martes, 4 de septiembre de 2012

REFLEXIONES DOLOROSAS ANTE LA FIESTA SATÁNICA DE CERVERA



Podría hoy decir que estoy triste, aunque eso sería una forma mitigada de compartir un cabreo monumental.

Aviso que este post va a herir sensibilidades, porque estamos de un delicado últimamente que madre mía…

Allá voy. Vi en el telediario, con horror y estupefacción la noticia de la celebración del Aquelarre de Cervera, una fiesta “tradicional”, con la solera de treinta y cinco años ya, en la que una muchedumbre enfervorizada, 40.000 personas nada menos, jaleaba una imagen gigante de Satanás que, a su vez, les regaba a todos ellos con la espuma que expulsaba desde su pene de metal, en una especia de baño seminal multitudinario.

Lo vi en el telediario, mientras comía, el pasado domingo. Como si nada. Me dio algo más que pena el pensar cuántos de esos chavales y mayores están bautizados, formando parte de la Iglesia. ¡Son tan Iglesia como yo!

Por lo que pude ver, todo lo que rodea a esta singular fiesta está repleto de imágenes satánicas, desde su cartel promocional hasta los vestidos, disfraces, personajes que forman parte de todo un fin de semana de culto satánico público en un pueblo de España. España, la Tierra de María.

Para más inri, el antiguo convento de dominicos de Sant Domenec, en la misma Cervera, fue habilitado por el Ayuntamiento como pub en el que comer y beber durante la fiesta, y fue también el lugar de presentación a los medios de esta celebración anticristiana. En España, tierra de María.

Al mismo tiempo que suceden estas cosas, sigo como de costumbre en los últimos seis años, no solo los mensajes que supuestamente la Virgen María da en Medjugorje a la Humanidad, sino todos los acontecimientos que suceden en la aldea de Bosnia y Herzegovina. La musulmana Bosnia y Herzegovina.

En esos mensajes, la Virgen María no para de pedir que se ore, que se ore mucho, que se ore sin parar. La Virgen lo dice de forma urgente, llamando a la necesidad vital de orar. No es el suyo un llamamiento a la conveniencia de orar, sino a la necesidad.

Al mismo tiempo que sucede todo esto, en Cervera, en Medjugorje, y demás, me llegan comentarios críticos con mi postura informativa referente al Fenómeno de Medjugorje, cuestionamientos tan absurdos como que es imposible que la Virgen María se aparezca todos los días durante 31 años, o que para qué se aparece tanto si siempre dice lo mismo…. Me llegan a decir que yo “promociono” Medjugorje para ganar dinero. He decir que estos comentarios siempre me han dado bastante igual, pero el otro día, después de ver la animalada de Cervera, ya no. Ya no porque he entendido que a la Virgen María no le darán igual. Porque entiendo que estas cosas ocurren ya no tanto por la actividad del mal, como por la pasividad del bien. Hablando en plata, uno al que le salen bastante mal sus intentos de hacer el bien, se empieza a hartar de todos aquellos que cuestionan los buenos frutos de tantos lugares en los que Dios está avisando no de lo mal que hacemos las cosas, sino de lo bien que las podemos hacer… y no las hacemos.

INDICIOS DE QUE ALGO NO VA BIEN

Acaba de morir Luz Amparo Cuevas, vidente de El Escorial. Una mujer que ha sido ejemplar no, lo siguiente, en la vida de reparación por los pecados, en obediencia a la Iglesia, en oración, en sacrifico, en amor. Un amor descomunal, tan grande que no cabrá nunca en la cabeza de nadie. Toda su vida está rodeada de numerosos frutos de los buenos. Si hubiese sido americana, le habrían hecho un monumento en el Capitolio. Si hubiese sido india, se la hubiese dedicado un funeral de Estado. Las residencias de ancianos que han nacido de su inspiración son auténticas obras de amor tangibles para los sentidos, y están ahí, no son espejismos. Sin embargo ella es española, una paleta nacida en Pesebre, provincia de Albacete. Se la enterró hace dos domingos en una especie de funeral a toda prisa, en medio de una polémica absurda sobre si dentro o fuera de la capilla, y en su entierro no hubo representación alguna del obispado. Nadie. De los más de veinte sacerdotes que había, ni siquiera un vicario o un secretario. Con un pequeño gesto de delicadeza, todo habría cambiado. Esta mujer, ejemplo de santidad en vida, parece que sigue siendo “la virginiana”, la vidente, el elemento exótico de la diócesis, y los mensajes que ella dijo recibir de la Virgen María, la rareza con que toda diócesis ha de convivir.

