El Padre
Aldo, fue uno de los relatores del «Curso de exorcismo y oración de liberación»
realizado en Roma (Italia), además anima el servicio anti-sectas de la
Comunidad Papa Juan XXIII y colabora con la policía de Estado
Un fenómeno fuerte y en crecimiento
Gracias a
que el Papa Francisco habla frecuentemente de la realidad del demonio hay una
conciencia más fuerte por parte de todas las realidades eclesiales sobre la
presencia del maligno que actúa directa o indirectamente.
El
fenómeno es fuerte, nos encontramos diariamente con personas afectadas por
estos problemas y recibimos decenas de señales. Nada más en el año 2014
recibieron unos 1.500 pedidos de ayuda con casi 696 personas tratadas.
Los jóvenes son los más afectados
Los más
expuestos a la acción del demonio son sin duda los jóvenes. Ventilan
su necesidad de búsqueda de lo sobrenatural, sobre todo en Internet, pero estos
viajes tenebrosos pueden transformar el encuentro virtual en uno real.
Actualmente, también buscan ayuda muchos no creyentes,
un fenómeno en evolución. Nos piden ser liberados de males indescifrables para
los cuales no han encontrado respuesta en la medicina.
Sin
embargo, siempre primero se debe realizar un diagnóstico clínico y después un
serio discernimiento por parte del sacerdote exorcista, el único autorizado
para tratar contra el demonio.
¿Cómo se manifiesta el demonio?
Los
trastornos típicos de una persona poseída es sentir una presencia interior que
no puede controlar, a veces hasta sentirse dividida, voces que la empujan a
asumir comportamientos negativos, así como una repentina aversión a las
realidades y objetos sagrados.
Si todo
esto no se debe a una enfermedad física, se hace una oración de liberación y un pequeño
exorcismo en el cual se pide la liberación del mal. Si no se resuelve, se
procede al exorcismo en sí donde se exige al demonio que salga de aquella
persona. De ahí se tiene que ver cómo reacciona el poseído, a veces el diablo
atormenta por largo tiempo y pueden durar muchos años.
En el caso de las infestaciones, cuando una persona tiene un malestar por el contacto con determinados
objetos o en un ambiente particular donde incluso fue realizado un maleficio,
un sacrilegio o una misa negra, ahí el exorcista interviene realizando bendiciones
para eliminar la infestación del lugar o el objeto. Por último, están las
vejaciones, es decir cuando el maligno se ensaña con un acto persecutorio sobre
una persona, una tortura, por ejemplo, provocando fuertes formas de ansiedad.
El Padre
Bounaiuto afirma que no tiene miedo cuando afronta al demonio, y ha asegurado
lo siguiente:
"Pienso que es el demonio quien debe de sentir temor. Todos los
cristianos sabemos por la fe que Jesús venció a las tinieblas. Es más
importante tener temor de Dios que del diablo: la primera es una virtud,
mientras que el arte del demonio es infundir miedo”.
Fuente original de Aciprensa.com
Publicado por Unción Católica y Profética
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