Decenas de miles de personas, menores
incluidos, se endeudan para seguir jugando.
La extensión de la ludopatía la convierte en casi
epidémica.
La Asociación
Papa Juan XXIII, fundada por el sacerdote Oreste Benzi, homenajeó recientemente, en la parroquia de la
Resurrección de Rímini (Emilia Romaña, Italia) a antiguos ludópatas que han
conseguido superar esa dependencia. Manuela
Petrini lo cuenta en In Terris:
"Al final ya no era ni siquiera importante ganar, sólo quería recrear esa excitación que sentía mientras preparaba una apuesta, el frenesí de elegir si tenía que apostar en las carreras de caballos o en los partidos de fútbol. Una descarga de adrenalina que hacía que me sintiera vivo". Eran estas sensaciones, con la falsa esperanza de ganar algún dinero extra, las que hicieron caer a Leonardo en la trampa del juego de azar. Su historia tiene un final feliz, aunque el recorrido para derrotar a la ludopatía -la dependencia del juego de azar- no ha sido fácil.
"Al final ya no era ni siquiera importante ganar, sólo quería recrear esa excitación que sentía mientras preparaba una apuesta, el frenesí de elegir si tenía que apostar en las carreras de caballos o en los partidos de fútbol. Una descarga de adrenalina que hacía que me sintiera vivo". Eran estas sensaciones, con la falsa esperanza de ganar algún dinero extra, las que hicieron caer a Leonardo en la trampa del juego de azar. Su historia tiene un final feliz, aunque el recorrido para derrotar a la ludopatía -la dependencia del juego de azar- no ha sido fácil.
LAS
PRIMERAS APUESTAS
Después
de licenciarse, Leonardo, deportista apasionado, empieza a seguir a los hinchas
del equipo de baloncesto; sin embargo, económicamente no consigue hacer todas
las actividades que le gustaban o que quería hacer. "Me
gustaba la posibilidad de jugar, a veces incluso de ganar y conseguir pagarme
mis cosas. Por lo que, poco a poco, dejó de ser una o dos veces a la semana y
pasó a ser todos los días. No sé si hay alguien que decide o hay un sistema,
pero al principio ganas más de lo que
te esperas, pero las pérdidas son cada vez más altas".
Llega un
momento en que Leonardo ya no tiene suficiente dinero y empieza a pedir
pequeños préstamos a sus amigos, con lo que empieza a endeudarse. "Empecé a
apostar cifras cada vez más altas. Al final el juego dejó de interesarme... era
sólo la adrenalina de saber que tenía una apuesta activa, no importaba ganar o
perder... A veces ni siquiera controlaba si había ganado o perdido".
EL
JUEGO ERA EL CENTRO DE SU VIDA
"Cada actividad que
realizaba tenía como finalidad el juego. Me explico: no iba a entrenar a
mi equipo porque fuera mi trabajo, sino para recibir mi sueldo que luego
utilizaba para las apuestas. Salía con mis amigos, no porque me gustara, sino
porque al mantener mi relación con ellos podía pedirles dinero si lo necesitaba". Llegó un momento en que sus padres y su
hermano empezaron a sospechar y le preguntaron qué había hecho con su dinero.
Fue precisamente gracias a ello que Leonardo consiguió expresar por primera vez
su necesidad de ayuda.
Después
de varios intentos, llegó a una comunidad terapéutica de la Asociación
Comunidad Papa Juan XXIII e inició un recorrido que le llevó a
afrontar y superar su problema. Ahora Leonardo está casado, tiene un hijo y
trabaja como agente pastoral en una sede de la asociación, en la que ayuda a muchos jóvenes a salir del túnel de
las dependencias.
UNA
NUEVA CONCIENCIA
"Hay que comprender que existe un problema. La sociedad empieza
ahora a movilizarse, pero creo que no tiene aún claro que el juego es una verdadera plaga. Es
más, hay gente para la que es un hobby, por lo que se siguen abriendo
centros de apuestas, salas de tragaperras. Mientras el Estado, las
regiones y los ayuntamientos no pongan limitaciones, habrá quien gane sobre la espalda de quien cae en esta trampa".
