sentido común? ¿Y no es más de sentido común que haya un ser superior al hombre y al mundo, que haya creado todas las cosas?
Y el primer alumno dice:
-Eso ya lo he dicho yo antes. Y ¿sabe qué, Sr. Profesor? Que a ese ser creador de todas las cosas, los cristianos lo llamamos nuestro Padre. ¿Le parece bonito ese nombre de Dios? No sea así Sr. Profesor y hágase cristiano. Si se hace, verá como así no tendrá tan mal genio y nos contaría algún chiste.
-Bueno, vamos a seguir con la clase que si no…
-Señor profesor, y antes de la explosión dónde estaba eso que explotó.
-En ninguna parte, porque no había nada.
-¿Y de la nada surgió esa explosión?
-También dice la Biblia que antes de la creación no había nada.
-Pero la Biblia dice que Dios creó el mundo de la nada. Pero existía ya Dios.
-¿Y cómo sabes que existía ya Dios?
-Mi padre dice que por sentido común, Sr. Profesor. Porque de la nada no puede salir nada.
Y a continuación, levanta la mano otro alumno y le dice:
-Yo tengo otra prueba, Señor profesor. ¿Quiere que la diga?
Y el profesor, por si le sacaba de apuros, porque no sabía qué contestarle al primer alumno, le permitió hablar.
-Mire, Traemos cinco o seis sacos llenos de dados de esos del parchís, limpiamos toda la sala y los vamos vaciando y ponemos los dados bien juntitos unos con otros, esperando que en la cara de arriba esté el número 6 en todos. Se admiten apuestas. ¿Saldrá en todos los dados el número 6? Venga, apueste conmigo un helado. ¡A que no apuesta!
-¡Claro que no! Porque no saldrán.
-¿Y por qué no saldrán?
-Porque es de sentido común.
-¡Ah! ¿De sentido común? ¿Y no es más de sentido común que haya un ser superior al hombre y al mundo, que haya creado todas las cosas?
Y el primer alumno dice:
-Eso ya lo he dicho yo antes. Y ¿sabe qué, Sr. Profesor? Que a ese ser creador de todas las cosas, los cristianos lo llamamos nuestro Padre. ¿Le parece bonito ese nombre de Dios? No sea así Sr. Profesor y hágase cristiano. Si se hace, verá como así no tendrá tan mal genio y nos contaría algún chiste.
-Bueno, vamos a seguir con la clase que si no…
José Gea
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