En Garabandal, las cuatro niñas que dijeron ver a la Virgen María, contaron que ella señaló a muchos sacerdotes y obispos como responsables directos de la condenación de muchas almas. Era 1961, en la España franquista, y aquello era San Sebastián de Garabandal, una aldea de paletos miserables e incultos, sin formación, sin educación. Sencillamente eso no podía ser verdad y se machacó a las niñas, hasta el punto de que alguna de ellas se alejó de la Iglesia. Hasta el punto de que todas ellas se marcharon de España, tierra de María. Y hasta el día de hoy, nadie ha explicado con un mínimo de interés ni respeto qué fue lo que pasó allí.

Apenas cuarenta años después, hemos visto espoleados por los medios los horribles pecados de muchos de nuestros curas en tantas partes del mundo. El Papa ha tenido que pasar por el bochorno de ir de país en país pidiendo perdón y empujando a sus hermanos en el sacerdocio a la Justicia, por tan horribles crímenes que no solo les marcaron a ellos, sino a sus víctimas y gentes más cercanas. Pero nadie se acuerda de Garabandal. Sin embargo, los mensajes de Medjugorje no se olvidan de los sacerdotes: “No juzguéis a los sacerdotes, porque mi Hijo les ha elegido. Orad por ellos y callad”.

En Ezkioga, Guipúzcoa, la Virgen María se apareció a casi un centenar de personas, profetizando la Guerra Civil, si no se recuperaba la oración. La Guerra Civil llegó, pero los videntes no la sufrieron, pues ya estaban entonces encerrados en el manicomio de Mondragón, donde han acabado sus vidas, algunos hace bien poco. Locos, enajenados. Eso han sido toda su vida hasta que han muerto abandonados.

En Umbe, la Virgen María pidió oración hace cincuenta años en unas apariciones sucedidas a 8 kilómetros de Bilbao. Me consta que don Mario ve con buenos ojos este asunto y que incluso él mismo se ha acercado a rezar en aquella cuadra que recuerda al pesebre de Belén. Pero ya hace 50 años… ¿Alguien tiene noticias?

En una diócesis española, hace pocas semanas se retiró de su ministerio al único exorcista que había, pero no se ha buscado aún sustituto. Y va para largo. No tengo ni idea de si ha sido una decisión acertada o no. Supongo que sí. Lo que sí que sé es que mientras, sus pacientes, ya no tienen exorcista. Ni si quiera les avisaron de las novedades en lo que se refiere a su cuidado. Se han ido encontrando con la noticia a media que han acudido a él para la próxima cita, y se han marchado a casa con cara de circunstancias. Ahora, ¿que se apañen o algo así? ¿O cómo va esto? Porque si nadie les atiende en la Iglesia, buscarán remedio fuera de ella, complicando más aún su dolorosa situación. Irán a un mago, a un curandero, a un hechicero. Es lo que viene pasando en tantas otras diócesis en las que no hay ningún exorcista. Ellos perderán el cuidado de una Madre y su Madre perderá a un hijo.

Hace muchos años, los mismos videntes de Medjugorje preguntaron a la Virgen María que por qué les pedía tanta oración, y ella les dijo: “Mirad a vuestro alrededor y ved qué grande es el pecado que hay en el mundo”.

