sábado, 20 de mayo de 2017

JUEZ DECLARÓ INIMPUTABLE AL AGRESOR DE SACERDOTE EN LA CATEDRAL METROPOLITANA DE MÉXICO


Incomprensible la manera en que puede un juez darle más beneficios al imputado que a la víctima.

Por: n/a | Fuente: Siame.mx // DesdeLaFe.org.mx
Con una celeridad que sorprende, este jueves 18 de mayo Alejandro Cruz Sevilla, juez de control del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, declaró “inimputable” a Juan René Silva Martínez, quien el lunes 15, al término de la Misa de las seis de la tarde, se dirigió al Altar Mayor de la Catedral Metropolita de México y arremetió con un arma punzocortante en contra del sacerdote José Miguel Machorro, cuyo estado de salud, de acuerdo con el último reporte médico, sigue siendo grave, puesto que sufrió un infarto muy intenso que le dejó graves daños.

La declaratoria de inimputabilidad a favor de Juan René Silva, realizada bajo un solo peritaje y apenas tres días después de ocurridos los hechos, exime de la responsabilidad penal al indiciado, al no considerarlo responsable del ilícito por padecer presuntamente de un trastorno psicótico; determinación que fue calificada por la Arquidiócesis de México como deplorable e injusta, tomando en cuenta la gravedad de los hechos.

A través de un comunicado, el P. Hugo Valdemar, Director de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, señaló que dicha determinación es una muestra de la total indolencia hacia la víctima, de una aparente protección a los delincuentes, pues no es posible que el juez llegue a esta escandalosa resolución basado en una sola prueba pericial y sin haber escuchado antes a la víctima.

Las muestras de apoyo a la postura de la Iglesia y en contra de la declaratoria del juez de control no se han hecho esperar en redes sociales, como la emitida por un abogado que omitió su nombre, quien señaló que es incomprensible la manera en que puede un juez de control darle más beneficios al imputado que a la víctima, por lo que recomendó interponer un recurso de revisión a dicho resolutivo; “no obstante, por experiencia señalo que lo más recomendable sería acudir al juicio de amparo en busca de la justicia en los tribunales federales, por un resolutivo tan absurdo, como el que estimó este juez de control al dejar en estado de indefensión a una víctima, quien desempeñaba una actividad sumamente pacífica, y cuyo agresor tuvo los presupuestos y medios para lograr su objetivo, que no era otra que despojarlo del bien supremo más importante que tiene un ser humano como es su vida misma”.

Por su parte, el C. Rafael Ochoa externó que es una pena el grado de descomposición social de nuestro país, pues ahora el nivel de violencia ataca hasta lo más sagrado; hay una crisis que no cesa y que se manifiesta en todas las esferas sociales, empezando por la pretendida “Justicia Penal” tan corrompida. Señala que la respuesta de la Iglesia frente al caso es firme y valiente, y ofrece su apoyo y colaboración para lo que se requiera.


De igual manera, la C. Gabriela R., de la ciudad de Guadalajara, opinó que, con la determinación de este juez de control, ya se podrá ir apuñalando gente sin que pase nada. “A lo mejor se me cruza la vecina que me cae en el hígado, la apuñalo y sigo con mi vida como si nada, si acaso declaro que tengo desórdenes mentales (los cuales todos tenemos, en un sentido u otro) y listo…. con licencia para seguir por ahí apuñalando. “¡Lamentable!”.

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