domingo, 5 de abril de 2009

UNA ORACIÓN


Al regresar de un viaje misionero a su Iglesia local.

Testificaba este misionero lo que Dios había hecho con el:
Mientras servía como misionero en un pequeño hospital en el área rural de África, cada dos semanas viajaba a la ciudad en bicicleta para comprar provisiones y medicamentos. El viaje era de dos días, y debería atravesar la jungla. Debido a lo largo del viaje debía acampar en el punto medio, pasar la noche y reanudar mi viaje temprano al día siguiente.

En uno de estos viajes, llegué a la ciudad donde planeaba retirar dinero del banco, comprar las medicinas, los víveres y reanudar mi viaje de dos días de regreso al hospital. Cuando llegué a la ciudad, observé a dos hombres peleándose, uno de ellos estaba bastante herido. Le curé sus heridas y al mismo tiempo le hablé de Nuestro Señor Jesucristo.

Después de esto, reanude mi viaje de regreso al hospital. Esa noche acampé en el punto medio y a la mañana siguiente reanudé mi viaje y llegué al hospital sin ningún incidente.

Dos semanas más tarde repetí mi viaje. Cuando llegué a la ciudad, se me acercó el hombre al cual yo había atendido en mi anterior viaje y me dijo que la vez pasada, cuando lo curaba, él se dio cuenta que yo traía dinero y medicinas.

El agregó:
-"Unos amigos y yo te seguimos en tu viaje mientras te adentrabas en la jungla, pues sabíamos que habrías de acampar. Planeábamos matarte y tomar tu dinero y medicinas pero en el momento que nos acercamos a tu campamento, pudimos ver que estabas protegido por 26 guardias bien armados"
Ante esto no pude más que sonreír a carcajadas y le aseguré que yo siempre viajaba solo.

El hombre insistió y agregó:
-"No señor, yo no fui la única persona que vio a los guardias armados, todos mis amigos también los vieron, y no sólo eso sino que entre todos los contamos, eran 26"

En ese momento, uno de los hermanos de la iglesia se puso en pie, interrumpió al misionero y le preguntó la fecha y hora del suceso, al misionero responderle, el hermano contó la siguiente historia:
-"A la hora de su incidente en África era de mañana aquí. Yo me preparaba para salir cuando sentí una imperiosa necesidad de orar por usted, de hecho el llamado de la Iglesia a orar por usted. Hoy quisiera que los hermanos que vinieron ese día a orar por usted, se pusieran de pie
El misionero no estaba tan preocupado por saber quienes eran ellos, mas bien se dedicó a contarlos, un total de 26 hombres.

§ ¿Alguna vez has sentido la imperiosa necesidad de orar por alguien?, pero has decidido ponerlo en tu lista de "cosas por hacer" y te has dicho: "Oraré mas tarde".
§ ¿Te ha llamado alguien alguna vez que te ha dicho?, necesito que ores por mí.
Si en alguna ocasión sientes la inquietud de orar por alguien, no vaciles en hacerlo, no lo dejes para luego. Nadie sería lastimado por una oración.

La Oración Eficaz + Palabra Viva = Poder

Como El Señor nos ayuda así debemos nosotros ayudar a nuestros hermanos. Orar por ellos alimentarlos con La Palabra de Dios, es por eso que si alguna persona que ustedes conozcan tiene algún problema debemos orar por ella, pidiéndole a Dios y María Santísima por las necesidades.
WFPA
Nota: Particularmente a mi me ha pasado lo mismo tres veces.
JMPC

No hay comentarios: