Para vivir la oración familiar del Primer Domingo de Adviento, que se
celebrará este domingo 2 de diciembre, se recomienda poner en un lugar especial
la corona de Adviento con alguna imagen de la Virgen, crear un ambiente de
recogimiento con poca luz, nombrar a un lector especial, así como a un monitor
principal, que puede ser el papá o la mamá, y seguir la oración que se presenta
a continuación:
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Nuestro
auxilio es el nombre del Señor.
TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR: Comenzamos
un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento, tiempo de preparación y
espera. Encender, semana tras semana, los cuatro cirios de esta corona debe ser
un reflejo de nuestra gradual preparación para recibir al Señor Jesús en la
Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que ha
venido a disipar las tinieblas. El color verde de la corona simboliza la vida y
la esperanza que Él nos ha venido a traer.
LECTOR: Lectura tomada del libro del profeta Isaías: "Levántate,
brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor amanece sobre ti.
Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas
sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece".
MONITOR: (Con las manos juntas) Nos recogemos unos instantes en silencio e
inclinando nuestras cabezas vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de
Adviento.
Oremos.
La
tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu
Hijo, el Señor Jesús, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los
que yacemos en las tinieblas, de la ignorancia, del dolor y del pecado. Lleno
de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del
bosque y la ha adornado con luces. Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo
de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que, mientras se
acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros
nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser la Luz del mundo, iluminará
todas las oscuridades. Te lo pedimos por Él mismo que vive y reina por los siglos
de los siglos.
TODOS: Amén.
MONITOR: Vamos a encender ahora la primera vela de nuestra corona mientras
cantamos la primera estrofa del canto “Hoy se
enciende una llama” (o también puede ser algún canto apropiado).
Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra
esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo.
1. Un primer lucero se enciende anunciando al Rey
que viene, preparad corazones, allánense los senderos.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Redacción ACI
Prensa
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