LA
FIESTA DEL RECONOCIMIENTO DE LA ASOCIACIÓN PAPA JUAN XXIII
Leonardo
ha salido del túnel gracias al apoyo de su familia y al camino realizado en una
comunidad terapéutica de la Asociación Papa Juan XXIII. Un recorrido que, una
vez concluido, debe ser reconocido y no olvidado.
Don Oreste Benzi (1925-2007), un sacerdote entregado al apostolado entre
los más débiles: discapacitados, prostitutas, personas sin techo, niños por
nacer...
Por esto,
como cada año, el 26 de diciembre la comunidad fundada por Don Oreste Benzi se
reúne en la Parroquia de la Resurrección (o Grotta Rossa) de Rímini donde,
con una liturgia especial, celebra el renacimiento
de muchos jóvenes que han concluido el programa terapéutico y han vencido su
dependencia. Una tradición que este año cumple 23 años: la primera misa del reconocimiento fue oficiada
por Don Oreste en 1995. Este año, en cambio, ha sido monseñor Francesco Lambiasi, obispo de Rímini,
quien ha celebrado la liturgia.
ALGUNOS
DATOS SOBRE LA LUDOPATÍA
El mundo
del juego de azar, una de las peores plagas sociales que aflige a millones de familias
italianas, no implica sólo a jóvenes, sino también a ancianos, parados,
trabajadores y estudiantes que, con la esperanza de ganar alguno dinero extra,
caen en su trampa. Según un informe publicado
en mayo de 2018 por el Consejo Nacional de las Investigaciones,
durante 2017 jugaron por lo menos una vez 17 millones de italianos (42,8%),
contra los 10 millones de 2014 (27,9%); entre estos, más de un millón de
estudiantes (36.9%), en disminución respecto a los 1,4 millones (47,1%) de ocho
años antes. En general los hombres
(51,1%) juegan más que las mujeres (34,4%). Entre los estudiantes, el
porcentaje de hombres es casi el doble respecto a las mujeres (47,3% vs 26,3%).
El juego
más difundido es el Gratta&Vinci
[Rasca y Gana]: el porcentaje de jugadores que lo eligen sube de 60,1%
en 2010 a 74% en 2017. Siguen Lotto
y SuperEnalotto, a pesar de
haber una clara disminución en el mismo periodo del 72,7% al 50,5%. En el
tercer lugar tenemos las apuestas
deportivas, que aumentan del 18,3% en 2010 al 28% en 2017. También entre
los jóvenes el juego más difundido es el Gratta&Vinci (64,7%) con una clara
preferencia por parte de las mujeres: 75,5% respecto a sus coetáneos, que son
el 58,9%. En el segundo puesto se sitúan las apuestas deportivas, en sentido
opuesto: 66,9% de los chicos contra el 16,8% de las chicas. Entre los
estudiantes con perfil problemático el juego más difundido son las apuestas
deportivas (78,3%), seguido por el Gratta&Vinci (70,4%) y las cartas (48,7%), mientras que entre los
adultos con perfil problemático el juego más difundido son las apuestas
deportivas, (72,8%), seguido por el Gratta&Vinci (67,5%) y el SuperEnalotto
(43,6%).
El 63,7%
de los jugadores entre los 15 y los 64 años se gasta como media menos de 10
euros al mes, pero entre las personas con perfil problemático el 48,1% refiere
un gasto inferior a los 50 euros, el 37% entre 50 y 200 euros, el 14,9% se
gasta más de 200 euros. Además, casi
100.000 personas han pedido dinero prestado de manera ilegal; poco más de
100.000 han causado daños económicos a otras personas y casi 30.000 han sufrido
daños económicos.
El 10,8%
de los estudiantes ignora que en nuestro país es ilegal el juego para los
menores de 18 años y se estima que 580.000 (33,6%) estudiantes menores han
jugado a lo largo del año. La facilidad de acceso a las salas de juego está
confirmada por el dato que sólo el
27,1% de los menores ha tenido problemas para jugar en lugares públicos.
El 75,1% de los estudiantes se gasta en el juego menos de 10 euros al mes y el
6,3% más de 50 euros al mes, cifra que entre los estudiantes con perfil
problemático sube al 22,1%.
Traducción de Elena Faccia Serrano.
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