Muchos católicos,
probablemente de buena fe, tienen una idea sincretista del ecumenismo, algo que
no es recto, pues en el sincretismo hay un claro y grave menoscabo para la
religión verdadera. De manera sutil se sitúa al mismo nivel a la Iglesia
Católica y a las falsas creencias, un grandísimo agravio para la verdadera
Iglesia de Cristo. En la práctica es bajar penosamente el listón, claudicar miserablemente
ante la mentira, convivir con la falsedad, callar cobardemente aquellos puntos
de la doctrina verdadera que puedan escandalizar a los que están en el error.
Pareciera incluso que la Iglesia Católica se avergüenza de ser la única
verdadera e incluso parece pedir perdón por existir.
Un verdadero ecumenismo tiende
a llevar a todas las ovejas al verdadero aprisco de Cristo, a la única Iglesia
que Él fundó: “Tengo otras ovejas que no son de
este redil; a ésas también me es
necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño con un solo
pastor” (Jn 10:16).
S.S. Pío XI en su encíclica Mortalium Animos,
nos da las pautas para practicar el verdadero y recto ecumenismo y condena con
rotundidad como una peste el falso ecumenismo. Borja Ruiz ha estudiado a fondo este importante documento y resume
los puntos principales de la encíclica.
¿CUÁL ES EL VERDADERO ECUMENISMO QUE LA TRADICIÓN
DE LA IGLESIA ADMITE?
El ecumenismo recto es aquel
que intenta y desea la unión de todos los cristianos bajo la única Iglesia de Cristo, la Iglesia católica. Este
ecumenismo es un deber e incluso una obligación. De tal forma, su santidad Pío
XI dedicó una encíclica para mostrar con claridad los puntos y las advertencias
que debíamos tener en cuenta a la hora de practicar el ecumenismo con los
herejes y cismáticos.
¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES ORIENTACIONES QUE
ESTABLECE SU SANTIDAD PÍO XI DE FELIZ MEMORIA?
En primer lugar, se reconoce
que la fraternidad entre todos los hombres es algo deseable, algo a lo que
debemos de aspirar, sin embargo no todo
vale. Acto seguido, el Pontífice, deja absolutamente prohibida la
organización o participación en congresos, reuniones o conferencias de aquellos
que rechazan la verdadera religión.
Todo encuentro con los hermanos separados debe ser única y exclusivamente para
exhortarles a la conversión.
TRAS ESTE IMPORTANTE AVISO, ¿QUÉ ES LO QUE EL
PONTÍFICE RECUERDA A LA GREY DEL SEÑOR?
Que solo hay una religión verdadera, la Católica y que fuera
de ella no hay salvación, solo hay una Iglesia con una única cabeza, un
mismo gobierno, magisterio, sacramentos, tradición y dogmas. Son los elementos
distintivos de la única Iglesia que fundó Nuestro Señor.
Aborda de nuevo la pretendida
unión de iglesias cristianas. Por un ejercicio de pura lógica, cualquiera
podría pensar que esa unión no existe, pero es falso, esa unidad ya está
realizada. Ya hay una unidad de fe y de gobierno y esto se da en la Iglesia
Católica. No es ningún ideal al que debamos de aspirar, ya existe.
¿QUÉ SUCEDERÍA SI NEGAMOS QUE ESTA UNIDAD DE FE Y
DE GOBIERNO SÓLO SE DA EN LA IGLESIA?
Si negamos esto, relativizamos
a la Iglesia Católica. Sería considerar que existen diferentes comunidades
cristianas en plano de igualdad que van en busca de su unidad.
Tal es la lógica de estos
movimientos ecuménicos, que pretenden establecer un mínimo común de doctrina
desechando todo en lo que discrepen. Si bien en una pedagogía ecuménica, puede
servir, observar los puntos en común, no es lícito hacerlo, cuando únicamente
se pretende como fin y no como medio.
¿DE QUÉ GRANDES PELIGROS NOS PREVIENE EL PAPA EN
MATERIA DE ECUMENISMO?
El peligro de caer en el
indiferentismo religioso y el modernismo. Se habla de peligro, pues para
enfrentarnos a la tarea de convertir a los que abandonaron la Iglesia, hay que
tener gran formación, pedagogía, caridad fraterna y claridad del lenguaje.
Ya hacia el final de la carta
encíclica el Papa recuerda que, de
ningún modo puede adulterarse, ni cambiar nada en pos de aquellos que se
separaron. Finalmente su Santidad como pastor de todas las ovejas, también de
las descarriadas, las llama y las exhorta a venir de nuevo al rebaño con las
siguientes palabras:
Vuelvan, pues, a la Sede Apostó1ica, asentada en esta
ciudad de Roma, que consagraron con su
sangre los Príncipes de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, a la Sede
raíz y matriz de la Iglesia Católica; vuelvan
los hijos disidentes, no ya con el deseo y la esperanza de que la
Iglesia de Dios vivo, la columna y el sostén de la verdad abdique de la integridad de su fe, y consienta
los errores de ellos, sino para someterse al magisterio y al gobierno de ella.
Pluguiese al
Cielo alcanzásemos felizmente Nos, lo que no alcanzaron tantos predecesores
Nuestros; el poder abrazar con paternales entrañas a los hijos que tanto nos
duele ver separados de Nos por una funesta división.
¿HAY ALGUNA ORACIÓN EFICAZ PARA PEDIR POR ESTE
RECTO ECUMENISMO?
Recomendamos también a los
lectores, que cumpliendo con la intención de este Sumo Pontífice, añadan a sus
oraciones la siguiente escrita por él mismo, para pedir a la Virgen el laudable propósito de destruir las herejías que
atacan la unidad de la Iglesia:
Y ojalá Nuestro
Divino Salvador, el cual quiere que todos los hombres se salven y vengan al
conocimiento de la verdad, oiga Nuestras ardientes oraciones para que se digne
llamar a la unidad de la Iglesia a cuantos están separados de ella.
Con este fin, sin duda
importantísimo, invocamos y queremos que se invoque la intercesión de la
Bienaventurada Virgen María, Madre de la Divina Gracia, debeladora de todas las
herejías y Auxilio de los cristianos, para que cuanto antes nos alcance la
gracia de ver alborear el deseadísimo día en que todos los hombres oigan la voz
de su divino Hijo, y conserven la unidad del Espíritu Santo con el vínculo de
la paz.
Javier Navascués Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario