domingo, 24 de enero de 2010

UN POWER POINT DEL VATICANO DESARMA A QUIENES TODAVÍA DUDAN DE LOS MEDIOS DIGITALES


BENEDICTO XVI LO TIENE CLARO

Mientras algunas instituciones civiles aún menosprecian el que es ya principal mecanismo de formación de la opinión pública en el mundo a través de la Red, el Papa hace una apuesta decidida por ellos como medio de evangelización, señalándoles a los sacerdotes la necesidad de emplearlos, pero también los riesgos que entrañan.

Por medio de un Power Point, para que quede clara la apuesta, el Vaticano presentó este sábado en rueda de prensa el mensaje del Papa para la XLIV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el próximo 10 de mayo.

Comparecieron ante los medios el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Claudio Maria Celli, y el secretario del organismo, Paul Tighe, uno de los principales impulsores de las nuevas tecnologías en la Curia romana. Monseñor Tighe destacó la plena incorporación de la Santa Sede al mundo digital, con particular éxito en las campañas de promoción de las vocaciones, y anunció una mayor coordinación e integración de los diferentes esfuerzos individuales «para asegurar que el rostro digital de la Iglesia refleje su verdadera naturaleza y misión».El mensaje de Benedicto XVI, titulado El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra, es una apuesta decidida del Papa por el mundo digital como esfera de evangelización con sus características propias: «Las vías de comunicación abiertas por las conquistas tecnológicas se han convertido en un instrumento indispensable para responder adecuadamente a... preguntas que surgen en un contexto de grandes cambios culturales, que se notan especialmente en el mundo juvenil. En verdad el mundo digital, ofreciendo medios que permiten una capacidad de expresión casi ilimitada, abre importantes perspectivas y actualiza la exhortación paulina: '¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!'"».De este modo, frente a quienes menosprecian los medios digitales frente a los tradicionales en las tareas de evangelización, el Papa Ratzinger piensa, por el contrario, que su existencia compromete todavía más a los evangelizadores: «Con la difusión de esos medios, la responsabilidad del anuncio no solamente aumenta, sino que se hace más acuciante y reclama un compromiso más intenso y eficaz... En la medida en que estas nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas, y cuanto más se amplíen las fronteras del mundo digital, tanto más [el sacerdote] se verá llamado a ocuparse pastoralmente de este campo, multiplicando su esfuerzo para poner dichos medios al servicio de la Palabra».

Pese a todo, Benedicto XVI señala el riesgo y el error de ver Internet solamente como «un espacio que debe ocuparse»: hay que participar en el mundo digital «en constante fidelidad al mensaje del Evangelio» y «con una sólida preparación teológica y una honda espiritualidad sacerdotal».

Y todo ello, porque la potencialidad sin límites geográficos ni temporales del apostolado en la Red permite «una pastoral en el mundo digital... llamada a tener en cuenta también a quienes no creen y desconfían, pero que llevan en el corazón los deseos de absoluto y de verdades perennes, pues esos medios permiten entrar en contacto con creyentes de cualquier religión, con no creyentes y con personas de todas las culturas».

A ellos va destinada esta nueva tarea de la Iglesia ante la cual, tras las palabras del Papa - novedosas por lo apremiante de la llamada -, quedan pocas excusas.
E.R./ReL

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