lunes, 6 de junio de 2011

LA LABOR "MEJOR" PAGADA DEL MUNDO



Ser voluntario significa dar parte de tu tiempo, de tus energías, de tu entusiasmo, por ayudar en una misión solidaria. Es el elemento más valioso para cualquier entidad, y el más necesario también.

Hay muchas formas de recibir una recompensa, una gratificación por un trabajo realizado, pero no todas tienen el mismo valor. Algunos trabajos no están suficientemente remunerados, si hablamos en términos económicos, claro está. Pero hay una labor que no tiene precio, ni sueldo, ni remuneración material alguna, y es la del colaborador o voluntario en una entidad sin ánimo de lucro.

Ser voluntario significa dar parte de tu tiempo, de tus energías, de tu entusiasmo, por ayudar en una misión solidaria. Es el elemento más valioso para cualquier entidad, y el más necesario también. Sin voluntarios, ninguna fundación o asociación podría realmente llegar a cumplir sus objetivos de atención, asistencia, educación, formación, alimentación, etc. a una población determinada. Los voluntarios son los que, en la medida de sus posibilidades, su capacidad y su disponibilidad, conforman la verdadera trama humana necesaria para llegar a personas y lugares imposibles muchas veces.

En la Fundación REDMADRE contamos con esa valiosa aportación que es el voluntariado.

Nuestros voluntarios vienen de distintos ámbitos sociales, tienen distintas edades, desde los 18 hasta los 89 años, algunos están jubilados, otros estudian, otros trabajan. Pero todos tienen algo en común: quieren compartir su tiempo con nosotros para llegar a ayudar a muchas más embarazadas y madres en dificultades, ofreciéndoles de forma desinteresada su cariño, su atención, su ayuda.Las tareas concretas de los voluntarios son todas igual de importantes, igual de necesarias, y van desde la atención directa a las embarazadas con dificultades, hasta el trabajo en la oficina atendiendo el teléfono, ordenando el almacén de enseres, o llevando en su coche a una embarazada al médico o recogiendo enseres donados para entregarlos a las madres que los necesitan, o acompañando durante el embarazo y hasta el parto a una mujer que nos ha pedido ayuda.

Aquí todos tienen algo que hacer, incluso desde el puesto de trabajo o el hogar.

Hay voluntarios que nos resuelven dudas legales, o nos confeccionan un logotipo, o nos buscan en Internet documentos sobre la maternidad y las leyes… Por supuesto, también son voluntarios muy valiosos los médicos que nos atienden, con todo el cariño del mundo, a una embarazada en apuros, haciéndole una ecografía de urgencia incluso en festivo o fuera de su horario laboral.

Es impagable toda esta ayuda, no hay dinero en el mundo capaz de compensar esta maravillosa labor que, por pequeña que parezca, supone colaborar en el nacimiento y crianza de un nuevo ser… y eso no tiene precio, o tiene el mayor precio del mundo.

Ellos, nuestros voluntarios, nos dicen que la mejor recompensa a su labor consiste en poder tomar en sus brazos al bebé recién nacido de una madre a la que han acompañado o ayudado; o simplemente ver sonreír a una mujer cuando, tras conversar con ella, ha visto claro que la mejor decisión para ella es seguir adelante con su embarazo.

La expresión, recibo más que doy, es lo que más escuchamos de nuestros magníficos voluntarios. Quizás ésta sea la labor mejor pagada del mundo, porque no se trata de dinero lo que reciben los voluntarios, sino más amor y más afecto del que podrían soñar. Desde estas líneas quiero, en nombre de toda REDMADRE en España, dar las gracias a los cientos de voluntarios que cada día nos ayudan a ayudar a las embarazadas y madres en dificultades. Sin ellos no sería posible haber llegado a atender a más de 9.600 mujeres que solicitaron nuestra ayuda en su embarazo y maternidad en estos primeros cuatro años de trabajo.

Carmina García-Valdes

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