viernes, 28 de agosto de 2009

DIOS SIEMPRE LLEGA EN EL MOMENTO JUSTO


Todos los domingos por la tarde, después del servicio mañanero en la iglesia, un feligrés y su hijo de 11 años iban al pueblo a repartir volantes a cada persona que veían.

Este domingo en particular, cuando llegó la hora de ir al pueblo a repartir los volantes, el tiempo estaba muy frío y comenzó a lloviznar.

El niño se puso su ropa para el frío y le dijo a su padre:
-OK, papá, estoy listo
Su papá, le dijo:
-“¿Listo para qué?”
-Papá, es hora de ir afuera y repartir nuestros volantes
El papá respondió:
-Hijo, está muy frío afuera y esta lloviznando
El niño miró sorprendido a su padre y le dijo:
-Pero Papá, la gente necesita saber de Dios aún en los días lluviosos
El Papá contesto:
-Hijo yo no voy a ir afuera con este tiempo
Con desespero, el niño dijo:
-Papá, ¿puedo ir yo solo? ¿Por favor?”
Su padre titubeo por un momento y luego dijo:
-Hijo, tú puedes ir. Aquí tienes los volantes, ten cuidado
-“¡Gracias papa!”
Y con esto, el hijo se fue debajo de la lluvia. El niño de 11 años caminó todas las calles del pueblo, repartiendo los volantes a las personas que veía.

Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su último volante, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien darle el volante, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró hacia la primera casa que vio, caminó hasta la puerta del frente, tocó el timbre varias veces y esperó, pero nadie salió.

Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo. El niño se volteó nuevamente hacia la puerta y comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Él seguía esperando, algo lo aguantaba ahí frente a la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente.

Salio una señora con una mirada muy triste y suavemente le preguntó:
-“¿Qué puedo hacer por ti, hijo?”
Con unos ojos radiantes y una sonrisa que le cortaba las palabras, el niño dijo:
-Señora, lo siento si la moleste, pero sólo quiero decirle que DIOS REALMENTE LA AMA y vine para darle mi ultimo volante, que habla sobre DIOS y SU GRAN AMOR
El niño le dio el volante y se fue.
Ella solo dijo:
-“¡GRACIAS, HIJO, y que DIOS te bendiga!”

Bien, el siguiente domingo por la mañana el sacerdote estaba en el pulpito y cuando comenzó el servicio preguntó:
-“¿Alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir?”
Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie.

Cuando empezó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos:
-Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, incluso todavía el domingo pasado no era cristiana. Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un día particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón; ese día llegué al final del camino, ya que no tenia esperanza alguna ni ganas de vivir. Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré y aseguré bien un extremo de la soga a las vigas del techo; entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado, estaba a punto de tirarme cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, 'Esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá'. Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza. Entonces me pregunté, ¿QUIÉN PODRA SER? ¡Jamás nadie toca mi puerta ni vienen a verme! Solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez con mayor insistencia. Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, ¡ohhh, nunca podré describirla! Las palabras que salieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida, cuando dijo con voz de querubín:SENORA, sólo quiero decirle que DIOS realmente la ama'. Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra del volante. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no las necesitaría más. Como ven ahora soy una hija feliz del REY. Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del volante, yo vine personalmente decirle GRACIAS a ese pequeño, ANGEL DE DIOS, que llegó justo a tiempo y, de hecho, a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno

Todos lloraban en la iglesia.

El Sacerdote bajó del pulpito hasta la primera banca del frente, donde estaba sentado el pequeño ángel; tomó al niño en sus brazos y agradeció a Dios, y se lo entregó al padre de este niño quien lo tomó en sus brazos y soltó sus lágrimas.

Probablemente la iglesia no volvió a tener un momento más glorioso.

¡Dios bendiga tus ojos por leer este mensaje!

No permitas que este mensaje muera de frío… cuéntaselo a otros. Recuerda, el mensaje de DIOS puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien cerca de ti.

Lucas 18,27: "Él les dijo: lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios".

El problema con muchos de nosotros es que no creemos que Dios abrirá una ventana y derramará bendiciones que no tendremos lugar para recibirlas.

Reto a cualquier persona a tratar a Dios. Él es fiel a su palabra. Dios no puede mentir y sus promesas son seguras.

¡Tenga un viaje encantador en la vida!
¡Confíe en el Señor con todo su corazón y Él nunca le fallará porque Él es IMPRESIONANTE
!

OREMOS:
Padre divino, Dios más afable y más amoroso, te ruego que bendigas abundantemente a mi familia y a mí.

Sé que Tú reconoces, que una familia es más que una madre, padre, hermana, hermano, esposo y esposa, pero para todos los que crean y confíen en ti, Padre, mando una oración de suplica de bendiciones, y que la fuerza de la unión en la oración por los que creen y confían en Ti sea más poderosa que cualquier otra cosa.

Te agradezco de antemano por tus bendiciones.

Dios Padre, libera a las personas de deudas y de las cargas por ellas.

Envía tu sabiduría santa, que yo pueda ser un buen administrador de todo lo que me has dado. Padre, yo sé que eres maravilloso y poderoso y si te obedecemos y caminamos en tu palabra y tenemos la fe del tamaño de una semilla de mostaza Tú derramarás tus bendiciones.

Te agradezco Señor por las bendiciones recientes que he recibido y por las bendiciones que todavía han de venir porque sé que Tú aún no has terminado conmigo todavía.

En el nombre de Jesús, te lo ruego. Amen.
Dianna Carolina Pauta Martillo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

YO CONFIO MUCHO EN DIOS Y ES SIERTO QUE LLEGA EN EL MOMENTO OPOTUNO PERO EVESES CUANDO LE PIDO ALGO POR LO CUAL ES DE TODOS LOS DIAS ME AYUDA PERO CADA DIA VA DISMINUYENDO MAS YMAS HASTA Q ME SIENTO SOLA OTRA VES, NO SE QUE PASES PERO HUBO UN TIEMPO EN QUE REZE EL ROSARIO TODOS LOS DIAS Y EN MI VIDA NO HUBO NI UNA SOLA TRISTEZA,

Anónimo dijo...

pzz io knfio en Dios x el q ziempre esta en todo momento aunk nosotros le faiemos el ziempre esta por ezo lo admiro x zu fidelidad ojala todos knfiaran en el dios los bendiga... amen

Hermano José dijo...

GRACIAS POR TU COMENTARIO
BENDICIONES POR CASA

Unknown dijo...

hola, la historia es hermosa, pero me gustaría saber que tan fiable es, la razón es que me gusta compartir historias asi, que son de animo, aliento, pero me gusta tener la certeza de que son verdaderas, no necesitamos darle una manita a Dios, con contar historias buenas, pero que no sean reales, perderíamos credibilidad, Gracias