viernes, 17 de marzo de 2017

OJALÁ YO TUVIERA UN ALMA ASÍ


El post de ayer lo escribí sin pensarlo mucho. Hoy tenía miedo al leer los comentarios. Miedo de que algunos pudieran entender mi post (nada premeditado, escrito a vuelapluma) como una especie de escrito soberbio, por pretender saber de matemáticas.

Debo dejar claro que no sé matemáticas. Pero que vi en la televisión con grandísimo placer, grandísimo, todos los capítulos de la Universidad a Distancia acerca de la Historia de las Matemáticas: horas y horas de matemáticas. Apasionante serie que explicaba las matemáticas en su desarrollo desde los albores. Un modo agradabilísimo de tener una idea de conjunto de todas las matemáticas hasta nuestros días.

Aquello me dejó con hambre de saber más. Y como mis conocimientos sobre las matemáticas eran limitados, muy limitados, me dediqué a ver en youtube vídeos acerca de operaciones matemáticas con el infinito. Quedé fascinado al ir viendo cuántas operaciones se pueden hacer con ese número o concepto.

El post de ayer fue un desahogo de admiración: ¡Qué grandiosas son las matemáticas! ¡Qué sorpresas de belleza, de orden, de simetría se encuentra uno en el mar de números!

Y la gran cuestión: ¿cómo es eso posible si son increadas? Y, desde luego, las matemáticas son increadas.

Mi libro Summa Daemoniaca e Historia del mundo angélico, los dos extremos de mi creación teológica sobre el demonio, son deudores de este afán de orden lógico, de este afán por desplegar las posibilidades lógicas de conjunto de conceptos llevados al infinito. Summa D. e Historia MA. son libros en los que la teología se hibrida con la lógica al modo matemático.

Summ D. forma una unidad con Exorcística. E Historia MA. forma una unidad con Las corrientes que riegan los cielos. Los dos primeros libros se centran en el aspecto de oscuridad demoniaco, los dos últimos se centran en el reverso luminoso. Los dos primeros son como reflexiones acerca del infierno. Los dos últimos lo son del cielo, aunque hable del infierno.

Sin yo pretenderlo, en mi obra, se ha formado un ciclo cerrado. El pináculo que corone este círculo lo tengo pensado, será un libro corto, muy concentrado, una especie de síntesis. 


P. FORTEA

No hay comentarios: