¿ONANISMO ES PECADO?

Se sabe que en general el uso de anticonceptivos externos (condones, píldoras, inyecciones. etc.) no son bien vistas dentro de la iglesia. Por esta razón, mi pregunta es: ¿Estará bien que al tener relaciones el esposo eyacule afuera para evitar el embarazo? ¿Habra alguna norma bíblica que lo prohíba?

Onanismo es el coito interrumpido. La voz procede del personaje bíblico Onán, quien obligado por la Ley del Lerivato a tomar por esposa a Tamar, la viuda de su hermano, practicaba el coito interrumpido con ella para evitar que ésta concibiera unos hijos que le serían asignados a su hermano muerto. De ese modo, impedía que la herencia de su padre se repartiera. Génesis 38:7-9, describe este acto: “Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano”. Y desagradó en ojos del Señor lo que hacía, y a él también le quitó la vida.

El castigo divino acá no es por el hecho que vertía en tierra, sino su renuencia a darle hijos a la viuda. Es necesario entender que el sexo fue creado por Dios y no fue simplemente para dar a luz hijos. El sexo como una gran idea de Dios tenía dos propósitos:

1.- La procreación de hijos.
2.- El placer y deleite de la pareja.

Algunos sectores de la Iglesia rechazan el placer en el sexo y sólo ven el sexo con un solo propósito: Tener hijos. Cuando Dios hizo al hombre y a la mujer y luego dijo: “Y todo esto es bueno” incluía allí la vida sexual. Fue Dios quién puso los nervios en los lugares correctos para el placer.

Necesitamos separar los dos propósitos para no vivir atados y esclavizados. La pareja necesita desarrollar su crecimiento sexual de tal manera que nada ni nadie les pueda robar la libertad de ser ellos mismos en su relación. La pareja necesita entender los dos propósitos divinos en el sexo para saber cuando tener sexo para procrear y cuando disfrutar del sexo como placer. Sexo en el matrimonio es el climáx de una profundidad de intimidad y conocimiento personal que no debe tener ataduras, ni límites dentro de lo que es sano y bueno.

La Biblia solo prohíbe las relaciones fuera del matrimonio y las perversidades mundanas que mancillan el lecho como es copiar los modelos pornográficos que estimulan la lascivia. Lo demás, como son anticonceptivos, onanismo o sexo sin tener que procrear son decisiones propias de la pareja que no caen dentro de prohibiciones bíblicas.

Por: Serafín

Nota: Hace varios años, un invitado a nuestra reunión de grupo, se acercó y me preguntó si podía hablar conmigo. Le dije que no había ningún problema, que lo que me dijera iba a ser confidencial como de un sacerdote, abogado o médico. Pongo a su disposición este testimonio sin poner nombres… vale la pena saber.

Me dijo que tenía un problema con el onanismo. La verdad es que no sabía esa terminología científica, recien estaba entrando en el camino del Señor; para mí eran otras, las ordinariamente llamadas: masturbación, pajazo, etc. Luego en la conversación salió a la luz que se trataba de la masturbación, y recordé las charlas que nos dio el Padre Jorge (Carmelita - Teólogo moral) sobre el tema, que ni siquiera lo nombró "onanismo" sino "masturbación". Él nos dijo que la masturbación era peor pecado que el fornicar, ya que voluntaria y concientemente estábamos ofendiendo a Dios Espíritu Santo al ofender su templo, que somos nosotros. Era como si estuviésemos diciendo “te quiero ofender y me da la gana de ofenderte”. La opinión de un teólogo moral vale más para mí que cualquier otra opinión laica.

El joven me dijo que él creía que mejor era masturbarse a meterse con una prostituta, lo cual, aparentemente era lo mejor cuando se tenían deseos sexuales solicitados por el cuerpo, lo que naturalmente aparece de vez en cuando, ya sea por una película que viste, por una mujer u hombre que te gustó, o por lo que ingeriste. El cuerpo reclama una acción que lo satisfaga.

En sueños no hay pecado, porque el sueño es inconsciente y por lo tanto no lo puedes controlar. Ni siquiera tienes por qué confesarlo. El sacerdote te dirá lo mismo que yo te digo al confesarte. No es lo mismo que lo hagas adrede. En sueños puedes estar con quien te de la gana y no es pecado... a menos que te programes antes de dormir... ahí si estás pecando.

Hoy, conversando por la Web, un hermano tomó el tema, es por eso que lo estoy poniendo nuevamente. Él me dijo lo mismo que me preguntó aquel joven hace varios años atrás, que pensaba que era mejor masturbarse que fornicar, ya que su esposa estaba lejos. ¡Qué equivocados estábamos!, porque yo también pensaba lo mismo antes que me desasnaran, o sea que me sacaran de ser asno.

Si usas tu discernimiento podrás entender que lo que me enseñó el teólogo moral es más que cierto. Si somos templo del Espíritu Santo, sólo por ignorancia, nos libramos de que el ofender al Espíritu santo no tiene perdón de Dios… ahora que lo sabes ¿te seguirás masturbando o dejarás que tu cuerpo reaccione naturalmente? ¡Tú lo decides! Es muy posible que digas: ¡Para qué carajo me lo dijiste! ... sólo cumplo con mi deber de evangelizar. "El que tenga oídos que escuche", dijo Nuestro Señor.

Este tema ya lo toqué anteriormente, lo que no recuerdo es cuándo fue, ya que he escrito desde el 2007. Si tienes tiempo puedes buscarlo en este mismo blog.

José Miguel Pajares Clausen