Hoy me preguntan a mí por qué este empeño en Medjugorje, y yo les digo: mirad Cervera. Abrid los ojos. Mirad a vuestro alrededor. Cervera está en Lleida, no en Marte. En Lleida, provincia de España, tierra de María.

Mirad Madrid, y sus 70 abortos diarios entre sus calles, tal vez al lado de tu casa. 70 todos los días. 70 cada día. En Madrid, capital de España, tierra de María.

Mirad las audiencias de televisión y los programas que ve el personal –bautizado, católico-, que no pueden estar inspirados por otra voluntad inteligente diferente a la de Satanás. Haz la prueba. Trágate veinte minutos de Sálvame o similar y dime si semejante basura no la ha ideado una mente humana por sí sola, ni tampoco una mente extraterrestre. Es demoniaco.

Mirad a vuestro alrededor, muy cerca de vosotros, en vuestras casas mismamente. Mirad lo que hay, lo que sucede, y explicadle a la Virgen eso de que se pone muy pesada con eso de orar tanto, o coge el rosario y empieza a rezar. Un poco, algo. O mejor, mucho. Rézalo como si te fuese la vida, o dedica un rato cada día a Dios y a ti, solos los dos. Aunque no oigas nada, aunque no veas nada, dale ese tiempo a Dios. Él hará, que para eso es Dios.

COSAS QUE PODEMOS HACER

No sé qué habremos hecho tan mal los cristianos para que una fiesta como la de Cervera se celebre por todo lo alto en España, se publicite en el telediario, se viva con tanta normalidad. No lo sé. Lo que sí que se es lo que se puede hacer para mejorar. La Virgen María lo ha dicho en Medjugorje:

-Orar, todos los días, un rato.

-Ir a Misa no solo los domingos, sino siempre que se pueda.

-Leer la Biblia.

-Confesar una vez al mes, por lo menos.

-Ayunar, hacer pequeños sacrificios, ofrecer cositas…

Sacerdotes, por favor, exponer al Santísimo en vuestras iglesias y parroquias. Darles la oportunidad a los fieles de que se sienten un rato ante Él. Darle a Él la oportunidad de encontrase cara a cara con la gente.

Fieles, ir a ver a vuestros sacerdotes. Saludadles, acompañarles, comer con ellos, que muchos están muy solos. Invitarles a una peregrinación, a un paseo, a charlar, a rezar con vosotros. Ir a rezar a la Iglesia. ¡Ir a Misa!

A mí me asusta el qué habremos hecho tan mal para que los cristianos bautizados necesitemos una Nueva Evangelización, pero me asustan más aquellos que van repartiendo el carné de católico por todas partes, cuestionando no ya a la Virgen María las veces que ella se ha de aparecer o no, sino cuestionando la autenticidad de los frutos que por ejemplo en Medjugorje o en El Escorial se vienen dando. La autenticidad de tantos - ¡tantos! - testimonios de conversión, las confesiones, las vocaciones y todo lo bueno que allí sucede, se aparezca la Virgen o no.

Son reflexiones que he hecho estos días después de haber visto la fiesta popular en el que se da culto a Satán, en un pueblo más de España, tierra de María.

OS DEJO ALGUNA PERLAS DE LA PRENSA NACIONAL QUE HA INFORMADO SOBRE ESTO:

“…llegó el que es, sin duda, el momento más esperado por el público: la invocación del macho cabrío, que hizo su aparición estelar en la plaza de Cal Racó, en medio de un llamativo montaje piromusical. Su corrida final, consistente en lanzar litros de espuma sobre la multitud entregada, puso fin a la apoteósica noche”.

“La fiesta continuó el sábado por la tarde con el Aquelarre, un conjunto de talleres de disfraces, música y demonios que tienen como objetivo educar a los más pequeños en la tradición cultural del Aquelarre”.

Yo no sé si la Virgen María se aparece o no todos los días en Medjugorje. Yo no la he visto. Pero si no se apareciera… me gustaría que lo hiciera. Lo necesitamos mucho.

Jesús García

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