jueves, 27 de julio de 2017

SER PAPÁS



¿QUÉ SIGNIFICA SER PADRE?
La neurociencia explica la maternidad y paternidad como un cambio hormonal, marcado por un incremento de la oxitocina dedicada al apego afectivo y un sentido afectivo de pertenencia.
En la mujer, está asociada a una activación del sistema límbico y, más específicamente, de la amígdala cerebral basada en expresiones emocionales.

En cambio, en el hombre se relaciona con una activación de la corteza cerebral asociada con la planeación y la comprensión de otros puntos de vista.

Un estudio realizado por Pilyoung Kim, director del Laboratorio de Neurociencia del Niño y la Familia en la Universidad de Denver, Colorado, mostró en papás un crecimiento cerebral en las áreas que regulan la emoción, motivación y toma de decisiones al momento de nacer su primer hijo y menor riesgo a la depresión.

El apego es diferente entre las madres y los padres. Las mamás tienden hacer más contacto con la cara y los ojos del bebé y los acarician con mayor afecto. Los papás son un poco más bruscos, los hacen reír y los invitan a explorar y hacerlos más independientes. Muestran mayor juego físico y hasta algunas veces extremo. ¿Cuántas los vemos aventarlos por los aires? Las mamás ponen un grito en el cielo: “Se te va a caer”. Y los niños gritan: “Otra vez”.

La interacción cercana paterna ayuda fortalecer las amistades futuras, las habilidades sociales y relaciones románticas de los hijos. Los papás dan seguridad en su exploración por el mundo, los impulsan a tomar pequeños riesgos y proporcionan seguridad en tiempos de estrés.

Hay un estudio muy interesante llamado “The laughing task” (La tarea de reír), donde los investigadores dejaban al papá solo con su hijo sin juguetes y le pedían hacerlo reír. Algunos papás los estrujaban fuerte, otros hacían caras chistosas, voces de monstruos o ruidos extraños. Los niños mostraron una mayor diversidad de emociones con sus padres que con sus madres. En este estudio las mamás se mostraban más estresadas que los papás al no tener juguetes para hacerlos reír.

Cada niño necesita a su padre. Hay muchas formas de ausencia: papás que trabajan mucho y llegan muy tarde a casa, papás que viven en otras ciudades y están solamente los fines de semana, papás que por motivo de rompimiento matrimonial están fuera de casa o papás a quienes no les interesan a sus hijos y se esconden en su cueva.

Un papá presente favorece hijos más saludables y felices: mayor autocontrol, confianza y sociabilidad; menores riesgos durante su adolescencia, pocos problemas psicológicos, menor riesgo de reprobación y abandono escolar.

Los papás hacen una gran diferencia en los hijos. La ausencia de él, muchas veces es causa de serios problemas en los niños como depresión, ansiedad y apatía por la vida.

Mamás, las invito a que permitan que los papás hagan su trabajo de padres. Sé que es difícil, especialmente cuando hay ruptura familiar, pero recuerden que el divorcio es de la pareja no de los hijos por el bien de ellos y de la familia.


Por Jesús Amaya Guerra
Periódico El Norte

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