lunes, 10 de diciembre de 2018

¿CÓMO ES DIOS?


Este fin de semana he tenido la oportunidad de contemplar varios belenes madrugadores. Todos ellos envueltos en un clima de ingenuidad belleza. Puede observar que en todos las caras de todos los que tenía a mi alrededor una sonrisa. Los niños y los mayores sacaban la ternura que llevaban dentro. Junto a la manifestación religiosa de cada uno de ellos, hay una clara lección de humanidad. Junto a un belén nos volvemos más humanos, más sencillos, más alegres. No sé cómo algunos responsables del pueblo se empeñan en adulterar lo que llaman belenes  con monigotes que afloran sentimientos grotescos en los espectadores. No es de extrañar que al ver, que no contemplar, la grotesca puesta en escena, llamemos Navideña,  del Ayuntamiento de Barcelona el ciudadano que pasaba por allí sienta la tentación de pronunciar un exabrupto, como he oído en más de uno. Barcelona, la ciudad de la Sagrada Familia, y de tantas obras de arte que la envuelven, no se merece ese insulto. Menos aún se lo merece el Misterio del Hijo de Dios hecho hombre. Tal vez si Jesucristo hubiera nacido en Cataluña sería otra cosa. Hay muchos espíritus raquíticos y muchas mentes taradas.

 ¿CÓMO ES DIOS? Desde luego no un monigote, ni un excéntrico, ni un ignorante, ni un inculto. Dice un autor desconocido en una publicación de Internet:

QUIÉN ES DIOS... ÉL ES CONOCIBLE. Dios, quien creó el universo en toda su magnitud y sus detalles creativos, es posible que lo podamos conocer. Él nos habla acerca de sí mismo, pero inclusive va más allá de esto. Él nos da la bienvenida a una relación, para que lo podamos conocer de una forma personal. No solo podemos conocer cosas acerca de Él, sino que lo podemos conocer a Él de una forma intima.

Así dice el Señor: "Que no se glorié el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien ha de gloriarse que se glorié de conocerme y de comprender que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, con derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada" - afirma el Señor -. (Jeremías 9:23-24)

QUIÉN ES DIOS... ÉL ES ACCESIBLE. Dios nos invita a platicar con él e incluirlo en lo que nos concierne. No tenemos que organizar nuestras vidas antes. Ni tenemos que ser educados, teológicamente correctos o santos. Es su naturaleza el ser amoroso y con actitud de aceptación cuando nos aproximamos a Él.
El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. (Salmos 145:18)

QUIÉN ES DIOS... ÉL ES CREATIVO. Todo lo que hacemos ya está unido a materiales ya existentes o construido en pensamientos previos. Dios tiene la capacidad de darle vida a las cosas, no sólo galaxias o formas de vida, sino soluciones para los problemas actuales. Dios es creativo, para nosotros. Su poder es algo de lo que quiere que tengamos conocimiento y en lo que podamos confiar.
En mi angustia invoqué al Señor y Él me respondió. Señor, líbrame de los labios mentirosos y de las lenguas embusteras. (Salmos 121:1-2)

QUIÉN ES DIOS... ÉL ES HONESTO. Al igual que una persona que te deja conocer sus pensamientos y sus sentimientos, Dios claramente nos habla de Él mismo, aquí la diferencia principal es, que Dios siempre es honesto. Todo lo que Él dice acerca de Él o de nosotros, es información confiable. Más verdadero que nuestros sentimientos, pensamientos o percepciones, Dios es totalmente preciso y honesto en lo que dice. Podemos confiar en cada promesa que Él nos hace, lo dice en serio. Podemos creer en su palabra.
La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo. Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmos 119: 130, 105)

QUIÉN ES DIOS... ÉL ES CAPAZ. ¿Qué tanto te gustaría siempre tener el 100% de la razón en todo? Dios siempre tiene la razón. Su sabiduría no tiene límites. Él entiende todos los elementos de una situación, inclusive el pasado y el futuro relacionados con dicha situación. No tenemos que ponerlo al día, darle consejo o persuadirlo de que haga lo correcto. Él lo hará, porque Él es capaz y sus motivos son puros. Si confiamos en Él, Él nunca cometerá un error, nunca nos hará menos o nos engañará. Él puede ser de total confianza en que va a hacer lo correcto, en todas las circunstancias y en todo momento.

Quien pone en ti su esperanza jamás será avergonzado... (Salmos 25:3)
            Me gustaría que los pobres ignorantes que se han erigido en dioses de una sociedad pagana, tomen nota, y a la hora de querer representar al Hijo de Dios lo hagan con más cultura y respeto.

Un alma para el mundo.

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