domingo, 10 de abril de 2022

112 – MISCELÁNEA

El cristiano no es un hombre obsesionado por el pecado sino por el amor de Dios.

«La confessio peccatorum es simultánea con la confessio laudis» (cardenal Martini)

Que aprendan la lección tantas personas enfermizamente hipersensibilizadas por sentimientos de culpabilidad a partir de sus pecados personales.

Por otra parte, la fijación en el pensamiento del pecado envejece porque provoca el hastío de la vida y el hastío es una señal de vejez.

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