Por: P. Miguel A. Fuentes, IVE | Fuente:
TeologoResponde.org
Pregunta:
Querido hermano en Cristo, soy un asiduo lector
de la Biblia, pero reconozco que en ella encuentro cosas que no puedo explicar.
Una de ésas es la expresión “El Hijo del Hombre”.
Jesús dice que él es el Hijo del Hombre. ¿Quiere
decir eso que es hombre nada más y que su padre fue un hombre? ¿Está negando su
divinidad? Me tiene confundido.
Respuesta:
El título “Hijo del
hombre” procede del Antiguo Testamento, en concreto del libro del
Profeta Daniel, de la visión que tuvo el Profeta:
Seguía yo mirando en la
visión nocturna, y vi venir sobre las nubes del cielo a uno como hijo de
hombre, que se llegó al anciano de muchos días y fue presentado ante éste. Le
fue dado el señorío, la gloria y el imperio, y todos los pueblos, naciones y
lenguas le sirvieron, y su dominio es dominio eterno que no acabará, y su
imperio, imperio que nunca desaparecerá (Dan
7,13-14).
Cuando el Profeta pide la explicación de esta
visión, obtiene la siguiente respuesta: Después
recibirán el reino los santos del Altísimo y lo poseerán por siglos, por los
siglos de los siglos… Entonces le darán el reino, el dominio y la majestad de
todos los reinos de debajo del cielo al pueblo de los santos del Altísimo (Dan
7, 18. 27). El texto de Daniel, contempla a una persona individual y al pueblo.
Señalemos que lo que se refiere a la persona del Hijo del hombre, se vuelve a
encontrar en las palabras del Ángel en la anunciación a María: Reinará… por los
siglos y su reino no tendrá fin (Lc 1,33).
Por eso, cuando Jesús utiliza el título “Hijo del hombre” para hablar de Sí mismo, recurre
a una expresión proveniente de la tradición canónica del Antiguo Testamento,
presente también en los libros apócrifos del judaísmo. Pero conviene notar, sin
embargo, que la expresión “hijo de hombre” (ben-adam)
se había convertido, en el arameo de la época de Jesús, en una expresión que
indicaba simplemente “hombre” (bar enas).
Por eso, al referirse a Sí mismo como “Hijo del
hombre”, Jesús logró casi esconder, tras el velo del significado común,
el significado mesiánico que tenía la palabra en la enseñanza profética.
Por tanto, Jesús usa este término para referirse a Sí como Mesías, aunque sus
oyentes pensaban que sólo decía que era verdaderamente “hombre”.
Jesús decía, pues, algo más de lo que algunos de ellos creían entender,
aunque estaba al alcance de los letrados que debían identificarlo como Mesías,
a quienes principalmente iba dirigida su enseñanza.
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