jueves, 28 de junio de 2018

EL JESUITA JUAN MASIÁ DEFIENDE LA EUTANASIA EN PLENO DEBATE SOBRE SU LEGALIZACIÓN EN ESPAÑA



Lleva años sosteniendo su legitimidad
En línea con su postura y sus declaraciones de los últimos años, el jesuita Juan Masiá ha publicado un artículo defendiendo la legitimidad de la eutanasia, justo cuando el parlamento español decidirá si la legaliza en España.
(InfoCatólica) El sacerdote jesuita español resume su postura sobre la posible legalización de la eutanasia en España en cinco puntos:
1. Estar en contra de la regulación no significa ser pro-vida. Estar a favor no es ser anti-vida....
2. El buen morir respetando la dignidad de la persona (que puede conllevar a veces una solicitud de eutanasia justa) no se debe confundir con la eutanasia irresponsable.
3. Una eutanasia justa (cumplidas las condiciones de respeto a la dignidad y libertad de la persona) no se puede equiparar con el homicidio, como tampoco puede ni debe llamarse suicidio al asumir responsable y libremente la propia muerte.
4. La opción responsable por una eutanasia justa no significa optar por la muerte y contra la vida, sino elegir cómo vivir cuando se muere...
No se debe llamar a esa opción «muerte digna», sino respeto de la dignidad en el proceso de morir....
5. En los debates sobre regularización legislativa no debería plantearse el tema del recurso a paliativos como si fuera un dilema entre paliativos y eutanasia. Hay que garantizar, ante todo, el acceso equitativo al uso de paliativos, así como el de la sedación terminal debidamente consentida y protocolizada. Pero, eso supuesto, teniendo en cuenta las situaciones de solicitud de eutanasia, habrá que garantizar las condiciones para que sea justa, es decir, «buen morir responsable de la persona digna».
AÑOS DEFENDIENDO LA EUTANASIA
La postura del P. Juan Masiá, contraria al Magisterio de la Iglesia Católica, es conocida desde hace años sin que ello haya tenido efecto alguno sobre su condición de sacerdote y religioso de la Compañía de Jesús.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
2277 Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.
Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre (cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Iura et bona).
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